El Fondo recorta las previsiones de la economía mexicana para este año y para 2025. El organismo prevé que el próximo año el PIB del país crecerá solo un 1,3%.
Las perspectivas económicas de México continúan empeorando. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado a la baja, por tercera ocasión, sus previsiones de crecimiento para el país latinoamericano en 0,7 puntos para este año, situándole en 1,5%. En 2025, el recorte es del 0,3% respecto al reporte anterior, de julio, para fijar el Producto Interno Bruto en 1,3%. En el informe de Perspectivas Económicas Mundiales, publicado este martes, el organismo multilateral advierte de que el ajuste para la economía mexicana refleja el debilitamiento de la demanda interna como consecuencia del ajuste de la política monetaria y anticipa una mayor contracción del PIB el próximo año por una postura fiscal más restrictiva. Los pronósticos del FMI no son fortuitos, responden a algunas alertas que ya han empezado a encenderse de manera interna: una desaceleración en el consumo, en la creación de empleo, la ralentización de inversión extranjera y la incertidumbre sobre el horizonte económico por las recientes reformas estructurales. Los nuevos pronósticos del organismo multilateral se alejan cada vez más del crecimiento del PIB mexicano del 3,2% en 2023.
Proyecciones económicas para México del FMI
Para el resto de América Latina y el Caribe, se proyecta que el crecimiento disminuya del 2,2% en 2023 al 2,1% en 2024, antes de repuntar al 2,5% en 2025. En Brasil, se proyecta un crecimiento del 3% en 2024 y del 2,2% en 2025. Se trata de una revisión al alza de 0,9 puntos porcentuales para 2024, en comparación con las proyecciones de julio pasado. El pronóstico regional mejora debido a un mayor consumo privado y la inversión en el primer semestre del año como resultado de un mercado laboral ajustado, transferencias gubernamentales y perturbaciones menores a las previstas por las inundaciones.
El FMI mantiene su previsión de crecimiento mundial en el 3,2% para este año, en el mismo nivel de 2025, según sus pronósticos. Sin embargo, los economistas del Fondo reconocen como posibles riesgos a la baja: los conflictos geopolíticos, el proteccionismo, la posibilidad de que un menor crecimiento de China y la volatilidad en los mercados financieros. El organismo apunta que la economía mundial podría cumplir con un soft landing, sin embargo, destacó que las elecciones en Estados Unidos y a nivel mundial han contribuido a elevados niveles de incertidumbre, también agregó que un aumento de los aranceles podría aumentar las tensiones comerciales.
Otro de los puntos favorables en el estudio del FMI recae sobre una tendencia a la baja en la inflación global. En la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, la escalada de precios ha disminuido significativamente desde sus niveles máximos y siguen mostrando una tendencia a la baja. En línea con esta tendencia, el Fondo prevé que la inflación mexicana se reducirá del 5,5% en 2023 a 4,7% para 2024 y 3,8% para el siguiente año.
Los reiterados recortes a la baja del pronóstico del Producto Interno Bruto (PIB) de México es el reflejo de una desaceleración de la segunda economía de América Latina. Las previsiones para 2024 y 2025 cada vez están más alejadas del crecimiento del 3,2% de 2023. Esta nueva rebaja del FMI se sitúa en el mismo nivel del último ajuste a la baja del Banco de México. El Banco central coincide en que este año, México crecerá 1,5%. A contracorriente de estos pronósticos, la Secretaría de Hacienda mantiene el optimismo sobre el desempeño económico y perfila un alza de 2,5 a 3,5 del PIB en 2024 y de 2% a 3% en 2025.
Las recientes previsiones del FMI tienen como telón de fondo el arranque, esta semana, de las reuniones anuales entre el organismo y el Banco Mundial. La directora del FMI, Kristalina Georgieva, declaró en su tradicional discurso, previo a estas reuniones, de un “futuro difícil” por el bajo crecimiento y la elevada deuda de las economías. A lo largo de esta semana, ambas instituciones celebrarán ponencias y reuniones de alto nivel donde participarán ministros, presidentes de bancos centrales y otras autoridades económicas.