Cuando un niño o una niña entra en el mundo de internet puede encontrarse, además de con un inmenso mar de oportunidades, con determinadas amenazas. Entre ellas hay una que preocupa especialmente a las familias: el ciberacoso, que se ha convertido en un fenómeno global que afecta a todos los países del mundo.

Se habla de ciberacoso cuando los niños y jóvenes reciben o ven publicados insultos y difamaciones sobre su persona, reciben imágenes explícitas o desagradables no solicitadas; cuando alguien que no es su padre ni su madre les pregunta qué están haciendo y con quién; o cuando reciben amenazas físicas o se publican imágenes suyas, explícitas o no, sin su consentimiento. Eso es ciberacoso.

En los últimos años, se han sumado a la lista de posibles casos de acoso en redes o grupos de distribución estos tres relacionados con el abuso hacia la intimidad:

• ‘Happy slapping’: grabación de una agresión física, verbal o sexual a un menor, que se difunde y comparte a través de Internet.
• ‘Grooming’: engaño o abuso sexual online por parte de un adulto hacia un niño o niña.
•  ‘Sexting’: envío de fotografías o conversaciones de menores con contenido erótico a terceras personas.

Estas amenazas existen en mayor o menor medida en las redes, como existían antes y existen aún en el mundo al que ahora llamamos analógico. En ambos mundos habitan personas que abusan y acosan. Por eso hay que preparar a niños y jóvenes para detectarlo y evitarlo.

¿Qué hago si mi hijo/a sufre ciberacoso?

¿Qué hacer en el momento en que se confirma que tu hija, tu hijo o cualquier menor a tu cargo es víctima de ciberacoso? A veces, sobre todo en el mundo virtual, es difícil trazar la línea entre una broma pesada o si están tratando de herir, de desestabilizar, de hacer sentir vulnerable a la persona que es objeto de la burla. Pero si la situación les hace sentirse mal y, a pesar de decirlo, el problema continúa, entonces tienen que buscar ayuda.

¿Cómo detectar el ciberacoso?

Es muy común que, ante un caso de acoso en línea, quien lo sufre no sea capaz de transmitirlo a su familia y aún menos al centro escolar, entre otras cosas porque muchos acosos se complementan con amenazas. Por eso es bueno tener algunas alertas encendidas:

Inteligencia colectiva a un clic de distancia, cómo preparar tecnológicamente a los alumnos para su futuro profesional, no perder nuestra identidad real por la creación de una identidad virtual paralela, incorporar las redes sociales al ámbito familiar y educativo, entender la heterogeneidad digital de los alumnos, educar disfrutando en la sociedad ‘multipantalla’ o fomentar la igualdad de género también en el mundo digital. Son algunas de las interesantes reflexiones que se plantearon en los talleres EduCONEC.

Si detectas un cambio en el comportamiento habitual de una persona, ponte en guardia. Los cambios de humor, el cansancio, reacciones de tristeza o de ansiedad cuando miran sus mensajes o redes sociales. Esto es debido a que, mentalmente, una persona acosada se siente preocupada, avergonzada, desesperada, pierde interés en lo que le gusta. Y físicamente se siente cansada, tiene insomnio o sufre dolores de estómago y de cabeza.

No hay que perder de vista que el ciberacoso suele estar ligado a una situación de acoso en la vida real, siendo el acoso virtual solo un añadido. Por eso, conviene conocer qué sucede durante el tiempo en que no vemos a nuestros hijos e hijas, con quién comparten ese tiempo y a qué lo dedican.

¿Cómo actuar ante el ciberacoso?

Cuando existe un caso de ciberacoso, la ayuda del entorno juega un papel fundamental. Con frecuencia ocurre que el entorno familiar, escolar y de amistades quiere ayudar, pero no es suficiente con querer ayudar; también hay que saber cómo hacerlo. Esto puede suponer una preocupación para padres y madres.

Consciente de ello, el programa Educación Conectada de BBVA y Fad ha diseñado un espacio con tutoriales para familias, que les ofrece herramientas para hacer frente a retos educativos provocados por las tecnologías. Para hacer frente al ciberacoso,  y en formato de videotutorial, se cuenta en qué consiste el ciberacoso, su prevención y detección; a dónde acudir y cómo denunciar y, finalmente, cómo apoyar a la víctima.

Un fenómeno global

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)  destaca en una encuesta que el ciberacoso es ya un fenómeno global que no se limita solo a los países más desarrollados. Según la mayoría de los encuestados, las redes sociales más utilizadas por los chicos y las chicas son el lugar más común para el ciberacoso. También las aplicaciones de mensajería y también, en menor medida, los videojuegos en línea. Por otro lado, la mayoría cree que el ciberacoso no es normal ni aceptable, que la intimidación por internet está afectando su educación y quieren que se termine.

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La tecnología nos ofrece muchas facilidades, sobre todo en el ámbito de la comunicación, pero también es posible que nos sobrepase y no sepamos cómo darle un buen uso. BBVA, como empresa experta en ciberseguridad, quiere formar, motivar y capacitar a sus clientes, y a la sociedad en general, para que adquieran comportamientos seguros con el fin de gestionar adecuadamente los riesgos de la era digital. El banco, tras formar a más de 60.000 empleados en esta materia, ha sido la primera entidad financiera en el mundo en compartir con la sociedad su conocimiento en materia de ciberseguridad a través de Coursera, plataforma de aprendizaje que cuenta con 97 millones de alumnos registrados.