Los científicos se han mantenido ocupados por décadas tratando de entender por qué la piel de pies y manos parece una ciruela pasa cuando se moja.
Si amas estar dentro del agua, ya sea en el mar, en la piscina o simplemente en la bañera, seguramente has notado y te has preguntado por qué la piel de las manos y pies se arruga cuando pasa mucho tiempo mojada.
El cambio de la piel cuando está mucho tiempo en el agua es normal, dice la ciencia. De ser tener delicados verticilos de epidermis, pasa a ser una piel hinchada con pliegues asimétricos, como si fuera una ciruela pasa.
Por décadas, la ciencia se ha ocupado en investigar este efecto en las manos y en los pies y la razón de por qué no sucede con la piel de otras áreas del cuerpo como el rostro o los brazos; también han dedicado esfuerzos a descubrir en qué beneficia al cuerpo y qué propósito tiene.
La piel comienza a arrugarse después de 3.5 minutos dentro del agua tibia, a 40°C más o menos, y hasta 10 minutos cuando el agua está fría, a 20°C; después de 30 minutos de remojo es suficiente para que la piel alcance el máximo de arrugas, dice una investigación compartida en la revista científica Springer Link.
¿Por qué se arrugan los dedos de las manos y los pies?
En décadas pasadas los científicos creían que las manos y los pies se hacían como ciruela como respuesta a la hinchazón que provocaba la inundación células en las capas superiores de la piel; un proceso conocido como ósmosis.
A partir de 1970, los investigadores analizaron más a fondo las posibles razones del por qué la piel se arruga con el agua, encontrando que los dedos y manos de ciruela se deben a la contracción de los vasos sanguíneos y no al proceso de ósmosis como se pensaba.
Cuando las manos y los pies entran en el agua, el sistema nervioso envía un mensaje a los vasos sanguíneos para que se encojan, al mismo tiempo, el cuerpo aleja la sangre de dichas áreas y hace que los vasos sanguíneos pierdan más volumen, la piel se pliega sobre ellos y allí se forman las arrugas.
Expertos de Johns Hopkins All Children’s Hospital explican que las arrugas son parte de un proceso evolutivo que ayuda a los humanos a agarrarse y pararse en superficies o sostener objetos cuando la piel de manos y pies están mojadas y así evitar accidentes.
“Hemos demostrado que los dedos arrugados brindan un mejor agarre en condiciones húmedas; podría estar funcionando como las bandas de rodadura de las llantas de su automóvil, lo que permite que una mayor parte de la llanta esté en contacto con la carretera y le brinda un mejor agarre”, respalda Tom Smulders, biólogo evolutivo de la Universidad de Newcastle, Reino Unido, en un estudio compartido en Biology Letters en 2013.
