El indicador trimestral del PIB Turístico se ubicó en 62,7 puntos, su peor nivel desde 1996.
El Producto Interno Bruto (PIB) Turístico de México se contrajo 47% en el segundo trimestre (abril-junio) de 2020, en el marco de la pandemia de COVID-19, según los resultados de los indicadores trimestrales de la actividad turística publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
“En su comparación anual, el indicador trimestral del PIB Turístico reportó un descenso de 47% y el del consumo turístico interior (bajó) 49,6% durante el trimestre en cuestión”, informó el organismo estatal.
En su comparación con los primeros tres meses del año (enero-marzo), “en el segundo trimestre de este año, el indicador trimestral del PIB Turístico registró una disminución de 43,1% y el del consumo turístico interior de 46% en términos reales frente al trimestre inmediato anterior, con cifras desestacionalizadas”, que eliminan la distorsión de las estaciones del año en la actividad económica.
Esos indicadores se colocaron en mínimos históricos en el mencionado periodo de 2020.
El presidente del INEGI, Julio Santaella, dijo en su cuenta de Twitter que en comparación con el trimestre anterior “el consumo turístico interior se desplomó 46%, con una mayor contracción de 88,8% en el componente receptivo”.
El indicador trimestral del PIB Turístico se ubicó en 62,7 puntos, su peor nivel desde 1996, y el consumo turístico interior en 60,3 puntos, su nivel más bajo desde 1995.
La caída en estos indicadores muestran el impacto que tuvo en ese sector la pandemia actual, en particular, en los meses de cierre de actividades para contenerla.
Antes de este derrumbe inédito, en las dos últimas décadas el turismo había tenido en México un creciente desarrollo, que lo colocó en el sexto lugar mundial en cuanto a turistas internacionales recibidos.
Pero ha sido una de las actividades económicas más golpeadas por la propagación mundial del nuevo patógeno, que obligó a cerrar las fronteras y cancelar vuelos.
Tras dos meses de confinamiento en abril y mayo, desde junio fue autorizado el flujo relacionado con “actividades esenciales” en los tres países de Norteamérica, región de donde procede la mayoría de visitantes, que se refleja en la reducción de divisas extranjeras.
El año pasado el turismo generó 11 millones de empleos directos e indirectos, y representó alrededor del 16% del PIB de la segunda economía latinoamericana.
Los ingresos en moneda extranjera colocan al turismo en tercer lugar a nivel nacional: las divisas que ingresan los turistas solo son superadas por las exportaciones de manufacturas y las remesas que envían los migrantes desde EEUU, que este año tendrá una cifra récord de casi 40.000 millones de dólares.