El trabajo fue publicado recientemente en la revista PNAS; en México durante 2020 se registraron 9 mil 400 casos de mujeres con cáncer cervicouterino.
El Observatorio Global de Cáncer indica que en México durante 2020 se registraron 9 mil 400 casos de mujeres con cáncer cervicouterino y más de cuatro mil muertes, se trata de un tipo de tumor relacionado con infecciones persistentes de virus del papiloma humano (VPH). En 2040 la cifra podría subir a 13 mil 900 casos anuales.
El investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm), Alejandro Manuel García Carrancá, y un equipo de expertos del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) identificaron un mecanismo novedoso mediante el cual se traduce la proteína E6 del VPH y podría incidir, de manera sustancial, en la carcinogénesis, es decir, el proceso por el cual estos virus causan cáncer.
El especialista explicó que VPH se refiere a toda una familia de virus de los cuales se conocen más de 200 tipos y de los que sólo algunos son considerados de alto riesgo, pues se encuentran en uno de cada veinte tumores humanos. Entre ellos, destacan especialmente los tipos 16 y 18, responsables de 70 por ciento de los casos de cáncer cervicouterino en el mundo.
El trabajo fue publicado recientemente en la revista PNAS y, “revela mecanismos fundamentales de la traducción de las proteínas que no eran muy conocidos hasta ahora y que pueden aportar conocimientos para desarrollar nuevos blancos para tratamiento o terapéutica de tumores relacionados con VPH”.
De hecho, de esos dos tipos el más popular es el 16 que ha sido encontrado en más de la mitad de los tumores, en edades tempranas es el más común y en ocasiones parece permanecer dormido en las células, pero cuando despierta la situación se complica, alertó.
Sin condiciones para replicarse
El investigador de la Unidad de Investigación Biomédica en Cáncer del IIBm en el INCan precisó que los papilomavirus son muy antiguos y quizá los primeros virus humanos y que infectan a la inmensa mayoría de las personas al menos una vez en su vida.
García Carrancá abundó: “Las infecciones con virus, como el papiloma, usualmente no causan cáncer y producen partículas que infectan a otros, pero cuando no encuentran las condiciones para llevar a cabo su ciclo y hacer más virus, modifican o alteran la maquinaria celular, especialmente la que se encarga de poner un freno a la proliferación y el ciclo celular e inducir que la célula muera, pero las proteínas E6 y E7 no permiten a las células frenar y así pueden crecer sin que nada las detenga”.
Desde 1985, cuando durante su doctorado realizó una estancia en el laboratorio de Moshe Yaniv en Francia, García Carrancá colaboró con Francoise Thierry en el estudio del VPH tipo 18. Posteriormente, a su regreso a México ha estudiado la proteína 53 (P53), que se considera un agente vital para el desarrollo de tumores y de la cual induce su destrucción la proteína E6 del VPH.
Como parte de su labor de investigación, el universitario comenzó a colaborar, con expertos del INCan con quienes encontró que la proteína E6 se traduce mediante un mecanismo novedoso y que podría ser clave tanto para la vida del virus como para su papel en el desarrollo de tumores humanos.
¿Cómo ocurre eso? Se sabe que después de la transcripción de la información contenida en el ADN, que es el primer paso de la expresión genética, se da la traducción de los mensajeros y forma parte del proceso de cómo la información de un gen es utilizada para crear un producto funcional, como una proteína. En la inmensa mayoría de los casos, los mensajeros tienen un extremo 5’ que no es traducido y tiene más de 100 nucleótidos. En este caso los expertos descubrieron que los mensajeros utilizados para traducir la proteína E6 de VPH de alto riesgo tienen sólo de cero a cinco nucleótidos como secuencia 5’, y pese a esto el proceso se realiza sin problemas.
García Carrancá detalló: “Es decir, la manera en que se traduce la proteína E6 en los tumores no es la común, pues los virus emplean ciertos elementos que normalmente la célula no utiliza, pero que les permiten llevar a cabo su ciclo al traducir. Una implicación muy importante es que estos factores pudieran ser blanco de tratamientos para los VPH”.
Parte del hallazgo es que el VPH utiliza moléculas para traducir sus proteínas, las que en apariencia la célula no usa comúnmente, los virus tienen la capacidad de activar esa maquinaria a su conveniencia.