Luego de que el presidente estadounidense Joe Biden reprochara que, pese a la reducción de los costos del combustible en su país, el precio del gas se mantiene al alza, en México, Andrés Manuel López Obrador, le dio una recomendación.
El mandatario de Estados Unidos reclamó el 16 de marzo que, en vez de disminuir, el precio del gas aumentó casi un dólar, al pasar de 3,62 dólares el galón a 4,31 dólares, mientras que el barril de crudo disminuyó.
“Las compañías de petróleo y gas no deberían amortiguar sus ganancias a expensas de los estadounidenses que trabajan duro”, opinó Biden.
Ante este reclamo, López Obrador recomendó a Estados Unidos seguir la política energética mexicana, que consiste en establecer precios máximos para los combustibles que el Gobierno considere necesarios. En México, el gas tiene un precio tope.
“¿Por qué nosotros no tenemos ese problema? Porque producimos el petróleo y lo distribuimos o, mejor dicho, procesamos la gasolina y Pemex [la empresa estatal del país] distribuye el 90% de la gasolina y nosotros tenemos más capacidad para control de estos energéticos, que son estratégicos, allá no, pero sí pueden ellos tener control si establecen un precio máximo, que fue lo que hicimos con el gas”, opinó López Obrador.
El mandatario mexicano criticó que empresas como Shell u Oxxo vendan gasolina en México a precios más caros que las estaciones de Pemex. Sin embargo, para que estos abusos no sucedan, dijo que es necesario que el Estado tenga rectoría sobre la industria energética en varios sentidos.
“Pero ya entendieron que no [pueden aprovecharse de la situación]. Pemex les vende a un precio bajo porque [en el Gobierno] estamos entregando un subsidio en beneficio de los consumidores, no para que se lo queden los distribuidores”, criticó López Obrador.
“Sí, libre mercado, pero que no abusen, porque si no, es la libertad del zorro en el gallinero. ¿Y entonces para qué está el Estado?. El Estado no debe de incumplir su responsabilidad social: está para proteger a las personas, no es dejar todo al mercado porque suceden estas cosas que él [Joe Biden] está planteando ahí”, estimó el presidente.
Además, advirtió que no se cerrarán los cruces fronterizos en el norte de México para que ciudadanos estadounidenses puedan llenar sus tanques de gasolina en territorio nacional, debido a que los combustibles están más baratos del lado mexicano de la línea fronteriza.
“Están llegando a cargar de los estados vecinos, que son nuestros hermanos también, no vamos a cerrar la frontera, y en la frontera no está a 22 pesos (el litro), está a 16 y a 17 pesos nuestra gasolina”, apuntó.
Con información de Sputnik.