La calidad de los productos del mar depende de las medidas higiénicas, el manejo y conservación de los mismos, por lo que es recomendable adquirirlos en lugares confiables para evitar intoxicaciones.
El consumo de pescados y mariscos se incrementa durante la Semana Santa, es por ello que la Secretaría de Salud de Baja California, recomienda a la ciudadanía verificar que el producto cumpla con ciertas características para disminuir los riesgos de intoxicaciones por el consumo de dichos alimentos en mal estado.
En ese sentido, el encargado de despacho de la Jurisdicción de Servicios de Salud de Ensenada, Ramón Avitia Hernández, invitó a la población a llevar un buen manejo y conservación de estos productos, asimismo es importante adquirirlos en lugares establecidos que mantengan las medidas sanitarias para su conservación.
Destacaron que es indispensable que al momento de comprar, se verifique que los mariscos estén refrigerados o congelados a cuatro grados centígrados o menos; que no tengan rastros de sangre, tierra o cualquier sustancia que pudiera contaminarlos, otro aspecto a observar es que el pescado no tenga los ojos hundidos y que su piel sea brillante; las escamas no se deben desprender con facilidad.
Indicaron que en el hogar no es recomendable descongelar los productos a temperatura ambiente ni en agua caliente, pues al hacerlo se desarrollan bacterias. Posterior a esto, es importante lavarlos muy bien antes de consumirlos y cocinarlos por completo, especialmente los pescados y mariscos para eliminar las bacterias y parásitos que pueden ser dañinos para la salud. Esto debido a que son potenciales fuentes de contagio de enfermedades.
Señalaron que algunos signos de alarma por intoxicación con alimentos son: fiebre elevada, sangre en las deposiciones, vómitos prolongados, deshidratación, disminución en la orina, sensación de mareo y enfermedad diarreica por más de tres días .
Finalmente, Avitia Hernández advirtió que ante cualquier malestar relacionado al consumo de mariscos, acuda inmediatamente al médico y no automedicarse, ya que sólo un profesional de la salud puede valorar su situación y recomendarle el tratamiento adecuado.