La inflación se aceleró en México en julio y se colocó en 8,15% interanual, el nivel más elevado desde 2000, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
“En julio de 2022, el Índice Nacional de Precios al Consumidor [INPC] presentó una variación de 0,74% respecto al mes anterior. Con este resultado, la inflación general anual se colocó en 8,15%”, indica el informe mensual del organismo estatal.
Ese resultado de los precios al consumidor es el mayor nivel de la inflación desde hace más de dos décadas, luego de que en diciembre del 2000 fue de 8,96%.
En el mismo mes del año pasado, “la inflación mensual fue de 0,59% y la anual, de 5,81%”.
El “índice de precios subyacente” -que descarta los productos con precios volátiles según las estaciones del año-, “registró un avance de 0,62% mensual y de 7,65% anual”.
El “índice de precios no subyacente” -que considera a todos los productos de la canasta-, “aumentó 1,09% a tasa mensual y 9,65% a tasa anual”.
Al interior del índice subyacente, que es el más observado por el banco central para tomar sus decisiones de política monetaria “a tasa mensual, los precios de las mercancías incrementaron 0,72% y los de servicios, 0,50%”.
Dentro del índice no subyacente, “a tasa mensual, los precios de los productos agropecuarios subieron 1,64% y los de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, 0,63%”.
Impacto en las tasas de interés
Con esos resultados, el Banco de México (central) podría continuar con los incrementos en la tasa de interés de referencia en la próxima reunión del 11 de agosto.
El 23 de junio, la Junta de Gobierno del banco estatal decidió por primera vez en sus más de 25 años de autonomía un incremento de 0,75 puntos porcentuales a la tasa de interés interbancaria y la colocó en 7,75%, con el fin de contener la inflación.
Con este resultado, el banco central podría sumarse a las decisiones de la Reserva Federal de EEUU y los mercados esperan otro incremento de la misma magnitud.
La inflación mundial se presenta en el marco de la recuperación económica tras el impacto de la pandemia, y los elevados precios de combustibles y alimentos, en el marco de conflictos internacionales.
El pasado 2 de agosto el Gobierno de México informó que ha destinado casi 29.000 millones de dólares para un paquete económico contra la inflación y la carestía acordado con el sector agroindustrial en mayo.
El costo del programa representa más del 9% del presupuesto del Gobierno federal aprobado por el Congreso para 2022, de poco más de 300.000 millones de dólares.
Según la cartera federal de Hacienda, con esos subsidios la canasta básica de 24 productos se ha estabilizado en este periodo en contraste con la canasta del INPC que marca la inflación oficial.
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