La mascota olvidada de Bimbo que existió antes del famoso Osito

El Osito Bimbo que acompañó a estos alimentos por décadas, no fue el único animal en representarlos. También hay una historia con un elefante utilizado para promocionar refrescos.


El 2 de diciembre de 1945 la panificadora Bimbo comenzó operaciones en México, con únicamente algunos productos: super pan, grande y chico, negro y tostado.

Su famoso personaje, el Osito Bimbo que acompañó a estos alimentos por décadas, no fue el único animal en representarlos. Por un lado, está el gansito de Marinela y también hay una historia con un elefante utilizado para promocionar refrescos.

Además, ahí no acaba el vínculo de la empresa con los animales, pues existe una hipótesis defendida por la propia firma que asegura que el nombre de la marca proviene de la suma de los nombres Bingo y Bambi, en referencia, respectivamente, al juego de azar y al venadito hembra de la película de Disney.

“Tiempo después los fundadores sabrían que en italiano coloquial a los niños (bambino) se les dice bimbo, que en húngaro la palabra significa capullo y que curiosamente en China el fonema para designar al pan suena muy parecido a Bimbo”, comparte la compañía en su cronología oficial.

Su producción industrial de pan comenzó con tan sólo 34 trabajadores en una pequeña fábrica de la Ciudad de México, en la colonia Santa María Insurgentes, número 117 de la calle 58 norte.

En el proceso de colocación de los productos de la panadera el Osito Bimbo jugó un papel publicitario importante, pues protagonizaba historietas publicadas en los principales diarios de México mientras hablaba de las cualidades del pan.

En un inicio, la empresa únicamente abastecía a puntos cercanos a la capital del país, como las ciudades de Pachuca, Puebla, Cuernavaca y Toluca, explica la propia firma.

“El resto del país se surtía mediante un ingenioso sistema de embarques. Durante un tiempo tuvo un acuerdo con los transportistas que distribuían los periódicos en provincia, de manera que noticias y pan salían por la madrugada para cumplir diariamente con sus consumidores”, relata Bimbo.

Fue en 1954 cuando aparecieron los primeros pastelitos de la panadera con cobertura de chocolate u otros ingredientes.

“Los pastelitos eran de difícil manejo y la distribución era casi imposible debido a que no tenían envoltura sino capacillos rojos. Después de muchos experimentos, el director técnico Alfonso Velasco dio con la fórmula y desarrolló productos susceptibles de envoltura, como el Gansito y el Bombonete”, abunda el sitio oficial de Bimbo.

¿Y el elefante?

Usuarios de redes sociales recuerdan expresiones publicitarias de la empresa que demostrarían que la panadera no sólo ha distribuido pan a lo largo de su historia, sino que también repartía refrescos.

En los envases de estas bebidas figura un elefante como mascota y un precio unitario de 30 centavos.

“Bimbo, el refresco de lunes a domingo en todos sabores de frutas”, proclama un afiche recuperado en internet, mientras sostiene que una caja con 25 botellas cuesta 5 pesos de entonces con 50 centavos, aparentemente una maniobra comercial desarrollada en la década de 1950.

En su desarrollo, la marca ha logrado extenderse a América Latina, cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores, comercializar más de 200 productos, incursionar en el mercado de Asia y la costa oeste de Estados Unidos, entre otros destinos internacionales, además de la integración de la cadena de pastelerías El Globo, entre otras operaciones.

No obstante esta historia, los personajes de la panadera desaparecieron de su empaque y su interacción con el público a partir del 27 de marzo de 2020, con la modificación a la Norma Oficial Mexicana (NOM) 051 que prohíbe el uso de personajes infantiles en estos productos.

“Los productos preenvasados que ostenten uno o más sellos de advertencia o una leyenda de edulcorantes no deben incluir en la etiqueta personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades, deportistas o mascotas”, indica la determinación oficial del Gobierno de México.

Aldea84
Aldea84http://aldea84.com
Sitio para nativos y migrantes digitales basado en la publicación de noticias de Tijuana y Baja California, etnografías fronterizas, crónicas urbanas, reportajes de investigación, además de tocar tópicos referentes a la tecnología, ciencia, salud y la caótica -y no menos surrealista- agenda nacional.
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El 2 de diciembre de 1945 la panificadora Bimbo comenzó operaciones en México, con únicamente algunos productos: super pan, grande y chico, negro y tostado.

Su famoso personaje, el Osito Bimbo que acompañó a estos alimentos por décadas, no fue el único animal en representarlos. Por un lado, está el gansito de Marinela y también hay una historia con un elefante utilizado para promocionar refrescos.

Además, ahí no acaba el vínculo de la empresa con los animales, pues existe una hipótesis defendida por la propia firma que asegura que el nombre de la marca proviene de la suma de los nombres Bingo y Bambi, en referencia, respectivamente, al juego de azar y al venadito hembra de la película de Disney.

“Tiempo después los fundadores sabrían que en italiano coloquial a los niños (bambino) se les dice bimbo, que en húngaro la palabra significa capullo y que curiosamente en China el fonema para designar al pan suena muy parecido a Bimbo”, comparte la compañía en su cronología oficial.

Su producción industrial de pan comenzó con tan sólo 34 trabajadores en una pequeña fábrica de la Ciudad de México, en la colonia Santa María Insurgentes, número 117 de la calle 58 norte.

En el proceso de colocación de los productos de la panadera el Osito Bimbo jugó un papel publicitario importante, pues protagonizaba historietas publicadas en los principales diarios de México mientras hablaba de las cualidades del pan.

En un inicio, la empresa únicamente abastecía a puntos cercanos a la capital del país, como las ciudades de Pachuca, Puebla, Cuernavaca y Toluca, explica la propia firma.

“El resto del país se surtía mediante un ingenioso sistema de embarques. Durante un tiempo tuvo un acuerdo con los transportistas que distribuían los periódicos en provincia, de manera que noticias y pan salían por la madrugada para cumplir diariamente con sus consumidores”, relata Bimbo.

Fue en 1954 cuando aparecieron los primeros pastelitos de la panadera con cobertura de chocolate u otros ingredientes.

“Los pastelitos eran de difícil manejo y la distribución era casi imposible debido a que no tenían envoltura sino capacillos rojos. Después de muchos experimentos, el director técnico Alfonso Velasco dio con la fórmula y desarrolló productos susceptibles de envoltura, como el Gansito y el Bombonete”, abunda el sitio oficial de Bimbo.

¿Y el elefante?

Usuarios de redes sociales recuerdan expresiones publicitarias de la empresa que demostrarían que la panadera no sólo ha distribuido pan a lo largo de su historia, sino que también repartía refrescos.

En los envases de estas bebidas figura un elefante como mascota y un precio unitario de 30 centavos.

“Bimbo, el refresco de lunes a domingo en todos sabores de frutas”, proclama un afiche recuperado en internet, mientras sostiene que una caja con 25 botellas cuesta 5 pesos de entonces con 50 centavos, aparentemente una maniobra comercial desarrollada en la década de 1950.

En su desarrollo, la marca ha logrado extenderse a América Latina, cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores, comercializar más de 200 productos, incursionar en el mercado de Asia y la costa oeste de Estados Unidos, entre otros destinos internacionales, además de la integración de la cadena de pastelerías El Globo, entre otras operaciones.

No obstante esta historia, los personajes de la panadera desaparecieron de su empaque y su interacción con el público a partir del 27 de marzo de 2020, con la modificación a la Norma Oficial Mexicana (NOM) 051 que prohíbe el uso de personajes infantiles en estos productos.

“Los productos preenvasados que ostenten uno o más sellos de advertencia o una leyenda de edulcorantes no deben incluir en la etiqueta personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades, deportistas o mascotas”, indica la determinación oficial del Gobierno de México.

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