La opacidad de López Obrador en la Refinería de Dos Bocas

¿Cuánto va a costar en realidad la refinería Olmeca de Dos Bocas? ¿Cuánto ha avanzado la obra? ¿Cuánto falta? A pesar de la promesa del gobierno por transparentar los recursos de esta obra, la realidad es que no podemos contestar estas preguntas.


POR: LEONARDO NÚÑEZ

El 1º de julio, en coincidencia con un aniversario más del triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador, el gobierno preparó una magna celebración para «inaugurar» la refinería de Dos Bocas. La paradoja es que la refinería no está terminada, ni siquiera se encuentra en condiciones operativas y no producirá un solo litro de combustible en los próximos meses. Sin embargo, más allá de los cuestionamientos sobre la simulación de logros, los problemas sobre el impacto ambiental y ecológico de esta política energética o las dudas sobre la viabilidad financiera del proyecto, el problema más grande de la refinería de Dos Bocas tiene un solo nombre: opacidad. 

En más de una ocasión el presidente ha presumido que su administración es la más transparente de la historia y que toda la información sobre su gobierno es pública. Es mucho lo que vemos y escuchamos sobre la refinería de Dos Bocas, pero cuando pasamos de los dichos a los hechos, es muy poco lo que sabemos realmente. Esto porque los documentos e información disponibles para la vigilancia por parte de la ciudadanía son tan deficientes que llegamos al extremo en que nadie sabe con precisión cuánto se ha gastado ni cuánto costará la construcción y operación de la refinería. 

Ese único dato, por sí mismo, debería ser suficiente para ponernos los pelos de punta: hoy no hay un solo ciudadano en México fuera del gobierno que pueda conocer a detalle las finanzas públicas de la refinería de Dos Bocas y, por lo tanto, nadie sabe cuánto de nuestro dinero se usará en este proyecto. 

andrés manuel lópez obrador, presidente de méxico, ofrece su mensaje durante el recorrido por la construcción de la refinería dos bocas.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México durante recorrido por la construcción de la Refinería Dos Bocas.

Precisamente por eso es que hemos vivido un auténtico festival de cifras. El presidente López Obrador comenzó su sexenio prometiendo que «va a salir la refinería en 8 mil millones de dólares [alrededor de 160 mil millones de pesos] y hasta podemos ahorrar, pero por eso son buenas estas conferencias, porque queda constancia, todo está grabado». Múltiples especialistas, incluyendo a las propias empresas que originalmente estaban interesadas en construir la refinería, señalaron en ese momento que ese era un precio imposible de cumplir, pero el dato que se repitió una y otra vez fue que la refinería costaría 8 mil millones de dólares. 

En 2020, el director de Pemex declaró que la obra costaría 933 millones de dólares adicionales (más de 18 mil millones de pesos). Finalmente, en junio de 2022 el presidente reconoció que habría un incremento de entre 20% y 30%, pero no pudo ofrecer una cifra precisa. La declaración presidencial de su conferencia matutina del 24 de junio de 2022 es tan vaga como perturbadora: «sí, hubo un aumento, pero no 18 mil millones. Pues como un 20, 30 por ciento, o sea, va a salir como 11, 12. 11 o 12 incluyendo IVA». De acuerdo con las últimas estimaciones de especialistas, el costo final real podría oscilar entre 16 mil y 18 mil millones de dólares. 

La diferencia entre 11 mil o 12 mil millones de dólares, que es lo que ya reconoció el presidente, es de alrededor de 20 mil millones de pesos, con lo que podría pagarse el presupuesto del INAI por 20 años. Si el costo final llega a 18 mil millones de dólares (más de 360 mil millones de pesos), habremos gastado una cantidad de recursos suficientes para pagar el presupuesto del INE por 26 años. Precisamente porque estamos hablando de cantidades estratosféricas de nuestro dinero, es preocupante que se trate con tal ligereza algo que es inaceptable: en una democracia responsiva, el dinero público no puede usarse arbitrariamente, de espaldas a los ciudadanos, ni pueden esconderse los documentos que permitan rastrear cómo se usa cada peso y centavo del presupuesto. 

andrés manuel lópez obrador, presidente de méxico da recorrido por el área de la refineria las dos bocas
Andrés Manuel López Obrador,durante recorrido por el área de la Refinería las Dos bocas

La información sobre la refinería de Dos Bocas que es posible identificar en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), la Cuenta Pública, los reportes trimestrales de la Secretaría de Haciendala página de internet que creó la Secretaría de Energía o el nuevo portal Pemex + Transparente es insuficiente para poder hacer una evaluación real del uso del erario en la refinería de Dos Bocas. El mayor esfuerzo de «transparencia» que presume el presidente se limita a los videos que semanalmente se han presentado en su conferencia matutina para publicitar los avances en la construcción. Pero la transparencia real, la que importa, no aparece por ningún lado. A continuación, una lista de algunas de las fallas principales para rendir cuentas sobre la refinería de Dos Bocas:

  1. La refinería de Dos Bocas no está en el Presupuesto de Egresos de la Federación. Esto puede parecer algo difícil de creer, pero no existe una partida presupuestal que permita identificar cuánto dinero fue aprobado a este proyecto. Tanto si se exploran los decretos, como los múltiples tomos del PEF, no existe ningún nivel de detalle sobre el presupuesto de la refinería. De hecho, la única mención financiera del proyecto puede encontrarse en las exposición de motivos. Por ejemplo, en 2019 la única información oficial era que: «el presupuesto 2019 incluye recursos para construir una nueva refinería en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco por un monto de 50.0 mil millones de pesos, de los cuales, 48.2 mil millones de pesos son para el proyecto Reserva para Ingeniería, Procura y Construcción de la Nueva Refinería en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco, y 1.8 mil millones de pesos para estudios de preinversión».
  1. La refinería de Dos Bocas no está registrada en la cartera de inversión de la Secretaría de Hacienda, sino que está catalogada como una inversión financiera. Esto puede parecer un detalle menor, pero no lo es. La cartera de inversión es un sistema electrónico que contiene la información de todos los programas y proyectos de inversión de las dependencias, en los que pueden conocerse los montos que se gastarán, el avance en la construcción y hasta las estimaciones de rentabilidad. Al consultar los reportes trimestrales de la SHCP a la Cámara de Diputados, en el Anexo en que se reporta el «Avance Físico y Financiero de los Proyectos de Inversión» no está la refinería de Dos Bocas. Por lo tanto, no sabemos cuánto se espera que cueste el proyecto, cómo ha evolucionado el gasto que se ha destinado año con año, los resultados de los estudios de preinversión, la memoria de cálculo de su rentabilidad ni el avance físico de la obra. Sabemos que la refinería «inaugurada» no ha sido terminada, pero no sabemos qué tan incompleta está.
  1.  La refinería de Dos Bocas no está en la Cuenta Pública. Al no existir una clave de cartera de inversión ni una partida presupuestal específica que permita identificar el gasto en la refinería, el proyecto tampoco puede encontrarse en la Cuenta Pública, que es el documento que reporta cómo gastó el gobierno realmente en el año anterior. En consecuencia, no sabemos cuánto se ha gastado en este proyecto, si han existido subejercicios o ahorros y ni siquiera en qué se está gastando. 
  1. En la página oficial de la refinería de Dos Bocas no existe ningún contrato de la obra. La Secretaría de Energía creó el sitio https://dosbocas.energia.gob.mx, en donde supuestamente se encuentra transparentada toda la información relacionada con el proyecto. Cuando se revisa el apartado titulado «Documentos que contienen los procedimientos de contratación para la construcción de la refinería Olmeca en Dos Bocas, municipio de Paraíso, Tabasco», es posible encontrar 7 secciones relacionadas con los contratos de la refinería. Sin embargo, la información se limita a los procedimientos administrativos previos a la firma del contrato, pero no hay un solo contrato disponible para consulta. Igualmente, no todos los procedimientos cuentan con la documentación completa, pues tampoco están disponibles todas las actas de las sesiones. 
  1. No todos los contratos relacionados con la refinería de Dos Bocas están en las plataformas de transparencia de Pemex. Al ser una empresa productiva del Estado, Pemex no reporta sus contratos en la misma plataforma que el resto del gobierno (CompraNet), sino que lo hace en su propio sitio. Recientemente esta administración presentó Pemex + Transparente, en donde supuestamente se encuentran todos los contratos de la empresa. Sin embargo, al hacer una consulta sobre Dos Bocas o utilizando la información disponible en el sitio de la refinería, es imposible encontrar todos los contratos de la refinería.
  1. Los contratos de la refinería de Dos Bocas que pueden consultarse públicamente no revelan los montos que se entregan a las empresas que están construyendo la obra. A pesar de que los contratos de la refinería de Dos Bocas no están en el sitio oficial de la obra ni en los sitios de transparencia de Pemex, existe una página de PTI, Infraestructura de Desarrollo S.A. de C.V. (la empresa filial de Pemex encargada del proyecto y que por tanto no es un sujeto obligado de la Ley de Transparencia), en donde pueden encontrarse los contratos de la refinería. Sin embargo, ninguno de los documentos disponibles permite conocer el monto de los contratos: todos y cada uno de ellos tienen testadas las secciones referentes a montos de dinero; es decir, se encuentran escondidas bajo enormes cuadros negros.

Como usuarios especializados de la información pública, desde Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad pudimos recorrer el largo camino para poder encontrar los contratos de la refinería de Dos Bocas. A pesar de ello, después de revisar todas las fuentes de información, seguimos sin poder saber cuánto costará este proyecto, cuánto hemos gastado hasta el momento ni cuánto se ha pagado a los contratistas. En resumen, no sabemos nada sobre la refinería de Dos Bocas más allá de lo que el presidente y su gobierno nos quieren decir y enseñar. 

La opacidad reina casi de manera absoluta en uno de los proyectos insignia de esta administración. Vivimos en las sombras. Eso es intolerable.

Aldea84
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