El jugador se pone en la piel de un guerrero azteca con la misión de detener la caída de Tenochtitlan. También ha recibido críticas por exótico y racista y los creadores ya trabajan en hacer un esfuerzo para que sea “históricamente más preciso”.
Por: Andrés Rodríguez / El País
Un guerrero azteca prepara una emboscada en medio de la selva. Se lo ve afilar unos troncos y preparar una especie de trampa para dañar al primer desprevenido que pase en medio de la maleza, como un soldado de la corona española. En otra escena vemos al mismo guerrero aguardar en medio de la selva, con sigilo, antes de saltar sobre un soldado y comenzar a ahorcarlo. La misma fórmula se puede ver en otro fragmento, solo que en medio de lo que parece ser la ciudad de la gran Tenochtitlan. Esta vez el personaje se esconde tras una pared y, a hurtadillas, atraviesa con una espada la armadura de un soldado conquistador, terminando su vida. Son algunos fotogramas con los que se presentó hace unos días el adelanto de Ecumene Aztec, un videojuego que pone al jugador en la piel de un guerrero azteca que debe impedir el avance de las tropas españolas durante el año 1521.
El videojuego, a cargo del estudio polaco Giantscraft Games, ha generado comentarios positivos y negativos por parte de usuarios mexicanos y de distintos países del mundo. Las opiniones en México se dividen entre los que aplauden y valoran la iniciativa de los desarrolladores por presentar algo fresco y distinto; así como los detractores y críticos por el retrato “impreciso” sobre la civilización que habitaba en esa época en lo que ahora es México.
Y también, al otro lado del charco, están los grupos radicales que han visto con desagrado que jugadores puedan controlar a nativos de Mesoamérica y asesinen a soldados españoles. Por esta razón, distintos grupos ultraconservadores compraron el dominio de la empresa, que se encontraba sin registrar —aparentemente por un descuido—, y lo convirtieron en un espacio de desinformación que enaltece el imperialismo español, además de presentar imágenes vinculadas al fascismo y la extrema derecha.
El portal se presenta con una frase del conquistador español Hernán Cortés, que va acompañado de la cruz de Borgoña, un símbolo utilizado y recuperado por los ultranacionalistas. El único enlace en el sitio web redirecciona a una cuenta de Instagram donde explican que un seguidor de la misma cayó en cuenta que la empresa no había renovado el dominio en la web, así que decidió comprarlo y vincularlo con el perfil de esta página ultraconservadora. “Un nuevo videojuego basado en la conquista de América donde interpretamos a un guerrero azteca que, con dudoso rigor histórico, masacra españoles al más puro estilo Assassin’s Creed. En contra de lo que nos indica la historia, en este título se plasma a los españoles como cuenta la poca rigurosa leyenda negra como asesinos, saqueadores, esclavistas y genocidas despiadados”, afirma una publicación en el perfil de Instagram.
En una historia anclada en el mismo perfil, complementan que “la realidad es que bastaron solo 500 españoles que, con la ayuda de 120.000 indios oprimidos por los aztecas buscando revelarse contra su tiranía, se aliaron con los españoles y, comandados por Cortés, consiguieron derrocar a sus caudillos”.
Un representante de Giantscraft confirmó esta toma de su dominio al medio The Verge y dijo que desde que se anunció el juego “han estado bajo ataque de grupos de extrema derecha” e incluso han recibido amenazas de muerte, motivo por el que no se revela la identidad del relacionista público de la empresa.
Un cálculo de historiadores estima que el 80% de los indígenas de Mesoamérica habían fallecido a causa de las batallas, la explotación y las epidemias a finales del siglo XVI, durante la conquista del imperio azteca a manos de Cortés. Federico Navarrete, historiador especializado en la conquista, ve normal toparse con “muchísima resistencia” de ciertos sectores de la sociedad española a realizar una reflexión crítica sobre este hecho y que las posturas son siempre ni siquiera conservadoras, “sino abiertamente retrógradas”.
“No están abiertos a aceptar la información histórica y lo único que les importa es una reivindicación nacionalista. Los españoles fueron los invasores y los agresores. Es más bien un problema que tienen algunos con la verdad histórica”, afirma Navarrete.
Otras críticas al videojuego fueron respecto al retrato que se hizo de Tenochtitlan, la capital del imperio mexica, mostrándolo selvático, en decadencia y sombrío. El también doctor en Estudios Mesoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) considera que la ambientación repite los lugares comunes de los aztecas y mexicas como “sacrificadores”, al igual que otra producción similar sobre los mayas como lo fue Apocalypto, de Mel Gibson, o cita también al “infame musical” Malinche, de Nacho Cano, producción que considera que “está llena de mentiras y en actitudes históricas y de ideología fascista”.
“La ambientación parece ser muy ambigua. Presenta a los aztecas como pueblos selváticos [Malinche] y eso es algo que veo aquí también [en el videojuego] y eso pues tiene más bien que ver con los prejuicios racistas de los europeos que asocian el salvajismo con la selva. Si iban a hacer una representación de los mexicas o aztecas, podrían haber mostrado las chinampas, los acueductos, Tenochtitlan o grandes ciudades como Cholula o Zempoala. Lo que muestran, en cambio, es una cuestión mucho más, entre comillas, primitiva”, afirma Navarrete.
Ante la ola de comentarios, críticas y alabanzas, la empresa desarrolladora del videojuego ha decidido “escuchar al público” y prometió trabajar en el diseño de Tenochtitlan, además de dar su mejor esfuerzo para que el juego sea “históricamente más preciso”. De igual modo, parecería que la presión de grupos radicales ha surtido efecto, ya que en el anuncio, publicado en la plataforma Steam —una de los portales de distribución y venta digital más importantes en el mundo—, también dieron a conocer que en la nueva versión final será posible elegir un bando. El usuario podrá unirse a los conquistadores y luchar contra la casta de los “sacerdotes sacrificadores” o unirse a los guerreros aztecas y repeler a los recién llegados.
“No estaba planeado. Sin embargo, vimos que alrededor del 40% de la audiencia dice que les gustaría tener la opción de unirse a los conquistadores, por lo que en realidad podríamos tratar de dar esta posibilidad. El juego no es político de ninguna manera y nunca lo será, es una ficción basada en hechos históricos”, dio a conocer el relacionista público de Giantscraft Games.
A pesar de todo el revuelo que ha causado el anuncio de Ecumene Aztec, que no verá la luz tentativamente hasta el año 2025 —según Steam—, Navarrete destaca otros productos culturales que retratan la época de forma más adecuada, como el videojuego Yaopan, disponible para celulares, sobre las conquistas tlaxcaltecas en todo Mesoamérica entre 1519 a 1541; o el webcómic Aztec Empire, escrito por Paul Guinan e ilustrado por David Hanh.
Otro que sigue la misma línea temática es el desarrollador mexicano Guillermo Alarcón, que alista, para consolas como PlayStation y Xbox, Mictlan: An Ancient and Mythical Tale, descrito como el primer videojuego de temática mesoamericana, de acción y aventura, durante la invasión de España a México en el siglo 16. Su fecha tentativa de lanzamiento es también en 2025. Queda ver si, al igual que Ecumene Aztec, despertará las mismas pasiones.