Una nueva máquina promueve los servicios de una empresa de tecnología que brinda lecturas astrológicas utilizando inteligencia artificial.
La máquina estaba al lado del mostrador de embutidos, sobresalía por encima de las cajas de cartón apiladas cerca de la entrada de la tienda Iconic Magazines. Tenía la misma altura de una lavadora-secadora, con botones negros, hileras de luces parpadeantes y calibradores etiquetados con nombres de cuerpos celestes —“Sol”, “Luna” y los ocho planetas— en su cubierta blanca.
“Podría ser algo de la NASA”, opinó Tim Wiedmann, un estudiante alemán de 27 años que visitó la tienda ubicada en Manhattan un miércoles de junio por la noche.
Mientras Wiedmann estaba parado frente a la máquina, la pantalla le dio una instrucción: “Pregunta a las estrellas”. Con una perilla, pasó por unas 100 preguntas. Entre ellas: ¿Cómo mejoro en el trabajo? ¿Debería irme de Nueva York? ¿Debería empezar una secta?
Después de elegir una pregunta, Wiedmann ingresó su fecha, hora y lugar de nacimiento. La pantalla le mostró un mensaje que, entre otras cosas, decía: “Todas las respuestas están basadas en cálculos astrológicos”. Con su cámara integrada, la máquina tomó una fotografía del estudiante. Momentos después, arrojó un papelito que contenía su retrato granulado y una respuesta a su pregunta.
“Es como si hubiera alguien adentro”, comentó Wiedmann, una de las muchas personas que estaban ahí para usar la máquina. A ratos, dentro de la tienda se formaban largas filas de personas que esperaban su turno. Muchos visitantes contaron que habían escuchado de la máquina en TikTok, entre ellos, dos estudiantes de 19 años.
“Yo pregunté sobre mis señales de alerta en una relación”, mencionó uno de los estudiantes sobre la pregunta que eligió antes de que su compañera leyera en voz alta la respuesta impresa de la máquina.
Decía: “Tus señales de alerta incluyen una tendencia a tener expectativas muy altas y un miedo al conflicto. La posición de tu Júpiter y tu Saturno sugiere una necesidad de perfeccionismo y un temor al rechazo. Al evitar el conflicto, es posible que limites tu potencial de crecimiento y de crear conexiones significativas. Recuerda, el conflicto forma parte inherente de la intimidad. Practica la compasión y olvídate de las expectativas exageradas”.
Al igual que la mayoría de las personas que usaron la máquina esa noche, ni él ni ella sabían que sus respuestas habían sido generadas con el uso de inteligencias artificiales, incluyendo ChatGPT y GPT-3.
La máquina fue desarrollada por Co-Star, una empresa tecnológica con una atractiva aplicación de astrología que usa inteligencia artificial para generar lecturas. Estará en la tienda de Iconic Magazines durante gran parte del verano y luego será trasladada a Los Ángeles.
Desde hace siglos, los astrólogos han recurrido al movimiento y a las posiciones de los planetas y otros cuerpos celestes para orientar sus interpretaciones y horóscopos. Co-Star sigue métodos similares, pero sus lecturas diarias son preparadas por una IA que toma textos de una base de datos escrita para la aplicación por un equipo de astrólogos y poetas.
La máquina, cuyo uso es gratuito, fue creada para promover The Void, el nuevo servicio dentro de la aplicación de Co-Star, que está disponible a partir de más o menos un dólar. El servicio tiene un funcionamiento parecido al de la máquina: los usuarios pueden hacer preguntas abiertas que las lecturas astrológicas de la aplicación no suelen mencionar y recibir respuestas generadas por inteligencia artificial a partir de los textos preparados de Co-Star.
La fundadora de Co-Star Banu Guler, de 35 años, nombró una amplia variedad de inspiraciones estéticas para la máquina, incluyendo computadoras de la era soviética, dispositivos usados por la NASA, cabinas fotográficas, máquinas expendedoras y lavadoras. También recibió influencia de las maquinitas de clarividencia Zoltar que solían ser una atracción común en los malecones y las salas de juegos, relató.
“Lo mejor es que te daban tu pequeña lectura”, contó Guler sobre las máquinas de Zoltar. “Y luego la ponías en el refri, o en un libro, o en tu diario, o solo se quedaba en el fondo de tu bolso durante meses, si eres como yo”.
“Aunque sabes que es basura. Es basura especial”, agregó, con una sonrisa socarrona.
Antes de emprender Co-Star en 2017, Guler trabajaba en el sector de tecnología para empresas de arte y moda. Dijo que utilizaba la inteligencia artificial para predecir cómo determinados factores, como el clima en la fecha de una subasta, podían influir en el precio de venta de una obra de arte. Más tarde se basó en lo que había aprendido sobre la inteligencia artificial para desarrollar Co-Star.
“Fue como, ¿cómo puede encajar esto en la astrología?”, dijo.
“La astrología no es una ciencia perfecta, pero tampoco existe una ciencia perfecta, y no lo digo de manera anticientífica”, agregó Guler. “No creo que la ciencia sea perfecta, y no creo que nada sea perfecto, porque los humanos somos imperfectos. Y eso es genial. Genuinamente, es hermoso”.
Vijender Sharma, un astrólogo de 35 años en el norte de la India, especializado en astrología védica, reconoció que ha usado el software para preparar sus lecturas. Explicó que, como la astrología se basa en la ciencia, siempre que la IA se entrene con los conocimientos adecuados, no considera que sea malo usarla.
Susan Miller, astróloga de Nueva York que lleva décadas escribiendo horóscopos, se mostró más escéptica. “La inteligencia artificial es emocionante para cosas como la división de átomos”, sostuvo, y agregó que no confiaría en esa tecnología para una práctica que suele implicar emociones humanas. “Las máquinas cometen errores”, afirmó Miller. “Y la persona que recibe la respuesta podría ir por ahí con la respuesta incorrecta en su mente para siempre”.
Luego de usar la máquina de Co-Star en la tienda de revistas, Nisarga Kadam, de 23 años, que trabaja en el sector de tecnología financiera en Nueva York, también expresó sospecha sobre sus respuestas generadas por inteligencia artificial.
“Son un montón de palabras entrenadas para formar una frase”, dijo Kadam. “No es personal”.
Anna Jonska, de 26 años y directora de videos en Nueva York, sintió lo contrario. Jonska dijo que no es la mayor fanática de la astrología pero que el uso de la máquina de IA hizo que ella confiara más.
“Me inclinaría más a creer que una anciana inclinada sobre una bola de cristal me miente que una computadora”, dijo.