Un estudio del MIT revela que, más que estar relacionado con el cerebro, es una cuestión cultural.
“¿Y qué música te gusta?”, es una de las preguntas que solemos hacer, por ejemplo, en nuestra primera cita, la cual puede resultar en respuestas que nos encantan y otras no tanto. Pero, ¿de qué dependen nuestros gustos musicales?
Cada uno de nosotros desarrollamos un gusto musical que, en varias ocasiones, cambia notoriamente. En otros casos se fortalece con el paso del tiempo, lo arraiga y nos lleva a tener una predilección casi exclusiva hacia determinado género o géneros.
Pero independientemente de si somos fan del rock, blues, jazz, música clásica, electrónica, trova, boleros, hip-hop, cumbia, reguetón u otro, hay factores que intervienen de igual forma en la formación de esa predilección.
Gustos musicales
Concepción Morán, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirma que, si bien nuestros gustos musicales tienen una raíz social y están basados en experiencias personales, también están vinculados con procesos psicológicos y cognoscitivos.
Primero, dice, se debe entender la percepción musical que se define como la integración de variables físicas del sonido con procesos como el aprendizaje, memoria y emotividad, en combinación con factores socioculturales y de estética determinados.
Lo anterior quiere decir, según Morán, que el significado que le damos a la música es resultado de una reconstrucción personal que está en constante cambio, según las condiciones y situaciones que nos rodean.
Esto nos permite darle una interpretación y relevancia a ciertos géneros musicales, los cuales también se modifican en distintas etapas de nuestra vida y hacen que experimentemos ciertas emociones y sensaciones.
Shahram Heshmat, profesor de psicología de la Universidad de Illinois, comparte esta visión de Morán, agregando otros factores de influencia.
Heshmat explica que nuestros gustos musicales también dependen de la edad e identidad. Sobre este último punto explica que la música contribuye en la validación de nuestra autopercepción, ayudando a comunicarla hacia los demás; es decir, que al expresar nuestras preferencias musicales mostramos parte de nuestras creencias, haciéndonos parte de una comunidad que comparte ese mismo gusto.
¿Los gustos musicales nacen del contexto y no del cerebro?
Aunque los académicos de la UNAM y la Universidad de Illinois hacen referencia al contexto como elemento influyente en el desarrollo de nuestros gustos musicales, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), afirma que son de origen cultural, más no a nivel cerebral.
En el estudio, realizado con la Universidad de Brandeis, se analizó a una tribu amazónica remota con poca o nula exposición a la música occidental y encontraron que los acordes disonantes fueron igual de agradables que los acordes consonantes, que presentan relaciones enteras simples entre las frecuencias acústicas de dos notas.
Para Carole J. Middleton, profesora adjunta del Departamento de Cerebro y Ciencias Cognitivas del MIT, lo anterior indica que la preferencia por la consonancia sobre la disonancia depende de la exposición a la cultura musical occidental y que el gusto no es algo innato.
No obstante, este dato ha sido motivo de debate, ya que muy pocas personas en el mundo no han están familiarizadas con la música creada en occidente y sus acordes consonánticos.
En 2010, Josh McDermott, profesor adjunto de neurociencia Frederick A. y Ricardo Godoy, profesor de la Universidad de Brandeis emprendieron un estudio con la tribu amazónica conocida como tsimané durante varios años sobre cómo los pobladores responden a la música, sociedad agrícola y recolectora de alrededor de 12,000 habitantes con exposición musical occidental limitada.
Al hacer estudios sobre cuánto les gustaban los acordes disonantes y consonantes, y constatar que sí podían diferenciar entre cada tipo de acorde, los investigadores descubrieron una predilección por los sonidos consonantes, lo cual da cuenta de que el factor que influiría más en los gustos musicales es el cultural.
Lo anterior indica que ciertos intervalos musicales de quienes están familiarizados con la música creada en occidente depende de la exposición que tengamos a ella y no de una preferencia natural.
Aunado a estos dos grandes factores, el artículo titulado Influencia del conocimiento musical sobre el gusto musical, publicado también por la Facultad de Psicología de la UNAM, dice que la aceptación por ciertos grupos sociales, la zona geográfica y el idioma son elementos clave al definir un gusto musical.
También afirma que la familiaridad con la pieza escuchada, el nivel académico, la complejidad de la obra musical, el nexo con otras personas, la apertura hacia nuevas experiencias e incluso estereotipos de tipo racial, económico, cultural y de edad también determinan nuestras presenciales musicales, al igual que una educación musical.
Sin importar qué géneros musicales te gusten, lo importante es que cada canción, melodía, acordes y sonidos que salgan de tus bocinas o audífonos los disfrutes y te traigan recuerdos y sensaciones.
