López-Gatell acusó que en varios estados se relajaron las medidas de prevención ante la pandemia, lo cual puede empeorar la incidencia de contagios a partir de la llegada de la temporada de influenza.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, descartó el pasado 21 de octubre que exista un rebrote de COVID-19 en el país, tal como ya lo había aseguró la Secretaría de Salud días antes.
Según el mandatario, actualmente hay 20 estados en el país latinoamericano que muestran un descenso en su incidencia de contagios. Asimismo, destacó que la mortalidad por la pandemia en México ha descendido 60% en comparación con el pico de muertes registrado en julio.
“No hay todavía rebrotes. Hay algunos estados en donde ha aumentado el contagio, pero no se puede hablar de un rebrote. Están disminuyendo, que eso nos importa mucho, es lo que más nos interesa, los fallecimientos”, mencionó.
Sin embargo, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, llamó a la población a mantener las medidas sanitarias, así como a quedarse en casa cuando sea posible, debido a que en ocho entidades “se asoma el heraldo de un posible rebrote“.
Alcocer se refirió al crecimiento en los contagios en entidades como Aguascalientes, Coahuila, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Nuevo León, Querétaro y Zacatecas, una tendencia que el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) resaltó como un indicio del posible rebrote de COVID-19 en México.
“Sí estábamos con un descenso… en las últimas semanas ha habido una meseta. En la estimación de hoy [18 de octubre] no hubo un cambio en los casos de la curva nacional, ya que es una combinación de diferentes curvas y es posible que tengan ascensos en algunas y, en otras, descensos”, explicó el director general del Cenaprece, Ruy López Ridaura.
Este anuncio generó que los gobiernos de Coahuila, Nuevo León y San Luis Potosí analicen la posibilidad de endurecer sus medidas para contener los contagios.
Del mismo modo, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, recordó el 20 de octubre que desde mayo había advertido que la pandemia podría recobrar fuerza a finales del año.
“Hoy esto puede estarse concretando. ¿Por qué lo dijimos tan tempranamente? Porque estamos convencidos en este Gobierno que, cuando las cosas van bien hay que decirlo, cuando las cosas no van tan bien hay que decirlo, cuando las cosas van mal, hay que decirlo”, aseveró.
Desde su perspectiva, aunque la pandemia ha registrado 12 semanas de reducción constante en la curva de contagios, la velocidad de esta tendencia ha disminuido. Del mismo modo, indicó que la ocupación de camas con ventiladores ha vuelto a crecer en los últimos días, lo cual puede ser otro síntoma del rebrote del COVID-19.
“La expresión que usamos es que vemos estas señales tempranas de rebrote, lo estamos interpretando día con día y lo estamos comunicando día con día”, explicó.
Pese a todo, dijo que las aparentes contradicciones entre los informes de las autoridades sanitarias con los dichos del presidente no son ciertas.
“Estamos teniendo apreciaciones sistemáticas de todos los fenómenos. El presidente esta mañana dijo inmediatamente después de que el doctor Alcocer dijo: vemos señales de rebrote, él dijo: no hay rebrote. Y luego yo me paré y dije: hay señales tempranas de rebrote. ¿Por qué razón? Porque el presidente está viendo integralmente la nación en muchos campos que a nosotros no nos corresponde atender”, señaló.
Además, López-Gatell acusó que en varios estados se relajaron las medidas de prevención ante la pandemia, lo cual puede empeorar la incidencia de contagios a partir de la llegada de la temporada de influenza.
“Se hizo un desconfinamiento muy rápido. Se autorizaron, por ejemplo, fiestas u ocurrieron fiestas, nos hablaron de algunos estados que tuvieron bodas con más de 1.000 personas y de repente resultaron enfermas 125 personas de los mismos asistentes a una boda. O se abrieron los bares o se permitieron las congregaciones masivas o se permitieron festivales”, apuntó.
Hasta el 20 de otubre, México suma 86.893 muertes confirmadas por COVID-19, así como un acumulado de 860.714 casos positivos de esta enfermedad.