Presentamos los momentos más tristes en la historia de la Copa del Mundo, cortesía de escritores y fanáticos del fútbol desde Inglaterra hasta México, e incluso Alemania…
La desesperación es contextual; sin desesperación, no sentiríamos alegría. Seamos agradecidos, entonces, por los muchos casos en que nuestro país se ha quedado corto en la Copa del Mundo (a menos que sea Alemania), dejando a la nación en una decepción y melancolía familiares. Sin esos momentos, las gloriosas victorias tendrían un sabor un poco menos dulce (aunque nos arriesgaríamos si eso significara ganar siempre).
Incluso los países más exitosos en la historia de la Copa del Mundo tienen historias de tristeza entremezcladas con levantamientos de trofeos y botas de oro. Entonces, como un ejercicio de catarsis colectiva, y como antídoto a nuestro artículo demasiado positivo sobre los mayores triunfos del torneo, les pedimos a escritores de todo el mundo que compartieran los momentos más dolorosos apoyando a su país en la Copa del Mundo. Podemos superar esto juntos.
Todas las imágenes cortesía de Getty Images
Brasil
Una nación angustiada, Brasil 2014
Manuela Rached Pereira, GQ Brasil
8 de julio de 2014. La fecha descrita como “la mayor vergüenza brasileña en 84 años de Copas del Mundo” por Galvão Bueno, uno de los mayores expertos del país. ¿El marcador? 7-1 a Alemania en el patio trasero de Brasil, más concretamente en el estadio Mineirão, en Belo Horizonte, Minas Gerais.
En el momento del quinto gol alemán (marcado en el primer tiempo), la pantalla gigante del estadio mostraba a niños llorando con la cara pintada de verde y amarillo, mientras algunos hinchas brasileños abandonaban el Mineirão antes del segundo tiempo. Tras el descanso, los alemanes aumentaron el marcador, con dos goles de André Schürrle. Brasil anotó su único gol poco antes del pitido final, a través del número 11 Oscar, sin mucha celebración por parte del equipo de Luiz Felipe Scolari o la afición brasileña. Al final del partido, Bueno le dijo a los brasileños: “Es hora de llorar, de estar triste, de llorar, de llegar al límite de la tristeza por una derrota tan dolorosa y agónica”.
España
Nariz rota, corazones rotos, USA 1994
Héctor Izquierdo, redactor jefe, GQ España
El rostro ensangrentado de Luis Enrique, lágrimas de rabia e impotencia asomándose a sus ojos mientras suplica al árbitro tras un codazo en el área del italiano Mauro Tasotti, es una de esas imágenes grabadas en el imaginario colectivo español. Eran los cuartos de final del Mundial de Estados Unidos 1994 y España, a pesar de haber jugado notablemente mejor que Italia, perdía por dos goles a uno.
Roberto Baggio, la estrella italiana del momento, condenó a España a dos minutos del final, después de que Julio Salinas de La Roja fallara un mano a mano con el portero Pagliuca. Luego, en pleno tiempo de descuento, en el minuto 48 del segundo tiempo, el momento decisivo de la agresión. Goikoetxea centra un balón al área, pero Luis Enrique cae al suelo antes de que pueda conectar. El árbitro Sandor Puhl no ve la falta, ni quiere reconsiderar su decisión, aún con la evidencia de la fractura de nariz del jugador español. Una nariz rota que simbolizó el corazón roto de toda una nación, que vio truncado nuevamente el sueño mundialista en cuartos, justo cuando más creíamos que por fin se iba a hacer realidad.
Ghana
Ese balonmano, Sudáfrica 2010
Itunu Oke, editor de proyectos de estilo, GQ
Para la Copa del Mundo de 2010, fui un ghanés no oficial cuando las Estrellas Negras llegaron a los cuartos de final. Como era la primera Copa del Mundo en África, casi todo el continente estaba detrás de Asamoah Gyan y sus compañeros de equipo esa noche. El sonido de las vuvuzelas zumbaba en un estadio repleto, y cuando Sully Muntari anotó desde unos 40 metros, todos enloquecieron. Pero se me partió el corazón cuando Luis Suárez cometió esa mano para impedir un gol certero. El penalti resultante fallado por Gyan, seguido de la derrota en la tanda de penaltis, sinceramente. Ni siquiera puedo hablar de eso. Todavía me rompe el corazón.
Alemania
El cuento de hadas de Alemania se convierte en una pesadilla, Alemania 2006
Mathias Ottmann, jefe de noticias, GQ Alemania
En 2006, Alemania quiso mostrar su mejor cara: como buen anfitrión de una gran fiesta del fútbol. Solo unos pocos de los fanáticos creían en su propio equipo. La preparación fue demasiado débil, los jugadores y el entrenador Jürgen Klinsmann parecían demasiado inexpertos. Lo que sucedió entonces es, para todos aquí hasta el día de hoy, el “cuento de hadas del verano”. El equipo fue llevado de victoria en victoria en una ola de euforia y finalmente, tras vencer en los penaltis a Argentina en cuartos de final, todo el país creyó en el título. Hasta aquella terrible tarde en Dortmund.
En la semifinal contra Italia, la selección alemana jugó su mejor partido del torneo, pero sufrió quiebre tras quiebre. Y luego, en el penúltimo minuto de la prórroga, Fabio Grosso disparó directo al corazón de toda una nación. Aficionados y jugadores se hundieron en un mar de lágrimas. El cuento de hadas del verano no tuvo un final feliz.
Italia
La cola de caballo divina, EE. UU. 1994
Francesco Paolo Giordano, editor deportivo, GQ Italia
Muchos años después de la final de 1994, una famosa compañía telefónica transmitió un comercial que mostraba un rumbo clamorosamente diferente de la historia de ese partido: en lugar de fallar por encima del larguero, el último penal de Roberto Baggio terminó en la red.
A pesar de todo este tiempo, la cicatriz aún no ha cicatrizado: perder una final de un Mundial, la primera de la historia decidida en los penaltis, de esa forma era demasiado cruel. Aún más difícil de aceptar fue el hecho de que el fallo decisivo fue del ganador del Balón de Oro Roberto Baggio, MVP de ese torneo con cinco goles marcados. La imagen de “La Divina Cola de Caballo” solitaria, mirando hacia abajo con las manos en las caderas, sigue siendo desgarradora para cualquier seguidor italiano.
Inglaterra
La campaña de miseria de 2014
Mike Christensen, editor de estilo de vida europeo, GQ
El fútbol se trata de compartir los altibajos con amigos, ¿verdad? Entonces, al decidir cuál ha sido el momento más trágico de la Copa del Mundo de Inglaterra de todos los tiempos, hice lo que haría cualquier fanático del fútbol y puse la pregunta en un grupo de WhatsApp. “Gastarme 8 mil en un viaje a Brasil y ser eliminado a las 36 horas de haber llegado”, respondió un compañero. “Ja ja. Comprar boletos para el posible partido de segunda ronda de Inglaterra y terminar viendo Grecia vs Costa Rica”, respondió otro. “Hacer cola durante seis horas para llegar a la cima del Cristo Redentor, para luego sentarme en un café trampa para turistas y ver cómo Italia y Costa Rica eliminan a Inglaterra, sin siquiera jugar. Tres horas de cola para volver al fondo, luego un autobús de diez horas a un juego de Inglaterra cuatro días después”. Guau.
OK, estaban las lágrimas de Gazza en Italia ’90, el gol anulado de Sol Campbell en ’98, la roja de Rooney en 2006 (vítores Cristiano), e incluso el gol fantasma de Frankie Lamps contra Alemania en 2010, pero dado que Inglaterra tenía a Rickie Lambert y Ross Barkley. En el equipo, la campaña de 2014 fue realmente una sorpresa absoluta. Saludos Woy.
Australia
Penalti de golazo en la tripa de Italia, Alemania 2006
Will Lennox, productor de contenido, GQ Australia
No solo el momento más triste en la historia de la Copa Mundial de fútbol de Australia, sino posiblemente el momento deportivo más triste de nuestro país . Después de despertarse al amanecer para ver cada partido de la fase de grupos de la Copa del Mundo de 2006, la nación estaba pegada a sus televisores mientras los Socceroos llegaban a las etapas eliminatorias por primera vez. Luego vino el lanzamiento flagrante de Fabio Grosso sobre el defensa Lucas Neill. Justo en el momento de la muerte, el penal resultante fue convertido nada menos que por Francesco Totti, golpeando el fondo de la red y con él, destrozando los corazones de millones de australianos. Ningún australiano lo olvidará jamás. Pero bueno, al menos nadie tendrá que preocuparse por los penaltis italianos en el próximo Mundial.
EE.UU
América superada, Francia 1998
Alex Hoyt, editor de artículos, GQ
La Copa del Mundo de 1998 fue un desastre para EE. UU., que perdió sus tres partidos de la fase de grupos. El abismo de clase entre los estadounidenses y sus adversarios se hizo evidente de inmediato en su partido inaugural contra la entonces tres veces campeona Alemania. A mitad de la segunda mitad, un centro alto fue lanzado al área de penal estadounidense. Dos hombres se levantaron para cabecear el balón: el delantero alemán Jürgen Klinsmann y el defensa estadounidense Thomas Dooley. Excepto que el siempre inteligente Klinsmann dio un paso atrás, amortiguó el balón con su pecho y, con un desconcertado Dooley, se dio la vuelta por completo y pasó el balón a la red. Estados Unidos nunca se vio más desafortunado o superado.
Japón
Los desvalidos se enfrentan a las superestrellas, Rusia 2018
Akira Kamiya, editor de deportes, GQ Japón
En el partido contra Bélgica en Rusia 2018, Japón lideraba con un marcador de 2-0, pero perdió al final. Fue un juego emocionante, lleno de alegría, tristeza y frustración. El partido estaba empatado 2-2 al final de la segunda mitad y parecía que se iba a la prórroga. Sin embargo, fue entonces cuando sentí el verdadero espíritu de una oposición tan poderosa. Japón estaba entusiasmado con la idea de que su equipo nacional se convirtiera en una fuerza mundial, pero esta anticipación se desvaneció rápidamente: De Bruyn e y Lukaku, que corrieron a la velocidad de la luz directamente hacia la portería japonesa, son verdaderos jugadores de clase mundial.
Pavo
Gracias, muchachos. Corea/Japón 2002
Fırat Arslan, redactor deportivo colaborador, GQ Turquía
Es el 26 de junio de 2002, en el estadio de Saitama, Japón… El campeón mundial Brasil contra Turquía en semifinales, equipo al que Brasil había derrotado previamente en la fase de grupos. Todo el mundo en Turquía está lleno de esperanza, tanto que los empleados públicos tienen la tarde libre para ver el partido. En el partido de punta a punta, el remate de O Fenômeno Ronaldo con la punta del pie en el minuto 49 pegó en la red a través de las manos del portero Rüştü. Cuando suena el silbato final, es el momento más triste pero también más orgulloso en la historia de la Copa del Mundo para Turquía. En Turquía, un país que perdió ante los campeones definitivos, pero terminó tercero en el mundo al vencer a los anfitriones Corea del Sur, las mismas palabras han estado saliendo de todos desde entonces: “Gracias, muchachos”.
México
¡No fue penalti! Brasil 2014
Alonso M., Coordinador Digital, GQ México y Latinoamérica
Para cualquier amante del fútbol mexicano, este sigue siendo uno de los momentos más inolvidables. El rumbo del partido parecía estar fijado después de que un joven Giovani Dos Santos anotara un gol en el minuto 48; los mexicanos esperaban que el equipo finalmente llegara al quinto juego del torneo, un hito que nunca antes habían alcanzado.
Sin embargo, en el minuto 88 todo se complicó cuando Wesley Sneijder anotó para Holanda. México seguía dominando el partido y parecía que podía conseguir otro gol, pero justo antes de que el árbitro sonara el silbato para ir a la prórroga, Arjen Robben, conocido por exagerar las lesiones, se tiró al suelo cerca de la portería mexicana. , y anotó un penalti que definiría el partido y mataría -una vez más- la ilusión nacional.
En México, la frase “No era penal ” (“¡No fue un penal!”) se ha convertido en un término común en diferentes contextos.
[Vía GQ británica ]
