El ensayo resalta que, si bien los soldados mexicanos “tienen capacidades más limitadas que los ejércitos de más alto nivel de la OTAN, sus capacidades parten de un piso alto, beneficiándose de la cooperación bilateral en materia de seguridad con Estados Unidos”.
El ejército de México supera el número de elementos que tienen los 13 miembros más recientes de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN), de acuerdo con un ensayo publicado en Atlantic Council.
Según el texto Buscando la adhesión de México autoría de Christopher Skaluba y Gabriela Doyle que plantea la cuestión de incorporación del país latinoamericano a la alianza, —como el secretario de la Defensa estadounidense, Loyd Austin, lo ha sugerido en diciembre de 2020—, con 236.450 miembros el ejército mexicano supera en conjunto los ejércitos de Macedonia, Montenegro, Albania, Croacia, Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, República Checa y Hungría. Las FFAA mexicanas sólo están por debajo de tales miembros de la OTAN como Estados Unidos y Turquía.
El ensayo resalta que, si bien los soldados mexicanos “tienen capacidades más limitadas que los ejércitos de más alto nivel de la OTAN, sus capacidades parten de un piso alto, beneficiándose de la cooperación bilateral en materia de seguridad con Estados Unidos”.
“En la última década, las Fuerzas Armadas mexicanas se han convertido en un ejército fortalecido y más profesional, experto en la guerra de cuarta generación, que opera en todo el espectro del conflicto, desde misiones quirúrgicas de las Fuerzas Especiales de pequeñas unidades hasta las operaciones de estabilidad a nivel de división en áreas comparables en tamaño a Bélgica”, se lee en un estudio del Wilson Center de 2016 citado en el ensayo.
El trabajo indica que para que México ingrese a la OTAN uno de los requisitos que se deberían establecer es la condición de aumentar su gasto en defensa, valuado en 2019 en 5.000 millones de dólares, equivalente al 0,5%, del PIB, pues de lo contrario sería el país que menos invierte en este rubro.
Según los autores, la llegada de México a la OTAN “aportaría importantes recursos” y “podría servir como puerta de entrada para una mayor presencia de la OTAN en América Latina, donde la Alianza está ausente fuera de una asociación formal con Colombia”.
“Si bien la adhesión de México a la OTAN es un proyecto generacional que requiere la alineación de una serie de incentivos políticos y normativos por todas las partes, una asociación formal es posible a corto plazo”, se lee en el ensayo.
Entre los argumentos que se enlistan para apoyar la posible suma de México, además de reforzar y consolidar las relaciones comerciales transatlánticas, está “el prestigio y el estatus que supondría una afiliación a la OTAN”.
“A pesar del enfoque nacionalista del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, éste comparte un objetivo con su predecesor: conseguir un mayor respeto para México en el extranjero. Una asociación formal con la OTAN se alinea perfectamente con las identidades e intereses de México como potencia norteamericana y latinoamericana”, afirman los autores.