La subvariante del regional mexicano saca músculo en las listas de referencia global y da pasos para consolidarse como uno de los géneros más escuchados, de la mano de músicos como Natanael Cano, Peso Pluma o Junior H.

Por: JOAQUÍN PATIÑO | RODRIGO SORIANO

La música regional mexicana ha roto las fronteras que contenían al género entre México y Estados Unidos. Las listas de éxito globales han dado un giro, y los corridos dan cuenta de ello. Los nuevos artistas mexicanos han conseguido unir la cultura urbana que dominaba los catálogos con la música con la que crecieron, dando lugar a un nuevo subgénero: el corrido tumbado. La alteración surgió en 2019 con el lanzamiento del álbum Corridos Tumbados, del músico de Hermosillo Natanael Cano, que entonces contaba con 19 años.

El productor Jimmy Humilde, de la disquera independiente Rancho Humilde, fue el artífice de la fusión entre la música tradicional mexicana y el estilo urbano. En entrevista con Vice, Humilde consideraba que los jóvenes ya no se sentían reflejados en las canciones clásicas del regional, y contaba cómo ideó el origen de la nueva variante. “[Los mexicanos] no teníamos un sonido representativo y actual como tal. Por eso tomé la iniciativa de decir ‘¿sabes qué? ocupamos hacer un género’, y combiné la música regional mexicana y el hip hop. Así nació el regional urbano”, explicaba el productor. La variante nació envuelta en polémicas por las referencias a la violencia, pero a su vez ha mostrado una dinámica como la que llevó al reguetón a la cúspide actual. Los ritmos y las letras pegadizas han marcado su vitalidad en redes como Tiktok, la plataforma por excelencia de la generación Z. Su desarrollo también se ha visto acunado con el crecimiento de las plataformas de streaming y la reinvención de los ritmos tradicionales que marcan los nuevos artistas.

1. ‘El Drip’ (2019)

El tema de Natanael Cano está incluido en Corridos Tumbados (2019), el álbum que da origen al subgénero. La letra marca las influencias de los contenidos del trap y la cultura urbana que ha rodeado al género, como las drogas o la ostentación de ropas y joyas caras.

2. ‘Soy el diablo’ (2019)

El estilo musical de Natanael Cano despierta la curiosidad de Benito Antonio Martínez Ocasio, Bad Bunny. En 2019, el estilo del músico puertorriqueño aún está dirigido de lleno al trap. Faltaría un año para que centrara su estilo en el reguetón, el género que le ha llevado a ser el músico más escuchado del mundo.

3. ‘Siempre Pendientes’ (2022)

El cantante Hassan Kabande, más conocido como Peso Pluma, y Luis R. Conriquez, se envuelven en una fuerte polémica al abordar el tema de la violencia. Durante el último aniversario del Ayuntamiento de Culiacán, Peso Pluma cantó el tema en directo con una imagen de Joaquín El Chapo Guzmán de fondo. El Colectivo de Mujeres Activas Sinaloenses denunció en redes que el acto suponía una “apología del delito”, y pedía sanciones. Peso Pluma comentó en entrevistas posteriores que no supo quién proyectó el rostro del rostro de El Chapo.

La letra cuenta con referencias implícitas al líder del Cartel de Sinaloa: JGL (las iniciales del líder del cartel), traigo en las cachas orgullosamente. Mandan los jefes, yo cuido el área, aquí nadie se mete. El tema se mete de lleno en la materia que narcocorrido lleva por bandera.

4. ‘Ch y la Pizza‘ (2022)

La banda Fuerza Regida se une a Natanael Cano con la canción Ch y la Pizza. El tema juega con el doble sentido de los términos: la palabra “queso”, que referencia a la pasta de cocaína; y la Ch y la Pizza, una manera indirecta de sortear el nombre de la Chapiza (el brazo armado del Cartel de Sinaloa), sin decirlo explícitamente.

5. ‘PRC’ (2023)

Natanael Cano, el padre de los corridos tumbados, se juntó con Peso Pluma. El nombre del cantante, nacido en Zapopan (Jalisco), comienza a resonar. Meses después, Peso Pluma se ha convertido en uno de los artistas más escuchados del mundo. PRC son las iniciales de polvo, ruedas y cristal, tres formas coloquiales de hacer referencia a la cocaína, el éxtasis y la metanfetamina. Una vez más, uno de los temas que aborda el trap, el de las drogas.

6. ‘El gordo trae el mando’ (2023)

Cristian Humberto Ávila, más conocido como Chino Pacas, lanza El gordo trae el mando con tan solo 16 años. El tema que pasa desapercibido, pero pronto gana presencia en redes por sus letras y su marcado y pegadizo ritmo de guitarra. En Tiktok se vuelve viral a través de una de las frases: Y mi compa Mario que nunca me deja. En el momento de esta publicación, la canción se encuentra en el puesto 47 del Top 50 Global de Spotify.

7. ‘Fin de semana’ (2023)

Junior H, otro de los grandes exponentes del subgénero, publica junto a Óscar Maydon Fin de semana, un tema que cambia el contenido a una letra más festiva. En él, los músicos continúan dando muestras de la ostentación que tratan los géneros urbanos.

8. ‘Ella baila sola’ (2023)

La canción escrita por Pedro Tovar (cantante de Eslabón Armado) pisa fuerte en las listas de éxitos. Rápidamente, se posiciona en el primer puesto del catálogo de Spotify y alcanza los primeros puestos del Billboard Hot 100 —la lista de los 100 sencillos más exitosos en Estados Unidos—, superando a Bad Bunny y de Miley Cyrus, dos intocables en los últimos años. Ella baila sola convierte a Peso Pluma en un fenómeno, y su nombre comienza a ocupar espacios en los diarios de referencia.

9. ‘Rosa Pastel’ (2023)

Ella baila sola impulsa la carrera de Peso Pluma. El cantante se lanza a Europa y graba el videoclip de Rosa Pastel en Ámsterdam (capital de Países Bajos), junto a Jasiel Nuñez. De nuevo, los músicos abordan temas marcados por las drogas y el narcotráfico. Rosa Pastel es el tema que de comienzo al sello discográfico de Peso Pluma: Double P Records.

10. ‘El Azul’ (2023)

Peso Pluma y Junior H, convertidos en dos referentes del subgénero, publican El Azul, un corrido en el que existen referencias al narco, a la ostentosidad y a la actitud más testosterónica: En la sangre traigo el 701, melena de un león, pues vengo de uno. Siempre amafiados, pues no somos culos. El 701 es una cifra habitual en el género, y hace alusión al número que la revista Forbes dio a Joaquín El Chapo Guzmán en su lista de los hombres más ricos del mundo en 2009.