Su patrocinio de los escuadrones Magic-Kareem de los años 80 me dio una nueva apreciación de su singular deseo por la vida.
Las fotografías icónicas de la NBA tienden a caer en algunas categorías distintas. Tienes tus tiros sinceros (Michael Jordan llorando sosteniendo su primer Trofeo Larry O’Brien) y tus tiros de juego en vivo (Kawhi Leonard y Joel Embiid en la fracción de segundo antes de que el zumbido de Leonard enviara a los 76ers de Embiid a casa desde los playoffs). Luego tienes las tomas de estilo fuera de la cancha: busca en Google “abrigo de piel de Isiah Thomas” y verás la línea clara con los reyes del ajuste moderno como LeBron y Russell Westbrook.
Pero esta foto de 1986 de Jack Nicholson por Brian Lanker, donde la estrella está en brazos de los jugadores de los Lakers Michael Cooper, Byron Scott, Kurt Rambis y Magic Johnson, todos ellos con gafas de sol, parece pertenecer a otra categoría por completo. Los Lakers, especialmente esa era del equipo, siempre están a la vanguardia de la NBA, incluso cuando son mediocres, siempre existe la sensación de que no lo serán por mucho tiempo. Nicholson es, bueno, él es Jack. Podrías decir ese nombre tan común, y la gente probablemente tendrá una visión de Nicholson gritando “No puedes manejar la verdad” en sus cabezas, incluso si su padre o hermano comparten el mismo nombre.
Encontrar una foto de Nicholson en los años 70 u 80 donde no se ve muy bien es una tarea difícil. En la foto de los Lakers, por ejemplo, está con una camisa amarilla, pantalones blancos y un par de dólares con cordones de color amarillo brillante. Eso suena bastante básico, pero en ese momento Nicholson era uno de los actores más importantes del mundo, justo en medio de una carrera de varias décadas de grandes películas (desde The Shining de 1980 hasta Batman de 1989), todo lo cual mejora la elemento fresco por un factor de 19 mil millones. Además, está pasando el rato con muchachos del equipo de baloncesto que definió una era y que él ayudó a hacer famoso, a pesar de que nunca se vistió. tiempo ganador, la nueva serie producida por Adam McKay sobre esos Lakers, solo tiene algunos destellos de Jack (interpretado por Max E. Williams), pero aún es difícil imaginar Showtime sin él.
Nicholson y su amigo, el productor discográfico Lou Adler, han tenido boletos de temporada en la cancha desde principios de la década de 1970. En una entrevista, Jeff Pearlman, autor de Showtime: Magic, Kareem, Riley, and the Los Angeles Lakers Dynasty of the 1980s, el libro en el que se basa Winning Time, dice que asegurarse de que todos supieran que Jack estaba en los juegos era parte de La experiencia de los Lakers. “Jerry Buss quería crear esta ‘cosa’”, dice. “Compró el equipo en 1979 cuando la NBA se trataba de baloncesto, no de entretenimiento. Buss pensó que el entretenimiento se vendía: el baloncesto era algo así como el entretenimiento 1A, por lo que eran las Laker Girls, el Forum Club, la música a todo volumen, etc.
En 2020, durante las profundidades de la pandemia, vi muchos juegos de baloncesto antiguos, incluidos muchos con los Showtime Lakers. Siempre supe que Nicholson era un gran admirador. Pero no estaba preparado para lo notable que realmente era Nicholson. No crecí siendo fanático de los Lakers, así que siempre pensé que era más algo casual, pero no: Jack asistió a casi todos los juegos que vi en el Foro de los Lakers y, a menudo, era el centro de atención.
Lo que pasa con ver un juego antiguo de los Lakers y ver a Nicholson, en lugar de mirar fotos de él o verlo actuar, es que te estás acercando lo más posible a la realidad. En cualquier video que mencione, Nicholson simplemente está…pasando el rato, con su propia ropa. En la era de Showtime, puedes encontrarlo vistiendo de todo, desde chaquetas de cuero negro hasta grandes contrastes de patrones, como pantalones verdes a cuadros y un espacioso oxford amarillo con cuadros más pequeños. Hay uno que me gusta especialmente, de 1990, donde Nicholson usa lo que parece un traje de terciopelo azul con calcetines a cuadros blancos y negros. Junto a él, Adler viste una chaqueta deportiva a cuadros, jeans y un gorro negro de punto que parece algo que Peter Tosh pudo haber usado.
La mística de Nicholson siempre es innegable, y acceder a cualquier juego aleatorio de los Lakers te permite ver al artista en su verdadero elemento: como un acérrimo fanático del baloncesto. Se ve y se siente natural, como si estuviera usando, actuando y haciendo exactamente lo que quiere. A menudo, esta mística se extiende a las personas que trae a los juegos, ya sea un juego de 1990 con Michael Douglas sentado a su lado, cualquiera de las veces que tuvo a su coprotagonista de Easy Rider , Dennis Hopper, a su lado o cuando le dijo a Adam Sandler que era hora de irse un poco antes porque los Lakers estaban siendo golpeados bastante mal.
Hoy, Nicholson tiene 80 años. Aparentemente se retiró de la actuación, ya que su última película fue How Do You Know de 2010. Cuando llega a un juego de los Lakers, es digno de una historia de Page Six. Ahora ha entrado en una fase extraña: es relevante para una nueva generación no por su larga carrera, sino porque se ha convertido en un Dios Fit de Instagram de primer orden. Pero lo que se pierde en nuestras vidas influenciadas por algoritmos es que tiene que haber algo más que una simple mirada. Casi al mismo tiempo que estaba pasando por mi agujero de conejo de los Lakers de los 80, comencé a leer The Big Goodbye, el fantástico libro de Sam Wasson sobre la creación de Chinatown. Según el libro de Wasson, Nicholson tenía una “pirámide de cocaína opulenta” en su casa y un cuenco lleno de billetes de cincuenta dólares rotos que él veía como una instalación de arte en curso, en la que invitaba a los invitados a arrojar su propio dinero roto. Wasson conecta esto con una cita de la amiga de Nicholson, la actriz Karen Black, acerca de que Nicholson “supone que hay personas presentes. Es una especie de gracia que concede a los demás”.
Esa cita en particular me llamó la atención mientras bajaba por un agujero de gusano en tándem de películas de Nicholson y viejos juegos de los Lakers. En sus películas, está tan en el momento pero también tiene el control total. Y todo eso también se exhibe en el Foro. Más que solo una foto en forma, también obtienes el contexto y la razón por la que todavía estamos obsesionados con el chico hasta el día de hoy. Se le recuerda que puede intentar vestirse como Nicholson mirando fotografías antiguas de él, pero usted no es Jack. La ropa es fácil; es la actitud que es la clave.
Con información de GQ.
