Las remesas sostienen al estado, superan a la inversión extranjera directa y las participaciones federales, y se van a la informalidad, advierte la entidad.

Al cierre del 2021 las remesas captadas por Baja California aplastaron a dos de los principales flujos económicos: la inversión extranjera directa y las participaciones federales, con lo que se consolida “de manera vergonzosa” la economía parasitaria en la entidad, afirmó el Centro de Estudios Económicos.

En su análisis semanal titulado Remesas e Informalidad, la Otra Cara de la Economía de Baja California, emitido el viernes pasado 4 de febrero, el organismo de análisis económico en el estado señaló que comparado contra 2019 la captación de remesas creció un impresionante 47%.

En dos años, dijo, se han recibido 2 mil 633 millones de dólares; en 2021 Tijuana concentró el 52% del total en tanto que Mexicali obtuvo el 20.8%, con lo que las remesas extranjeras representan ya el 5.2 por ciento del Producto Interno Bruto estatal, y advirtió que lo más inquietante es que una buena parte de ese recurso se gasta en el sector informal.

Las remesas superan a las participaciones federales y la inversión extranjera directa nueva con lo que los dos principales flujos económicos de la entidad ya fueron aplastados por las remesas, “consolidando de manera vergonzosa la economía parasitaria de Baja California”.

El Centro de Estudios Económicos de Baja California que preside el economista Luis Roberto Valero Berrospe explicó que el término “economía parasitaria” se refiere a la distorsión económica que resulta de la dependencia de otra economía para satisfacer las demandas internas; de allí parte la analogía con los parásitos, organismos que sobreviven a costa de otros.

Indicó por otra parte que el 32% del gasto familiar en los hogares receptores, que se encuentran en los quintiles más bajos, está sostenido por las remesas y se invierte en la satisfacción de necesidades básicas, pero normalmente esos estratos poblacionales acuden a mercados informales, por lo que no impactan a la economía formal y sí fortalecen al comercio informal.

Finalmente destacó que la pésima oferta de empleo obliga a emigrar, lo que a final de cuentas hace crecer las remesas extranjeras al país, y a Baja California; con los bajos niveles salariales, explicó, no extraña que se haya registrado una fuerte migración, no solamente desde nuestro estado sino a nivel nacional, como lo muestran las cifras récord de deportados.