Existen al menos 79, 000 decesos cuya causa es desconocida, destaca una investigación publicada por Animal Político.
Entre abril y julio de 2020, México registró 130.000 fallecimientos más en comparación con el mismo periodo de 2019, pero apenas la tercera parte corresponden a las muertes causadas por el COVID-19.
Existen al menos 79, 000 decesos cuya causa es desconocida, destaca una investigación publicada por Animal Político. Sin embargo, se considera que esta cifra puede corresponder a muertes por el nuevo coronavirus no reconocidas públicamente, o bien, a otras enfermedades no atendidas por el miedo de los pacientes a contagiarse de COVID-19 si acudían a un hospital.
Tras consultar las actas de defunción reportadas al Registro Nacional de Población (Renapo) y al registro civil de cada entidad durante el periodo 2015-2020, la iniciativa ciudadana Proyecto Li realizó un cálculo del llamado “exceso de mortalidad”, es decir, el número de fallecimientos adicionales a los contemplados cada año.
En sus resultados, destaca que el exceso de mortalidad ocurrido en México durante la pandemia asciende a 130.377 personas durante el periodo del 15 de marzo y el 31 de julio.
Tras la reapertura de actividades económicas luego del confinamiento, el mayor número de muertes por causa del virus SARS-CoV-2 se concentra en 21 estados mexicanos. Los fallecimientos en junio, por ejemplo, ocurrieron principalmente en Chiapas y Puebla, mientras que en mayo los decesos se concentraron en Baja California, Chihuahua, Ciudad de México, Estado de México y Morelos.
La Ciudad de México y el Estado de México han sido las entidades con el mayor número de contagios de COVID-19. La capital mexicana registró un exceso de muertes de 11.473. En los cuatro meses analizados, el total asciende a 26.568 fallecimientos más en comparación con el mismo periodo de 2019. En el Estado de México, el mayor pico también se presentó en mayo, con 10.631 muertes. En total suma 27.613 muertes en exceso.
A su vez, Nuevo León registró el exceso más importante en julio, con 2.398 fallecimientos. Del mismo modo, Veracruz vio un aumento en su exceso de mortalidad en julio, con 3.575 fallecimientos, luego de que, en mayo, la cifra de fallecidos ascendía a 1.465.
La cantidad extra de fallecidos es tal que los certificados de defunción que se entregaban habitualmente a los sistemas de salud estatales han sido insuficientes. En Oaxaca, por ejemplo, los 28.000 certificados de defunción con que cuenta todo el año ya han sido ocupados en su totalidad.
Tras superar los 60.000 muertos, la Secretaría de Salud advirtió que México debe aspirar a que un eventual rebrote de COVID-19 no alcance la misma magnitud que en su primera fase. Por ello, llamó a la sociedad a no relajar medidas de higiene y sana distancia.
“Es evitable un rebrote, creo que sí, lo esperamos. También estamos ante una epidemia larga, vamos a ir [moviéndonos] por pequeñas olas que no deben ser del tamaño de la anterior. Debemos aspirar a que las nuevas sean menores hasta que se dejen de presentar y esperemos que, para cuando, suceda ya estemos aprendiendo como sociedad a mantener las medidas sanitarias, porque va a empezar la temporada de influenza y no sabemos si se juntarán los virus”, mencionó el 23 de agosto el director de Promoción de la Salud, Ricardo Cortés.