El centro de investigación también advierte varias deficiencias en el desarrollo de la refinería de Dos Bocas, como una mala planeación y ejercicio de recursos inadecuados y con opacidad.
Pemex Transformación Industrial (PTRI), subsidiaria de la empresa productiva del Estado que se encarga del negocio de refinación y petroquímicos, puede enfrentar mayores pérdidas con la entrada en operación de la refinería “Olmeca”, la cual se construye en Dos Bocas, Tabasco, advierte el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Lo anterior, también agravará la situación financiera de Pemex, apunta el think tank en un análisis sobre Dos Bocas.
“Si se consideran las pérdidas que presenta actualmente PTRI debido a deficiencias operativas y a las condiciones del mercado de combustibles, la entrada en operación de la refinería ‘Olmeca’ probablemente se traducirá en mayores pérdidas para esta subsidiaria”, señala.
Esta subsidiaria de Pemex registra pérdidas acumuladas por 1.28 billones de pesos entre 2011 y 2021. Solo en este último año, PTRI reportó una pérdida de 219,800 millones de pesos, y fue la única que tuvo un resultado negativo.
“La nueva refinería no viene acompañada de cambios estructurales en PTRI que le permitan a la subsidiaria ser más competitiva, y al mismo tiempo, la empresa tendrá menos recursos disponibles para financiar proyectos en actividades rentables como exploración y producción de hidrocarburos”, advierte el IMCO.
De hecho, agencias calificadoras han dicho que la estrategia de Pemex para incrementar su capacidad de refinación y elaboración de petrolíferos pone en riesgo su perfil crediticio al ocasionar mayores pérdidas operativas en el corto y mediano plazo.
El IMCO también exhibe una serie de deficiencias en el desarrollo de la refinería Dos Bocas, tales como: planeación inadecuada, ejercicio incorrecto de los recursos públicos y opacidad.
“El desarrollo de la refinería sufrió de una planeación inadecuada al no contar con un análisis de costo-beneficio, una manifestación de impacto ambiental en tiempo y forma, así como al no existir estudios públicos sobre otras alternativas para incrementar la producción de petrolíferos en el país”, explica el centro de investigación.
Añade que no se valoró antes de iniciar su construcción si los beneficios y ganancias estimados durante toda la vida útil del proyecto serían mayores o iguales a sus costos.
Respecto al inadecuado ejercicio de los recursos públicos comenta que el costo de la refinería será mayor que el presupuesto original.
En un inicio el costo estimado fue de alrededor de 160,000 millones de pesos (8,000 millones de dólares), pero el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido un sobrecosto de entre 3,000 y 4,000 millones de dólares.
“Este es un costo que no ha asumido Pemex como Empresa Productiva del Estado, sino los mexicanos en general, al tratarse de recursos provenientes en su mayoría de aportaciones patrimoniales del Gobierno Federal a la empresa con cargo al Presupuesto de Egresos de la Federación”, indica el IMCO.
Entre enero de 2019 y marzo de 2022, la Secretaría de Energía (Sener) apoyó a Pemex con 552,7000 millones de pesos por concepto de aportaciones patrimoniales; de estos, 175,800 millones se han destinado a la construcción de la refinería de Dos Bocas.
El think tank opina que con este apoyo a la refinería, el gobierno federal pudo haber duplicado el gasto en seguridad pública en los últimos 3 años.
Por último, la opacidad para el proyecto impera, pues la filial encargada de su construcción (PTI Infraestructura de Desarrollo) no tiene obligaciones de transparencia toda vez que las empresas filiales operan bajo derecho privado, es decir, no tienen las mismas obligaciones de transparencia y contrataciones para poder operar y competir con la misma flexibilidad que una empresa privada.
“A unos días de su inauguración, esta obra emblemática de la actual administración se ha caracterizado por su opacidad”, considera el IMCO.