El Gobierno de México anunció que espera participar en los ensayos clínicos en la fase 3 final para verificar la eficacia de proyectos de vacunas contra COVID-19 de Alemania, China y EEUU, además de los tres contratos de precrompra ya firmados con la estadounidense Pfizer, la británica AstraZeneca y la china Cansino Bio.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, informó que “la alemana Curevac presentará su proyecto de fase tres en México, la estadounidense Novavax también aplicará fase tres en México, y la china Sinovac está terminando su fase tres”, en su informe semanal sanitario, llamado “El pulso de la salud”
Además del mecanismo internacional Covax, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que permitiría al país latinoamericano el acceso a diversos productos biológicos contra el nuevo patógeno, México también tiene acuerdos con Sanofi-Pasteur de Francia, ReiThera de Italia, y Sputnik de Rusia, entre otros proyectos.
La vacuna de la firma estadounidense Moderna, que esta semana anunció una eficacia de 94,5%, “está incluida en el portafolio de Covax, mecanismo del cual forma parte México y ya tiene, por supuesto, toda la información el secretario de Salud”, Jorge Alcocer, detalló Ebrard.
En cuanto a Novax de EEUU presentó el 2 de noviembre pasado el expediente de sus investigaciones al organismo regulador mexicano la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris).
“Cuando la Secretaría de Salud así lo considere, entonces se inicia esa fase tres de Novavax; Sinovac está terminando su fase tres, esa es de China, y tiene una tecnología similar a la de Moderna, Curevac y Pfizer”, detalló el responsable de la política exterior.
Adelantarse “para ser los primeros”
La “visión” del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, explicada desde hace varios meses, ha sido que el país “tenga el acceso amplio y oportuno a los proyectos de vacunas”, recordó Ebrard
El Gobierno decidió no apostar a un solo prospecto y, a medida que las autoridades regulatorias vayan aprobando los productos biológicos contra el COVID-19, puedan aplicarse a la población, desde la fase tres de verificación.
“El objetivo es adelantarnos para ser de los primeros en contar con la vacuna que se va a aplicar de manera universal, es decir a todos, es un derecho, ése ha sido el enfoque”, reseñó Ebrard.
El contrato con AstraZeneca de la Universidad de Oxford fue firmado con el apoyo de la fundación del magnate mexicano Carlos Slim, para producirla en este país y Argentina para el mercado latinoamericano.
Para esa vacuna británica “muy pronto vamos a tener los resultados de AstraZeneca”, adelantó.
CanSino, que es sino-canadiense, ya comenzó su fase tres en México y en otros países; y Pfizer “ya presentó hace poco sus resultados, que parecen ser también muy alentadores, una efectividad muy alta”, detalló Ebrard.
La fase de verificación de Cansino se realiza en ocho estados del país y la Ciudad de México, ya se tienen registradas las 15.000 personas voluntarias.
La fase tres es la última prueba, “debe tener casi 40.000 voluntarios para estar seguros de que todo funciona adecuadamente, es lo que exige la autoridad regulatoria”, subrayó el canciller.
En cuanto a Pfizer, “el tema es cómo resolver la red de frío, porque necesita una temperatura muy baja”, de hasta 20 grados bajo cero.
Novavax es otra tecnología, y después de la visita de López Obrador a Washington, en julio pasado, “se estableció una comunicación directa con el equipo del vicepresidente de EEUU”, Mike Pence, un proyecto de vacuna que “consideran que tiene un gran potencial”.
La alemana Curevac “puede hacer su ensayo clínico fase tres, vamos a ver si así lo presentan en los próximos días”, puntualizó.
Finalmente, Sinovac está concluyendo su fase tres en Brasil, Indonesia y Turquía, y presentará sus documentos clínicos a las autoridades mexicanas.
México se acerca esta semana a las 100,000 muertos y recién rebasó el millón de contagios.