Situaciones de estrés y ansiedad, riesgos innecesarios o problemas médicos son algunas de las potenciales causas por las que desvanecerse cuando se llega al clímax sexual.
Los franceses lo llaman la pequeña muerte o la muerte dulce. Otros lo identifican con el éxtasis. Y la mayoría lo asocian con un momento de liberación y pérdida de control.
Experimentar un desmayo tras un orgasmo puede deberse a varias condiciones médicas, aunque existen casos en que puede deberse a una mala práctica incontrolada como la autoasfixia. Los cambios de posición brusco, la mala alimentación o un cuadro de ansiedad pueden provocar que el sexo termine con un desvanecimiento.
Si tenemos en cuenta que la duración ideal del sexo está de entre 7 y 13 minutos, tampoco te vendrá nada mal conocer por qué hay quien pierde el conocimiento tras haber llegado al orgasmo durante el sexo, pero más allá de ese placer extremo puede que existan razones médicas para explicar el desmayo tras el clímax sexual.
Algunos expertos se han dedicado a investigar qué ocurre con aquellas personas que se desvanecen tras alcanzar el punto de mayor placer durante el sexo y han encontrado varias explicaciones.
Lo primero que hay que preguntarse es qué estaban haciendo antes de llegar al orgasmo, puesto que en algunos casos pueden confundirse otras patologías o situaciones anteriores que simplemente han terminado con el desvanecimiento durante el sexo. Por ejemplo, si una persona se entrega a una sesión de sexo exhaustiva y duradera sin haber descansado correctamente o después de mucho tiempo ayunas, puede que pierda la conciencia o se sienta mareada y se desmaye por el hambre y el sueño. Otra vertiente es la psicológica, puesto que la ansiedad puede finalizar con problemas respiratorios tras la sesión de sexo.
Aquí están las seis posible razones por las que pueden desmayarse por un orgasmo:
1.Autoasfixia erótica
Es la razón más obvia. Intentar recrear el espíritu de ’50 sombras de Grey’ y que se convierta en ‘El imperio de los sentidos’ puede ser peligroso. Algunas personas fuerzan situaciones de menor llegada de oxígeno al cerebro para aumentar la sensación de placer y esto puede conducir a situaciones de pérdida de conocimiento (o muerte en los casos más extremos). Se ha denominado asfixia erótica o hipoxifilia y puede practicarse de manera individual o en grupo.
2. Estrés o ansiedad
Es una de las razones más comunes. La cabeza puede jugar una mala pasada para quien no está en las condiciones adecuadas. Las situaciones de vergüenza, las expectativas por cumplir o una alteración de la conducta a la hora de practicar sexo pueden conllevar situaciones de ansiedad o estrés a la hora del coito.
Uno de los posibles efectos es la hiperventilación, lo que reducirá el oxígeno en el cerebro y causará el correspondiente desvanecimiento. Además, con el cambio de ritmos de respiración aumenta el riesgo de hiperventilación. Otra posibilidad es que derive en una caída brusca de la presión arterial (síncope vasovagal) con el inmediato desmayo -que se explicará en otro punto posterior.
3. Hambre y sed
Los expertos recuerdan un problema poco conocido. A veces, la concentración en el sexo puede distraer a las personas de otras necesidades fisiológicas. Con una intensa actividad sexual, posturas exigentes o ejercicio aeróbico continuado, el cuerpo puede terminar por rendirse con el último esfuerzo.
Demasiado tiempo en ayunas también puede ser perjudicial, especialmente para quien no está acostumbrado. También los problemas para comer o beber derivados de problemas psicológicos pueden culminar con deshidratación o falta de nutrientes durante el sexo y el desmayo después del orgasmo.
Una última opción similar es que ante una situación de múltiples sensaciones placenteras puede la persona no perciba los síntomas de hambre o sed. Por ejemplo, un simple bajón de azúcar en la sangre podría llevar al desmayo a un diabético.
4. Síndrome POTS
Aquí el problema es intentar el kamasutra a ritmo de contrarreloj con el síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS, por sus siglas en inglés). Esta disautonomía provoca una disminución de la circulación sanguínea regreso al corazón cuando una persona cambia de posición. Suele ocurrir al pasar de una situación relajada (sentado o acostado) a ponerse de pie, así que es muy fácil de evitar si se conoce el problema médico o si se ha sufrido anteriormente la experiencia.
5. Problemas de corazón
Es una de las situaciones menos comunes, pero puede ocurrir si se unen insuficiencia cardíaca o alguna obstrucción en los vasos sanguíneos. En todo caso, los desmayos sí pueden servir para alertar sobre un posible problema de corazón. Los mayores riesgos de que se complique el desvanecimiento son para los mayores de 70 años, personas con antecedentes familiares de muerte súbita o con desmayos habituales en circunstancias de exigencia física.
6. Síncope vasovagal
El síncope vasovagal es la denominación técnica que recibe el desmayo común, el más habitual de los desvanecimientos. Si se estimula el nervio vago se reduce la frecuencia cardíaca y se dilatan los vasos sanguíneos. Al disminuir el ritmo del corazón también baja la cantidad de sangre que llega al cerebro y se produce el desmayo.
Los expertos apuntan a que para el desmayo durante el orgasmo por este motivo se pueden reunir algunas de las razones anteriormente apuntadas. En cualquier caso, indican que las más frecuentes son levantarse demasiado deprisa, la ansiedad (relacionada tanta con la masturbación o el sexo), un trauma o el consumo de drogas, cafeína y / o bebidas alcohólicas. La razón por la que el desvanecimiento ocurre tras el orgasmo es que la persona se encuentra con una oleada de sensaciones que aumentan las posibilidades de estimulación del nervio vago.
¿Qué hacer si me suelo desmayar por un orgasmo?
Los expertos señalan que, en la mayoría de los casos, desmayarse tras un orgasmo no es una situación de riesgo, aunque la consulta a un médico ayudará a determinar las posibles razones u otras patologías y enfermedades subyacentes.