La FGR considera que por las declaraciones de Lozoya son falsas pues siguió recibiendo sobornos después de la victoria de Enrique Peña Nieto, por lo que él fuera el único beneficiado.
La Fiscalía General de la República de México (FGR) podría dejar fuera del caso de los sobornos de Odebrecht al expresidente de México Enrique Peña Nieto y su secretario Luis Videgaray, por lo que toda la responsabilidad del caso recaería en el exdirector de Petróleos Mexicanos Emilio Lozoya, actualmente preso en el Reclusorio Norte de la CDMX.
De este modo, la fiscalía mexicana desecharía los argumentos que Lozoya Austin defiende en los juzgados, y en los cuales sostiene que tanto Peña Nieto como Videgaray Caso también se beneficiaron de los sobornos que él mismo aceptó recibir de la constructora brasileña para ayudarla con licitaciones de obra pública.
Según la acusación final de la FGR en contra del exdirector de Pemex, difundida este 14 de febrero por Animal Político, el exservidor público recibió millonarios sobornos entre 2012 y 2014 con los cuales habría comprado una casa en Ixtapa Zihuatanejo.
En la primera acusación, Emilio Lozoya afirmó que los sobornos se hicieron por dos razones: facilitar que Odebrecht consiguiera varios contratos de obra pública y financiar la campaña presidencial de Peña Nieto, en 2012.
Sin embargo, la FGR considera que dichas afirmaciones son falsas pues Lozoya Austin siguió recibiendo sobornos después de la victoria de Peña Nieto, lo que, según los fiscales del caso, demostraría que el único beneficiario fue el exdirector de Pemex.
De acuerdo con la investigación contenida en la carpeta FED/SEIDF/CGI-CDMX/0000117/2017, Odebrecht facilitó los sobornos para el exfuncionario mexicano a través de su División de Operaciones Estructuradas, entre 2012 y 2014.
En la indagatoria se menciona que la primera parte de los sobornos, correspondiente a 4 millones de dólares, se comenzaron a transferir entre abril y junio de 2012, en la recta final de la campaña presidencial de Peña Nieto. En noviembre, se hizo otro pago de 1,5 millones de dólares.
A estos pagos se suma el acordado en 2013 , ya cuando Emilio Lozoya era director de Pemex, por un monto de 6 millones de dólares para la adjudicación de los contratos para la refinería de Tula. Dos millones se pagarían por adelantado y el resto cuando se obtuviera la licitación.
Estos contratos, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, tuvieron un sobrepecio de 300% y representaron pérdidas por más de 950 millones de pesos (47,5 millones de dólares).
Todos los pagos se hicieron a través de empresas fantasmas como Innovation Research Engineering y Latin American Asia Capital Holding, con sede en las Islas Vírgenes Británicas, y de las cuales sólo eran beneficiarias Lozoya Austin y su hermana.
Para sostener la acusación, las autoridades mexicanas presentarán 59 pruebas y solicitarán la declaración de 19 testigos, entre los que destacan exfuncionarios de Odebrecht como Norberto Odebrecht, Marcelo Bahía Odebrecht y Luis Alberto de Meneses Weyll.
La FGR solicita una pena de más de 46 años y seis meses de prisión en contra de Emilio Lozoya, así como una multa de 87 millones de pesos (4,35 millones de dólares) como compensación. La fiscalía también solicitará prisión en contra de la madre del exfuncionario mexicano, Gilda Susana Austin, a quien acusa de ser beneficiaria y cómplice de los sobornos.
