Hoffman obtuvo su libertad ya que la defensa de Suárez aceptó la reclasificación del delito de pornografía infantil por poseer material íntimo de la denunciante a discriminación.
El 29 de junio de 2021 la joven Ainara Suárez denunció a la ‘influencer’ mexicana Yoseline Hoffman por el delito de pornografía infantil, imputación por la cual la ‘youtuber’, conocida como YosStop, pasó 5 meses en prisión hasta que se acordó una suspensión del proceso, el 30 de noviembre.
Este mecanismo es solo un ejemplo de la impartición de justicia con una perspectiva antipunitivista encaminada principalmente a la reparación integral del daño a la víctima, y no sólo enfocado a establecer un castigo para el agresor. Esta perspectiva se impulsa desde diferentes organizaciones pro derechos humanos.
Ejemplos parecidos se han visto en otros casos relacionados con influencers como Nath Campos, quien accedió a someter a un proceso abreviado a su agresor sexual, Ricardo González, a quien denunció por violación. El influencer conocido como Rix reconoció su delito y aceptó los términos de la reparación.
Como la misma Ainara Suárez explicó en conferencia de prensa tras la liberación de YosStop, la justicia restaurativa busca abrir un camino para la resocialización de los victimarios, la reparación del daño y la no repetición de los actos, abogando por medidas más eficaces que la cárcel sin que ello implique una exoneración o incluso un perdón.
“En este proceso he pensando mucho cuál es el ‘final feliz’, a qué quiero que lleve todo esto, y lo que quería era esto: mandar un mensaje de fuerza a las víctimas, que las personas que me hicieron daño enfrentaran las consecuencias de sus actos y que nunca volvieran a lastimar a nadie”, declaró Suárez frente a medios el pasado 1 de diciembre.
La cárcel no es justicia
Hoffman obtuvo su libertad ya que la defensa de Suárez aceptó la reclasificación del delito de pornografía infantil por poseer material íntimo de la denunciante a discriminación, a través de un mecanismo jurídico dispuesto en el Sistema Penal Acusatorio que suspende el proceso penal a cambio del cumplimento de una serie de requisitos, en delitos que no se consideren de alto impacto.
Entre las condiciones que se negociaron, según los propios abogados de Ainara, está que YosStop no podrá referirse a nadie de forma denigrante en su canal, deberá someterse a cursos de perspectiva de género, realizar videos sobre lo que aprenda y donar el 5% de las ganancias que genere el material a organizaciones que luchan contra la violencia de género. En caso de incumplimiento en los siguientes tres años, Hoffman volvería a prisión.
En entrevista para Sputnik, Karla Ripoll, oficial de Proyectos del Área Legal de la organización Equis Justicia, explica que estos mecanismos de justicia restaurativa nacen cómo una forma de acelerar los procedimientos legales y por “el alto grado de impunidad”, pues “si bien se abren carpetas de investigación esas carpetas de investigación no llegan a un fallo o a una decisión”.
Acorde con datos de la organización Impunidad Cero, en México sólo se denuncia 6,4 delitos de cada 100 cometidos; de las denuncias interpuestas, sólo se resuelven 14 de cada 100 por lo que la probabilidad de un delito se investigue y se resuelva es del 0,9%.
Ripoll explica que, entre los elementos que debe cumplir la justicia restaurativa, y que se logra a través de procedimientos abreviados o mecanismos como la suspensión, están: el acceso a la justicia, la verdad, la reparación del daño y la no repetición.
Por su parte, Leslie Jiménez, coordinadora de Proyectos en Impunidad Cero, considera que en la sociedad existe esta idea arraigada de que “ya obteniendo una sentencia de cárcel se obtiene justicia”, lo cual es una percepción errónea pues no garantiza la no repetición de los actos o muchas veces no permite la reinserción social.
“Lograr que las mujeres o que las personas tengan acceso a esta posibilidad de reparación del daño moral es una medida supremamente beneficiosa porque acorta los procesos. En el momento que se acortan los procesos las víctimas tienen un menor tiempo de revictimización en sus casos”, afirma la abogada.
Lo anterior, según la especialista, porque la “prisión funciona bajo lógicas bastante marcadas, trabaja bajo las lógicas del racismo, bajo la lógica del clasismo y bajo la lógica de la misoginia”, y aunque se tiene la percepción de que se trata de una forma reinserción, lo cierto es que las personas sólo padecen estigmas y prejuicios.
“Al final no ganas nada si tienes a 20 personas en la cárcel si de estas 20 personas también hay 20 víctimas que no tienen la manera de poder reparar el daño que les causaron porque estamos hablando de casos que tienen que ver con el daño a la dignidad, la integridad y la libertad psicosexual”, sostiene la maestra en Derecho Penal.
Por su parte, Ripoll agrega que socialmente se acepta la prisión como un castigo y no como un trabajo de reinserción. Sólo el 29,6% de personas que salen de prisión están enterados de los apoyos que pueden recibir por parte del Gobierno para retomar su vida, según la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad 2021 del INEGI.
La Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad 2021 #ENPOL, señala que hay 220.5 mil personas en esa condición, de las cuales 94.3% son hombres y 5.7%, mujeres. De ese total, 60% es menor de 40 años. https://t.co/83do3CvgFD #INEGI pic.twitter.com/j8IXhQ5o0P
— INEGI INFORMA (@INEGI_INFORMA) December 7, 2021
Las víctimas en el centro
Uno de los puntos más criticados en el caso de Ainara Suárez, y en general en los procesos de justicia restaurativa, es que se establecen compensaciones económicas en favor de las víctimas, lo que puede interpretarse como ponerle “precio a la justicia”.
Ambas especialistas rechazan esta visión, pues coinciden en que la reparación del daño incluye el pago de servicios que derivan del mismo delito, entre ellos, la terapia psicológica y el costo de la defensa legal.
Incluso la propia Ley General de Víctimas establece en su artículo 1 que la reparación a una víctima “comprende las medidas de restitución, rehabilitación, compensación, satisfacción y garantías de no repetición, en sus dimensiones individual, colectiva, material, moral y simbólica”, lo que a su vez ayuda al reconocimiento del delito y el acceso a la verdad, a consideración de Ripoll.
Con este tipo de casos, como es el de YosStop, asegura Jiménez Urzua, la sociedad puede comenzar a dejar la idea de que la justicia sólo se alcanza con cárcel y a aceptar que “la justicia la entiende cada víctima de manera diversa”.
“Es algo bastante positivo el hecho de que casos mediáticos nos estén dando el ejemplo de que al final la justicia la entiende cada víctima de manera diversa y que las víctimas están entendiendo la justicia como una forma de cerrar los episodios por los cuales se ofuscaron en el sistema, y tiene que ver también con un perdón, con un cierre, y evidentemente esta forma material de reparar el daño”, declara.
En el caso de Suárez, según lo declarado en la conferencia del 1 de diciembre, su intención no fue perdonar a los agresores, sino brindarle una nueva oportunidad a YosStop y dar un mensaje a víctimas de violencia sexual: la justicia es posible.
Sobre la visión punitivista con la que se maneja el sistema penal, Ripoll sostiene que, si bien el Estado mexicano mantiene esta idea de la justicia, ejemplos como el proceso de Ainara Suárez demuestran que existen otros mecanismos que reparan el daño y permiten la resocialización de los agresores.
“Hay que tener en consideración que para llegar a una justicia restaurativa tiene que haber la aceptación o la negociación por parte de las víctimas. No son islas, se tiene que llegar a una negociación y la otra persona tiene que dar su consentimiento y tiene que estar a favor de estas medidas. Si no se encuentra a favor, no se le está satisfaciendo su reparación de manera idónea. En medida en la que promulguemos o se prime este tipo de justicia por las medidas de prisión o punitivas en mayor medida vamos a lograr la justicia en este país”, consideró.