El Departamento del Interior de Estados Unidos anunció reducciones en el flujo de agua del río Colorado, que alimenta tanto al país norteamericano como a México, para atender la sequía y los niveles mínimos históricos de almacenamiento de agua que enfrentan.
El río Colorado es un cuerpo de agua de más de 2.300 kilómetros que corre por Colorado, Utah, Arizona, Nevada y California, en el lado estadounidense, y Sonora y Baja California en territorio mexicano, para desembocar en el Golfo de California, hábitat natural de la vaquita marina, en peligro de extinción.
La Administración del presidente Joe Biden anunció en un comunicado el recorte del flujo de un río que, además de arribar a México, alimenta a ciudades como Las Vegas, Denver, Phoenix y Los Ángeles.
El estado de Arizona enfrentará una reducción de alrededor del 21% de su asignación anual, Nevada un 8% del agua que recibe del río Colorado y México padecerá el recorte del 7% de la porción que le corresponde.
“Con el fin de evitar un colapso catastrófico del sistema del río Colorado y un futuro de incertidumbre y conflicto, el uso de agua en la cuenca debe ser reducida”, declaró la secretaria asistente de agua y ciencia del gobierno estadounidense, Tanya Trujillo.
La comisionada del Buró de Reciclaje, Camille Calimlim Touton, agregó que el recorte se operará de manera coordinada con México y con las tribus indígenas que se alimentan del río Colorado.
El Departamento del Interior estadounidense justificó la decisión en afirmar que la sequía en el oeste de Estados Unidos ha ido empeorando, lo que requiere acciones urgentes para mejorar la sustentabilidad del río Colorado en el largo plazo, además de mejorar el suministro de líquido en los lagos Powell y Mead rumbo al 2023, pues ambos enfrentan mínimos históricos.
El cambio climático ha agudizado problemas como una prolongada sequía, lo que deriva en la reducción de niveles de agua en ambos lagos, la cual continúa a pesar de dos décadas de acciones gubernamentales, aseveró la dependencia federal.
Biden anunció una inversión de 4.000 millones de dólares en labores de administración y conservación de agua en la cuenca del río Colorado y otras áreas con niveles similares de sequía.
El Departamento del Interior advirtió que, no obstante los 23 años de sequía que experimenta la zona, en 2023 continuará el proceso de deterioro de las reservas de líquido, por lo que perfilan un plan de conservación para los lagos Powell y Mead proyectado al menos a 2026.
Con información de Sputnik.
