Los espejos en el dormitorio ofrecen una gran cantidad de posibilidades para explorar el placer y el sexo como nunca antes lo habías probado.
Cuando llevamos mucho tiempo con nuestra pareja, nos cansamos de practicar sexo siempre igual. Por eso, nunca está de más innovar en lo que a cama se refiere. Ojo, y no solo si tenemos una relación formal, pues lo que te vamos a decir es aplicable a los solteros atrevidos.
Hoy te vamos a hablar de practicar sexo frente al espejo. Es algo muy sencillo y sensual pero que, lamentablemente, pocas personas llevan a cabo en su intimidad. Vergüenza, rutina, no incomodar a la otra persona… un sinfín de excusas que hemos de desterrar ya, pues los espejos en el dormitorio ofrecen una gran cantidad de posibilidades para explorar el placer, y también pueden ser una excelente manera de desarrollar la confianza sexual.
¿Por qué deberías probar ya el sexo frente al espejo?
Según asegura la experta en sexo y relaciones Rhian Kivits en Cosmopolitan Uk, el sexo frente al espejo mejora el placer y crea variedad y aventura en el dormitorio. Sobre todo porque la estimulación visual es uno de nuestros estímulos biológicos: estamos literalmente programados para ello.
Además, podemos excitarnos tanto con el sexo en el espejo que podemos alimentar a nuestro exhibicionista interior. Es como ver tu propio video sexual en vivo, y te regala imágenes eróticas en las que pensar más adelante, en tus momentos de soledad u ociosos.
«Te permite ser un voyeur de tu propia experiencia sexual, puedes obtener una perspectiva diferente y eso puede ser extremadamente erótico. (…) Además, puedes mirarte en el espejo, ver esta maravillosa y sexy escena y olvidar que eres tú», añade Kivits .
El sexo frente al espejo también puede aumentar la intimidad con tu pareja, ya que «puede ayudar a mostrar que tu pareja realmente te desea. Ves el placer que experimenta, lo que puede hacerte sentir seguro y mejorar la comunicación en el dormitorio».
Más confianza sexual
Además de todo lo anterior, verte teniendo sexo puede hacer que desarrolles más confianza en ti mismo, lo que incrementará tu confianza sexual, algo tremendamente importante, sobre todo para las mujeres, que son las que suelen sentirse más inseguras en la cama.
Según dónde y cómo tengas el espejo, «te verás a ti mismo desde diferentes ángulos y no siempre te gustará lo que ves. Tal vez, en ocasiones, te obsesiones con alguna parte de tu cuerpo que no te gusta, pero debes comprender que no es un defecto, solo es parte de lo que eres», apunta la experta.
Además, tener sexo frente al espejo puede mejorar la confianza corporal: «Ves a tu pareja y cuánto disfruta, lo que puede ser un gran impulso para tu confianza».
¿Cómo empezar a practicar sexo frente al espejo?
Obviamente, si tienes pareja debes consultarlo antes de poner un espejo en el dormitorio. Y si no y te llevas a alguien a casa para intimar, debes preguntarle si le incomoda.
Asimismo, es normal que a las nuevas parejas sexuales no les agrade demasiado lo del espejo, ya que en los primeros contactos íntimos no suele haber la confianza para verse de manera tan explícita ni ver al otro. Sin embargo, y como sucede con casi todo, depende de la persona en cuestión.
Pero para saber si te gusta, debes probarlo primero. Es común que, al principio, te dé vergüenza o apuro tanto verte a ti como a tu pareja, pero, según los expertos, es más que probable que le cojas el gustillo con el tiempo, sobre todo en la práctica de determinadas posturas sexuales, en las que no vemos bien la cara del otro.
Además, debes pensar dónde lo colocas. Algunos lo ponen en el techo, pero si es la primera vez que lo pruebas y no estás seguro de tu decisión, es casi mejor que lo pongas frente a la cama o a uno de los lados, por si acaso tienes que taparlo o quitarlo.