El Gobierno de México organiza la recolección de ayuda en alimentos para Perú y la repatriación de sus connacionales, informó el canciller, Marcelo Ebrard.
“En comunicación con varios grupos de mexicanos en Perú. Organizando apoyo para alimentos y apoyo. Coordinando esfuerzos para acelerar su retorno a México”, publicó el secretario de Relaciones Exteriores en su cuenta de Twitter.
El embajador mexicano en Perú, Pedro Monroy, publicó en la misma red social números telefónicos “para emergencias” que atiende la legación, y un portal para registraros de la situación y ubicación de personas mexicanas en el país andino.
México suscribió a con Argentina, Bolivia y Colombia un pronunciamiento emitido el 12 de diciembre en el que piden “buscar una salida democrática sin violación a derechos humanos al conflicto de Perú” y expresaron su solidaridad con el pueblo peruano, indicando que “no debe ser víctima de represión”.
Los cuatro Gobiernos latinoamericanos exhortaron en un posicionamiento conjunto a quienes integran las instituciones peruanas, “abstenerse de revertir la voluntad popular expresada con el libre sufragio”.
El Gobierno de Perú decidió este 14 de diciembre declarar el estado de emergencia nacional a causa de las protestas sociales que se vienen dando en el país.
El pasado 13 de diciembre, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, pidió respeto a la voluntad popular que eligió como mandatario de Perú a Pedro Castillo (2021-2022), quien fue destituido por el Congreso y detenido la semana pasada, después de que ordenara la disolución del parlamento.
“Se debe respetar la voluntad del pueblo que lo eligió [a Castillo], reconocer que ganó democráticamente y que no se le puede destituir. Eso, de origen, aunque esté en la Constitución peruana, tiene un problema, una falla antidemocrática de origen”, comentó el jefe de estado a periodistas.
López Obrador rechazó un señalamiento de la Cancillería peruana en el cual denuncia “las expresiones de las autoridades mexicanas, constituyen una injerencia en los asuntos internos del Perú, y no resultan consistentes con los acontecimientos”.
Castillo solicitó asilo a México y el Gobierno norteamericano ha ofrecido concederle ese beneficio, pero el exmandatario enfrenta un juicio acusado de rebelión.
En cuanto al reconocimiento de la presidenta Dona Boluarte —quien ocupaba la vicepresidencia antes de la destitución de Castillo—, el jefe de Estado mexicano apuntó que las relaciones se encuentran “en pausa”, sin explicar el significado jurídico de su anuncio.
Con información de Sputnik.
