El senador y exsecretario de Gobernación habla de cómo se gestó su salida del partido, de la crisis que atraviesa la formación y de su posible permanencia en la alianza Va por México.
Miguel Ángel Osorio Chong (Pachuca, 1964), el secretario de Gobernación en el sexenio de Enrique Peña Nieto, llevó durante cuatro décadas la camiseta tricolor del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Hace unos diez días decidió marcharse de la formación a la que le entregó todo y lo hizo junto a centenares de militantes y líderes regionales. El motivo de su renuncia, cuenta en entrevista con EL PAÍS, tiene nombre y apellido: Alejandro Alito Moreno. La última crisis del PRI comenzó hace un par de años, pero se agravó cuando los pesos pesados del partido tricolor se lanzaron contra su dirigencia, entre ellos Osorio Chong. “Lo ha roto todo. No cumple la palabra, es un mentiroso”, reclama sentado en el café de un hotel de la capital mexicana. El senador, ahora por un bloque independiente, habla de cómo se gestó la ruptura con el partido, las últimas derrotas electorales, los desafíos de cara al 2024 y la posible permanencia dentro de la alianza Va por México.
Pregunta. ¿Qué está pasando en el PRI?
Respuesta. Lo que se advierte es un PRI que ha sido pulverizado, destruido. No supieron asumir un liderazgo, sino que más bien creyeron que era una empresa para los negocios, para los acuerdos personales, para la protección personal. Y esto en cuatro años tuvo consecuencias. Se pierden todas las elecciones, territorios, número de población a la que gobernábamos y se pierde la posibilidad de recuperación del PRI, que [después de] 2000 y 2006 se logró hasta ganar nuevamente la presidencia en 2012. Todo esto es creación de Alejandro Moreno, que no entendió la posibilidad de pasar a la historia como un buen dirigente y pasa a la historia como el presidente que llevó a la punta del precipicio al Partido Revolucionario Institucional.
P. ¿Está muriendo el PRI?
R. El PRI es muy fuerte. A pesar de las dirigencias, a veces no tan buenas, ha salido adelante. La base es muy fuerte. Sin embargo, este [presidente del partido] lo ha lastimado y lastimado. Y hoy sí creo que el camino es muy complejo y muy sinuoso.
P. ¿Por qué se ha ido del partido?
R. Me salgo porque hay un dirigente que se hizo del PRI, de los controles del PRI y no entiende todo lo que ha venido sucediendo. Dentro de un año va a poner a su cuate de presidente, va a poner a todos sus cuates en las listas, va a poner a quien le convenga como candidato. Va a negociar con el PRI. Si hubiera, como lo había, una competencia interna, una posibilidad de democráticamente arribar para ser candidato o dirigente, yo me quedo. Pero no, el problema es que él ya se hizo de todos los controles y es muy complicado.
P. Han pasado meses de especulaciones con su salida. ¿Por qué lo hace ahora?
R. No lo hice durante el proceso constitucional en Coahuila y el Estado de México, si lo hacía lastimaba, complicaba la elección en ambos Estados. Lo hicimos cuando ya terminó el proceso electoral. El irresponsable fue él [Alejandro Moreno] al generar esta convulsión política, este conflicto político hace tres meses, cuando estábamos en pleno proceso electoral. A él no le importó, lo que quería es que yo no participara en esa sesión en la que él buscaba prorrogar su mandato y lo hizo, quitó a los que pudieran decir contra él.
P. Usted y Moreno tenían buena relación en el pasado. ¿Qué pasó? ¿Cuándo se dio la ruptura?
R. Teníamos una relación política de buena comunicación. El problema fue cuando él quiso ser dirigente y yo le dije que él quería sumisos, quería que se sumaran con él, que estuvieran con él. Le dije que no, que iba a tomar las decisiones en un momento y esto no le gustó. Yo no estoy para cuidar que se enoje o no se enoje. Actúo con base en mis convicciones. Pero el señor está acostumbrado a que estás con él o contra él. Y lo sigue haciendo hoy. Ha expulsado a muchísimos que están en desacuerdo con su manera de llevar el partido.
P. ¿Quién apadrinó a Moreno hasta la dirigencia del partido?
R. Hubo acuerdos con varios gobernadores de apoyarlo y se vale. Lo que no se vale es apoyarlo y después ya no controlarlo. Lo dejaron ser y luego lo dejaron deshacer. Por eso terminó en conflicto con todos, no les cumplió. No hablo de las candidaturas, sino de acuerdos de controles plurales dentro del PRI. Se hizo de absolutamente de todo. Les falló a todos.
P. ¿Se sintió traicionado por los priistas que no le apoyaron?
R. En 2021, [Moreno] hizo acuerdos que no cumplió. A gobernadores, a muchos dirigentes fuertes que merecían tener espacios, tampoco les cumplió. Lo increíble es que es a varios de esos les está volviendo a comprometer para 2024 y le han creído. Parece que no conocen al personaje, es tan fácil como escuchar al de al lado y saber que lo que te prometió a ti se lo acaba de prometer también al de al lado. Ese es Alejandro Moreno y va a volver a traicionar al PRI. Con los de la vieja guardia, yo [estoy] muy extrañado. Hubo momentos en los que estaban muy combativos. Hubo momentos en los que estaban echados para delante y hubo momentos en que ya no se les encontraba. Sus razones han de tener para haber actuado así.
P. La respuesta de la dirigencia ha sido decir que pondrán las renuncias en un bote de basura. ¿Qué piensa?
R. Yo protejo mi carrera con hechos y con toda una historia de trabajo para el PRI, pero van a echar a la basura historias de mucha gente que durante muchos años estuvo en el PRI. No hay argumentos más que discursos de enfrentamiento, de encono, de desquite. Más de la mitad de las veces que he sido representante popular, Alejandro Moreno ha sido pluri [candidato plurinominal]. Entonces solito se dan machucones en los dedos. Solitos se resbalan en sus propios discursos y palabras.
P. ¿Cómo fue tomar la decisión de irse del PRI? ¿Cómo fueron las conversaciones con los otros senadores?
R. Muy difícil. Fue una decisión personalísisima. Saber que eran muchos años, pero que yo no me podía prestar a esto. A lo largo de la historia del PRI, el actuar de algunos nos ha pesado a todos. Que si alguien cometió algún acto de corrupción, que si alguien tuvo un abuso, pues le pega todo el PRI. Así nos ha sucedido. Y bueno, pues uno lo enfrenta y dice: “Es que yo no soy él”. Pero lo que vino con Alito fueron traiciones y acuerdos que ha tenido con el Gobierno. Entonces van a volver a involucrar al PRI, van a volver a decir es el PRI y yo no quiero, ante esas decisiones, que me involucre. Sí lo analicé mucho. Pero preferí dejar más de 40 años de trabajo a seguir siendo indirectamente comparsa de sus decisiones.
P. ¿Qué le espera en su futuro? ¿Se va a sumar a otro partido?
R. Hoy vamos a acercarnos a la gente. No me corre prisa reinventarme, no me puedo salir de lo que viene hoy electoralmente. Ya estamos en ello. Pero vamos de esperar a ver cómo se decantan las candidaturas y entonces ya tomar decisiones. Y cómo se decanta este personaje que puede echar a perder todo lo que toca.
P. Los senadores Eruviel Ávila y Claudia Ruiz Massieu y el exgobernador de Hidalgo Omar Fayad estuvieron esta semana en la presentación del proyecto nacional de Movimiento Ciudadano. Usted, ¿por qué no fue?
R. Me invitaron. Pero yo no quiero prestarme a que mañana digan “estaba ya con Movimiento Ciudadano”. Mis compañeros que fueron tampoco traen un acuerdo con Movimiento Ciudadano. Déjeme hablar por ellos: con ninguna dirigencia de ningún partido tengo ningún acuerdo y estoy seguro que tampoco mis compañeros. Ya habrá tiempo para las decisiones que se tengan que tomar.
P. ¿Sigue apoyando a la alianza Va por México?
R. Pienso que una alianza es necesaria para poder enfrentar a un Gobierno que lleva cuatro años rompiendo la ley y con los candidatos expuestos. La única forma de competir con eso es una alianza, pero una buena alianza. Por eso digo que me esperaré a ver cómo decanta esta alianza y a tomar una decisión.
P. ¿Formaría parte de la alianza aunque ya no esté en el PRI?
R. Sí, por supuesto. [El PRI] Es uno de mucho. Y veo muchos ciudadanos, organizaciones sociales. Es una alianza también en la que viene la sociedad. Entonces se vale y tampoco voy a pedir permiso.
P. ¿Le gusta el perfil de Xóchitl Gálvez como candidata?
R. La conozco de hace muchos años. Creo que puede ser una muy buena contrincante política. Tiene los arrestos y el conocimiento, y nadie le puede rebatir sus orígenes. Entonces, creo que se pone pareja la elección.
P. Ha dicho en el pasado que Moreno terminará rompiendo la alianza. ¿Sigue pensando lo mismo?
R. Sigo pensando que sí. Si algo no le conviene, lo va a volver a hacer.
