Los familiares también señalaron que ante las autoridades los propietarios de la maderería se deslindaron del trabajador, indicando que no conocían a la persona y que había llegado allí de la nada.
Familiares del pastor José Humberto Leyva, aseguraron en entrevista exclusiva que el homicida identificado como empleado de una maderería posiblemente no cometió el crimen por robarle dinero, ya que la tarde del 26 de abril cuando la víctima acudió al establecimiento ubicado en el ejido Francisco Villa no llevaba una gran cantidad de efectivo, y había antecedentes de que el asesino tenía conflictivo ideológico por la labor del pastor y en especial cuando llegaba al lugar y en ocasiones con algunas personas hablaba de la palabra de Dios.
“El pastor ese día ya había pagado la madera temprano ya no llevaba dinero, regresó por la tarde para recogerla, iba solo, esa vez no lo acompañaron mis primos ni nadie como a veces lo hacían, entonces lo que comentaron las personas que estaban allí fue qué el pastor estaba esperando a que le cargaran la camioneta, estaba de espaldas, la persona que lo atacó estaba mirando, cuidándose de las cámaras y después lo agredió”, relató un familiar de José Humberto Leyva.
De acuerdo a las primeras versiones que surgieron por partes policiales y testimonios recabados, fue que el pastor era cliente frecuente de la maderería ubicada sobre la calle Sauce de la colonia Ejido Francisco Villa, compraba cantidades considerables de material y el empleado del lugar al tener esta actividad detectada con un arma blanca espero el momento para asaltarlo.
“Era un hombre muy querido por la comunidad, por todo lo que hacía por muchas personas, por las acciones que hacía en el ejido, y duele leer comentarios que la gente sin saber hace como esos de ‘todo lo que agarraba del diezmo’, cuando no es así; él trabajaba como comerciante vendiendo diversos artículos y lo de la madera era parte de un proyecto para seguir ayudando a comunidades aquí y también iba ir a Sinaloa para ayudar con buenas obras y llevar la palabra de Dios”.
Conflicto religioso:
En la entrevista concedida a este medio, los familiares señalaron que José Humberto era una persona de semblante alegre y amigable con todos, gran parte del personal de la maderería ya lo conocían, muchos de los empleados sabían de su labor humana y religiosa, por tal motivo con varios de ellos compartía en lo que hacía las compras algunas anécdotas.
“Esa persona en particular que le arrebató la vida es lógico que no está bien de sus facultades mentales , era notorio que le causaba molestia cuando escuchaba al pastor hablando de la palabra de Dios con alguien de allí, e inclusive era muy común que el pastor se despidiera o saludara usando ‘Dios te bendiga’, y eso le causaba choque, aunque el pastor nunca le habló mal a esa persona ni nada por el estilo, por el contrario siempre fue amable saludando y como debe de ser, dando un buenos días o buenas tardes”.
Los familiares también señalaron que ante las autoridades los propietarios de la maderería se deslindaron del trabajador, indicando que no conocían a la persona y que había llegado allí de la nada, a pesar de qué hay testigos y registros de las labores de esa persona en el establecimiento.
Reclamo de justicia:
“Queremos que se haga justicia, no es posible que un hombre que era útil para la comunidad, que ayudaba al que lo necesitaba, que se esforzaba por sacar adelante a la gente en una ciudad con tanto problema como TIjuana le hayan arrebatado la vida de esta manera. Y no es justo que el asesino siga libre, que lo estén encubriendo, porque se nos han acercado y nos han dicho de los antecedentes de esta persona y no es la primera vez que asesina a alguien, según nos informan hizo lo mismo con un policía de Rosarito”.
Por el momento el caso se encuentra bajo investigación de la Fiscalía General del Estado, quienes no han declarado sobre alguna línea de investigación con relación al caso. Por otra parte familiares, amigos y miembros de la comunidad religiosa de José Humberto Leyva le darán el último adiós a su cuerpo este fin de semana, y a su vez reiteran el reclamo de justicia por el crimen cometido.
