16 años de la muerte de Valentín Elizalde, el ídolo de México que fue masacrado con 70 balazos

Le decían el Gallo de Oro. Su apodo describía bien su carrera: exitosa, reluciente y siempre en ascenso.


El 1 de febrero de 2022 hubiera cumplido 43 años una de las mayores figuras de la música popular mexicana: Valentín Elizalde, cuya carrera le fue arrebatada en lo que muchos describen como una de las peores masacres perpetradas por el narcotráfico. Hoy, lo que sí, es que cumple 16 años de aquella noche.

Le decían el Gallo de Oro. Su apodo describía bien su carrera: exitosa, reluciente y siempre en ascenso. En el primer lustro de la década de los 2000, no había cantante en México que le hiciera competencia. La música banda era lo suyo, desde las baladas románticas hasta los corridos. El género favorito de los grandes capos de la droga

Sin embargo, la música, la fiesta y las armas forman una ecuación que, aunque frecuente en la cultura mexicana, casi nunca arroja buenos resultados.

Los líderes del crimen organizado hallan en los palenques —eventos populares donde hay peleas de gallos, conciertos y todo tipo de amenidades— un reducto para divertirse. El problema es cuando la alegría se despide y saludan los balazos. Valentín Elizalde recibió 70 tiros cuando salió de cantar de un palenque en Reynosa, Tamaulipas, el 25 de noviembre de 2006.

Ese mismo año, el expresidente Felipe Calderón llegó al poder con un objetivo: acabar con los cárteles de la droga a través de una guerra frontal en la que utilizaría al Ejército, la Marina y la Policía Federal como sus principales combatientes. Una cruzada que dejaría más de 350.000 muertos y decenas de miles de desaparecidos, según cifras del Gobierno estadounidense.

En ese contexto ocurrió el homicidio de Valentín Elizalde, que conmocionó al país entero. Sólo tenía 27 años y una carrera llena de discos de oro y de platino. Aquella noche en la que falleció, había cantado uno de sus grandes éxitos, A mis enemigos, un corrido que supuestamente reconocía al exlíder del cártel de Sinaloa, Joaquín Chapo Guzmán, quien en ese entonces mantenía una rivalidad contra Los Zetas en el norte de México, según versiones de artistas, productores y aficionados a ese tipo de música.


Desde entonces, las especulaciones de que el Gallo de Oro fue masacrado por Los Zetas se extendieron por la prensa mexicana, aunque en realidad fue confirmado por las autoridades hasta dos años después, el 21 de marzo de 2008, cuando el Ejército detuvo al agresor principal: Raúl Hernández Barrón, alias el Flander 1, exmilitar y fundador de Los Zetas.

Aunque hubo detenidos, el caso jamás se esclareció de manera judicial. La familia Elizalde prefirió guardar silencio. Hoy, millones de mexicanos recuerdan con terror la vez que el Gallo de Oro salió del palenque sólo para ser asesinado a tiros al lado de su representante, Mario Mendoza Grajeda; su primo, Fausto Tano, y su chofer, Reynaldo Ballesteros.

En YouTube circulan algunos videos de la última presentación del cantante originario de Jitonhueca, Sonora. Después de ese concierto, el artista recibió un baño de plomo desde una AK-47, una AR-15 y una .38 súper, según los primeros peritajes.


Criado en una familia de clase baja que vivió en varias ciudades del norte de México, Valentín Elizalde dejó desde muy joven su trabajo como rotulista y pintor para dedicarse a la música.

Pronto formó una dupla productiva con letrista Benny Camacho, quien se convirtió en el compositor de algunos de sus éxitos, como Nada, Te quiero así y Si me ven. Su canción más popular, sin embargo, fue Vete ya, la cual se mantuvo en las listas de radio de México y Estados Unidos durante varios meses.


Tras su muerte, productores y otros artistas colegas de Elizalde han revelado la cantidad de dinero que se movía en las presentaciones del cantante. Según Mario el Chachorro Delgado, íntimo amigo del artista, Valentín cobraba 1,5 millones de pesos (unos 73.000 dólares) por concierto, lo cual dejaba una ganancia semanal de hasta 4,5 millones de pesos (unos 220.000 dólares).

La fortuna acumulada se repartió entre sus tres hijas: Gabriela Elizalde, Valentina Elizalde y Valeria Elizalde, de acuerdo con declaraciones de los abogados que se han hecho cargo del caso.

Tras la muerte del Gallo de Oro ocurrieron otras tragedias en su familia. El 21 de junio de 2016, una de sus viudas, Blanca Vianey Durán Brambila, fue asesinada de dos disparos en la cabeza en Ciudad Obregón, Sonora. Según las autoridades, la mujer fue acribillada delante de su hija menor de edad. Nunca se esclarecieron los hechos.Ahora México recuerda a Valentín Elizalde como un cantante que pudo haber grabado mucho más que 10 discos. Muchos fans lo incluyen en el Club de los 27, al lado de Jim Morrison, Janis Joplin o Jimi Hendrix, quienes también murieron en circunstancias trágicas a los 27 años.

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Aldea84http://aldea84.com
Sitio para nativos y migrantes digitales basado en la publicación de noticias de Tijuana y Baja California, etnografías fronterizas, crónicas urbanas, reportajes de investigación, además de tocar tópicos referentes a la tecnología, ciencia, salud y la caótica -y no menos surrealista- agenda nacional.
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Le decían el Gallo de Oro. Su apodo describía bien su carrera: exitosa, reluciente y siempre en ascenso.


El 1 de febrero de 2022 hubiera cumplido 43 años una de las mayores figuras de la música popular mexicana: Valentín Elizalde, cuya carrera le fue arrebatada en lo que muchos describen como una de las peores masacres perpetradas por el narcotráfico. Hoy, lo que sí, es que cumple 16 años de aquella noche.

Le decían el Gallo de Oro. Su apodo describía bien su carrera: exitosa, reluciente y siempre en ascenso. En el primer lustro de la década de los 2000, no había cantante en México que le hiciera competencia. La música banda era lo suyo, desde las baladas románticas hasta los corridos. El género favorito de los grandes capos de la droga

Sin embargo, la música, la fiesta y las armas forman una ecuación que, aunque frecuente en la cultura mexicana, casi nunca arroja buenos resultados.

Los líderes del crimen organizado hallan en los palenques —eventos populares donde hay peleas de gallos, conciertos y todo tipo de amenidades— un reducto para divertirse. El problema es cuando la alegría se despide y saludan los balazos. Valentín Elizalde recibió 70 tiros cuando salió de cantar de un palenque en Reynosa, Tamaulipas, el 25 de noviembre de 2006.

Ese mismo año, el expresidente Felipe Calderón llegó al poder con un objetivo: acabar con los cárteles de la droga a través de una guerra frontal en la que utilizaría al Ejército, la Marina y la Policía Federal como sus principales combatientes. Una cruzada que dejaría más de 350.000 muertos y decenas de miles de desaparecidos, según cifras del Gobierno estadounidense.

En ese contexto ocurrió el homicidio de Valentín Elizalde, que conmocionó al país entero. Sólo tenía 27 años y una carrera llena de discos de oro y de platino. Aquella noche en la que falleció, había cantado uno de sus grandes éxitos, A mis enemigos, un corrido que supuestamente reconocía al exlíder del cártel de Sinaloa, Joaquín Chapo Guzmán, quien en ese entonces mantenía una rivalidad contra Los Zetas en el norte de México, según versiones de artistas, productores y aficionados a ese tipo de música.


Desde entonces, las especulaciones de que el Gallo de Oro fue masacrado por Los Zetas se extendieron por la prensa mexicana, aunque en realidad fue confirmado por las autoridades hasta dos años después, el 21 de marzo de 2008, cuando el Ejército detuvo al agresor principal: Raúl Hernández Barrón, alias el Flander 1, exmilitar y fundador de Los Zetas.

Aunque hubo detenidos, el caso jamás se esclareció de manera judicial. La familia Elizalde prefirió guardar silencio. Hoy, millones de mexicanos recuerdan con terror la vez que el Gallo de Oro salió del palenque sólo para ser asesinado a tiros al lado de su representante, Mario Mendoza Grajeda; su primo, Fausto Tano, y su chofer, Reynaldo Ballesteros.

En YouTube circulan algunos videos de la última presentación del cantante originario de Jitonhueca, Sonora. Después de ese concierto, el artista recibió un baño de plomo desde una AK-47, una AR-15 y una .38 súper, según los primeros peritajes.


Criado en una familia de clase baja que vivió en varias ciudades del norte de México, Valentín Elizalde dejó desde muy joven su trabajo como rotulista y pintor para dedicarse a la música.

Pronto formó una dupla productiva con letrista Benny Camacho, quien se convirtió en el compositor de algunos de sus éxitos, como Nada, Te quiero así y Si me ven. Su canción más popular, sin embargo, fue Vete ya, la cual se mantuvo en las listas de radio de México y Estados Unidos durante varios meses.


Tras su muerte, productores y otros artistas colegas de Elizalde han revelado la cantidad de dinero que se movía en las presentaciones del cantante. Según Mario el Chachorro Delgado, íntimo amigo del artista, Valentín cobraba 1,5 millones de pesos (unos 73.000 dólares) por concierto, lo cual dejaba una ganancia semanal de hasta 4,5 millones de pesos (unos 220.000 dólares).

La fortuna acumulada se repartió entre sus tres hijas: Gabriela Elizalde, Valentina Elizalde y Valeria Elizalde, de acuerdo con declaraciones de los abogados que se han hecho cargo del caso.

Tras la muerte del Gallo de Oro ocurrieron otras tragedias en su familia. El 21 de junio de 2016, una de sus viudas, Blanca Vianey Durán Brambila, fue asesinada de dos disparos en la cabeza en Ciudad Obregón, Sonora. Según las autoridades, la mujer fue acribillada delante de su hija menor de edad. Nunca se esclarecieron los hechos.Ahora México recuerda a Valentín Elizalde como un cantante que pudo haber grabado mucho más que 10 discos. Muchos fans lo incluyen en el Club de los 27, al lado de Jim Morrison, Janis Joplin o Jimi Hendrix, quienes también murieron en circunstancias trágicas a los 27 años.

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