POR SUS PLEITOS CONSTANTES ACUSACIONES CONTRA EL DIRIGENTE NACIONAL, MARIO DELGADO Y OTROS MORENISTAS.
El “miedo no anda en burro” y el exgobernador Jaime Bonilla lo tiene muy claro.
Por eso, cercanos al exmandatario ya le avisaron que sus días en Morena están contados.
Ya ni en Los Pinos lo quieren.
Esa es la razón por la que, hace semanas, Bonilla empezó a cortejar al PT, a ofrecerle financiamiento para sus campañas, a cambio de que lo pongan en un lugar elevado de su lista de candidatos de representación proporcional para el Senado, en el sexenio 2024-2030.
Así, Bonilla seguiría teniendo fuero para evadir responsabilidades como la investigación del desvío de recursos públicos para la planta fotovoltaica de Next Energy, de la cual no puso ni un ladrillo, pero por la que el Gobierno del Estado sigue intentando recuperar 123 millones de pesos que, indebidamente, retuvo una institución bancaria.
Ahora, Bonilla será expulsado por sus dichos contra Mario Delgado y otros morenistas.
Por esa causa, Bonilla se aferra desesperado al PT, que es su única “tablita” de salvación porque, si no, el 1 de septiembre de 2024 tendría que huir.