En Baja California, las bases de datos de la investigación arrojaron resultados adversos en 16 pozos de Mexicali, los cuales remarcan que excedieron los niveles de riesgo de arsénico y fluoruro, así como también el pozo Laguna Salada 2, en Tecate, y el Pozo 10 de Comondú.
Al menos 24 estados de México, entre ellos Baja California, reportan pozos de agua potable con niveles altos de arsénico y 30 registran índices elevados de fluoruro, de acuerdo con una investigación realizada por Data Crítica y Quinto Elemento Lab.
Según el trabajo periodístico, al menos desde 2012 diferentes organizaciones civiles han denunciado que este problema ha derivado en un incremento considerable en casos de cáncer y del llamado pie negro (extremidades gangrenadas), sobre todo en la zona norte y centro del país.
El riesgo no sólo es en zonas donde el agua potable se bebedirectamente porque este mineral también puede quedarse en los alimentos. Dicho problema es adjudicado no sólo a la actividad minera que provoca la filtración de minerales a las aguas subterráneas, sino también a la extracción de agua que provoca el mismo efecto.
En Baja California, las bases de datos de la investigación arrojaron los siguientes resultados, en 16 pozos de Mexicali, los cuales remarcan que excedieron los niveles de riesgo de arsénico y fluoruro, así como también el pozo Laguna Salada 2, en Tecate, y el Pozo 10 de Comondú:
Uno de los casos más conocidos es el de la población de Los Planes, en el municipio de La Paz, Baja California Sur, donde se reportan personas con más de 100 microgramos de arsénico por litro en su orina, cuando la cantidad recomendada por organismos de salud es menor a los 5 microgramos.
A pesar de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) creó en 2021 la Red Nacional de Medición de Calidad del Agua (Renameca) para tener una base de datos sobre los niveles de contaminación de agua, la situación no ha mejorado e incluso ha empeorado.
Según información de la Conagua de 2018, el 41% de los pozos muestreados en el país reportaron niveles de arsénico por arriba del umbral recomendado (0,01 mg/L), aunque muchos no se encuentran cerca de minas o lugares con residuos.Entre los municipios que reportan mayores niveles de arsénico en el agua son Guadalajara y Tlajomulco, en Jalisco; La Paz, Baja California Sur; Hermosillo, Sonora, Villa de Cos, Zacatecas; La Laguna; Hidalgo; San Luis Potosí; Guanajuato y seis de las 16 alcaldías de la Ciudad de México.Cabe señalar que, a pesar de que el estándar internacional marca el límite de arsénico a 0,01 miligramos por litro de agua, la norma mexicana establece un máximo de 0,025 miligramos por litro.Acorde con estimaciones de investigadores como Teresa Alarcón Herrera, cerca de 8,81 millones de mexicanos estaría expuestos a los altos niveles de arsénico, tomando en cuenta que esta cifra se basa únicamente en los pozos muestreados por la Conagua y que otros cálculos elevan la cifra a más de 12 millones de personas.
En 2012, el fluoruro estaba por encima del límite considerado de riesgo por científicos mexicanos y agencias internacionales (.7 mg/L) en 25 estados; en 2018 estaba en 30.
— Data Crítica (@Datacritica) December 13, 2021
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Niveles altos de fluoruro
La Renameca también detectó altos niveles de fluoruro en el agua. En 2012, 25 estados superaban el límite establecido por agencias internacionales (0,7 mg/L), y para 2018 la cifra aumentó a 30 entidades federativas y un porcentaje de contaminación de 41,6% del total de los pozos con niveles irregulares.El exceso de fluoruro no sólo aumenta el riesgo de padecer fluorosis dental, sino que pueden provocar deformidades en huesos, volverlos frágiles o quebradizos, así como calcificación de huesos y ligamentos.Aunque dependencias como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales hablan de 14 millones de afectados, especialistas como el hidrogéologo José Joel Carrillo estima que, tan sólo en la Sierra Madre Occidental, 19 millones de personas (15% de la población) estaría expuesta a agua con exceso de fluoruro.