En mi vecindario hay un niño alfa, de esos que ya escasean. Líder nato, atrevido y valiente, son algunas de sus múltiples cualidades que pone en ejecución contra una vasta y heterogénea grey de mocitos de colegio con buen dominio del inglés, mismos que comúnmente se impresionan ante las aventuras del pequeño que bifurca su personalidad con la fuerza de Juliancito Bravo y Tom Sawyer, conjugado con un físico y cabello muy parecido al de Jürgen Damm.

-Mientras escribo esto, de reojo veo Oblivion. Jamás me llamó la atención, y hoy tampoco. Sin embargo, no deja de ser hipnótico el rostro de la ucraniana Olga Kurylenko. Rápido acudo a Google y veo sus fotos. Hago scroll y me cansa ver sus mismas poses de alfombra roja. Entonces realizo el ritual (posiblemente calificado como cosificador y misógino…y de cárcel) que comúnmente pongo en práctica con las mujeres famosas de Hollywood. En el buscador, donde ya previamente está tecleado su nombre, le agrego la palabra “nude”. Sé que habrá algún resultado. Y sí, no me equivoqué: ante la pantalla aparece ella, con sus imponentes ojos verdes, sus labios rebosantes, sus redondos senos que rodean unos muy delicados y pequeños pezones y un monte de venus adornado con una delgada y elegante línea de vello púbico, en una sesión de fotos que tiene todo el estilo de Terry Richardson. ¿Usará Braun o todo será con cera? Es una buena pregunta en pos de saber la delicadeza de su piel.

-El lenguaje y manejo kinésico del niño Alfa sobresale sobre el resto de todos sus compañeros de aventuras. “¡Quita esa cochinada de mi vista!” fue una gema de frase que hace pocas semanas soltó contra uno de sus pequeños amigos; por el silencio que prevaleció, intuyo que los presentes se quedaron helados ante la gallardía y manejo de emociones del mocito. Yo en ese momento me encontraba en la sala con mi esposa viendo una película y tras acabar de escucharlo, ya que comúnmente juegan a la altura del patio frontal, fue imposible no voltearnos a ver a los ojos y soltar la risa, pero, ante todo, quedar impresionarnos por la fiereza comunicativa en el desenvolvimiento de sus funciones como el capitán que es.

-Este semestre renuncié de manera temporal a dar clases. Hay otras cosas que requiero hacer, esperando volver más pronto que tarde. Imposible no voltear hacia atrás y ver lo que he aprendido y lo que extrañaré estos meses estar en una sesión.

-En su momento, en mi muy querida calle Pípila de la colonia Guanajuato (arribita de la Benton), en donde residí desde los 4 a los 15 años, viví bajo las enseñanzas callejeras de un niño Alfa. Eran varios los que había entre todas las casas, pero Fernando era con el que más me juntaba durante el trayecto de los 5 a los 7. Admiraba demasiado su creatividad. Casi todos los días tenía un nuevo invento que nos presumía y era la envidia de todos nosotros. Nos enseñaba el cómo construirlos. A veces equipaba tirafichas con doble cañón, gatillo y mirilla. A veces armaba micrófonos con palos de madera, tape negro y demás cosas que encontraba en su patio, en donde también nos tocaba jugar a los pocitos. En otras ocasiones se convertía en el mejor ingeniero de carreteras y construía puentes y túneles en los que metíamos nuestros carritos Hot Wheels. Supongo que él tendría unos 3 ó 4 años más que yo. De repente lo dejé de ver. Su mamá lo mandó para Los Ángeles, de donde era. A los años, tras cambiarme de domicilio, supe que volvió, pero ahora convertido en un ratero que hurtaba los domicilios de los mismos vecinos. Algo falló en el trayecto de Fernando. Hoy no sé si aún viva.

-En Efukt hay un excelente e hilarante vídeo titulado “Advanced sex moves 2021”. Sin desperdicio alguno de principio a fin. Les invito a verlo y llevarse la sorpresa, entre uno de los tantos clips que lo componen, encontrarse con una nueva versión del mítico Nigga Flipp.

-El viernes por la tarde el niño Alfa tuvo un accidente. Estaba trepado en un árbol que hay en el patio de su casa. La frágil madera no soportó el peso y cayó de cabeza al suelo. Nos alertó su llanto. Salimos y estaba ensangrentado, retorciéndose como Neymar, mientras ya varios de los vecinos lo rodeaban para asistirle. Ayer sábado llegamos y estaba afuera de su casa, rodeado de niñas y niños que, admirados, le veían su vendaje. Él explicaba la situación y a uno de ellos le espetó en seco “tú aún estarías llorando”. La admiración de sus amigos creció más desde ayer. Si otra cosa no sucede, ese niño se convertirá en una leyenda de esta pequeña privada, la cual busca a su primer capitán nativo. Aunque puede existir algo que impida ese trayecto: el manejo de su carácter de parte de sus padres para que no se convierta en otro Fernando.

-La colonia Guanajuato estaba llena de capitanes, de líderes. Había de todo. Aprendí a jugar fútbol con ellos desde que yo tenía 10 años, en retas que hacíamos en las canchas de la escuela Club Soroptimista. Eran partidos a tres goles, los cuales podían durar de 5 a 60 minutos. Las mezclas eran raras. A veces éramos los morrillos contra los grandes y nos la rifamos, otras eran mezcladas y, en las más apasionadas eran cuando de otras colonias cercanas llegaban a retarnos. Yo ahí aprendí a ser un hijo de puta. Limpio eso sí, pero hijo de puta. Tenía 12, pero ya me daba mis piques con cabrones de 18 a 25. Uno de ellos me dejó fisurado, pero ahí eso no importaba, era seguir jugando desde las 5 a las 12 de la noche. Así eran esos veranos mágicos que tuve hasta 1999 cuando nos cambiamos de domicilio.

-He perdido amistades por algunos negocios. He perdido amistades por altivo y soberbio. He perdido amistades por dinero. He perdido amistades por relaciones fallidas. He perdido amistades por algunas de mis conductas. He perdido amistades por tramos de inmadurez. He perdido amistades hasta porque los lugares en los que he trabajo les ha causado ruido. ¿Qué sería de la vida si no perdiéramos cosas a lo largo del trayecto?

-Finaliza Oblivion, y casualmente estoy a punto de terminar este texto. Suena “A whiter shade of pale” de Procol Harum. Olga Kurilenko le habla cosas de amor y de muerte a Tom Cruise. Se dan un beso y de la noche pasan al amanecer. Recuerdo lo mágica que es para mí dicha canción, por lo que rápido acudo a ver el video oficial en Youtube. “Estoy muy enferma solo es cuestión de esperar. Y en esta espera me la paso escuchando estas hermosas melodías que me acompañaron en mi adolescencia, maravillosos, inocentes y enamoramiento tierno de los años 70s. ¡Cuántos mágicos momentos pasé el amor era tierno y cristalino”! escribió hace tres años una usuaria de nombre Ana Durán debajo del video. Por sus palabras, lo más seguro es que ya esté muerta. ¿Cuál sería la canción con que se despedirán de esta vida si pudieran romantizar ese momento?

-Somos alimento de gusanos al final del día. Que no se nos olvide nuestra principal función en este planeta. El Profesor Keating nos codificó de manera sutil el Carpe Diem.

-Sean capitanes en sus vidas. Y si algo tiene que salir mal, saldrá mal, y aunque es una frase cliché, lo he comprendido más que nunca en estos últimos meses. Estoy al punto del mayor colapso financiero durante mi vida en todos los sentidos, (el emocional creo ya lo pasé) por jugármela en algunos proyectos que sé que tarde que temprano van a funcionar porque están hechos con pasión y calidad, pero hay algo que no he dejado de hacer, aunque no lo parezca: trabajar y trabajar, que es lo que he hecho desde que tenía 8 años. Hoy leí una entrevista titulada “Un superpoder llamado fracaso: las tormentas de M. Night Shyamalan”. Ahí hay muchas respuestas.

…mañana será otro día. Y sí, tal vez haya mucho que aprenderle a ese niño Alfa. Si nos caemos y descalabramos, de nuevo para arriba. La cuestión, insisto, es no vencerse como Fernando. Ahí sería el final de todo, yo por mientras trataré esta tarde de descifrar lo enigmático de “A whiter shade of pale”.