Ansiedad, estrés o fatiga son algunos problemas a los que se enfrentan los creadores de una ‘startup’. El periodo estival puede ser un momento para concienciarse sobre la importancia de proteger el bienestar emocional y encontrar el equilibrio antes de arrancar de nuevo.
Conquistar a los inversores para que apuesten por la idea, lanzar un producto al mercado en poco tiempo, ajustar el modelo de negocio para conseguir clientes, cohesionar a un equipo en crecimiento… Al fundar una ‘startup’, cualquier emprendedor tiene una amplia lista de deberes en mente. Por eso, algunos pueden ver resentido su bienestar psicológico. Carlota Mateos, fundadora de la empresa de hostelería Rusticae, es una de ellas. Tras enfrentarse a la crisis de 2008, se fue de vacaciones. Cuando volvió, sufrió un ataque de ansiedad: “Me fallaban los brazos y las piernas, fui al psicólogo y me indicó que era un problema de descompensación”. La emprendedora se había enfocado en su negocio, pero había desatendido el cuidado de su bienestar. “Si tú no estás bien, vas a caer”, asegura Mateos.
La elaboración de estrategias de prevención y actuación sobre salud mental es un aspecto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado urgente. El entorno laboral es uno de los ámbitos donde nacen estas dificultades. De acuerdo con Infojobs, uno de cada dos problemas de salud mental de la población ocupada está relacionado con el trabajo y el 32% de los trabajadores que se plantea dejar su puesto menciona su protección como principal motivo para querer abandonar. Otro estudio reciente publicado en la revista ‘Molecular Psychiatry’ indica que, si se minimizase el estrés laboral, podrían evitarse casi uno de cada cinco casos de depresión.
Desde su propia experiencia como fundador de la ‘startup’ de bienestar para empresas Emocional, el psicólogo Pedro J. Espinosa enumera los riesgos que afectan al bienestar mental de los emprendedores. En primer lugar, fundar una empresa “aumenta exponencialmente el grado de incertidumbre vital y requiere aprender a lidiar con la soledad”. La gestión del rechazo por parte de inversores, clientes o familiares es otro elemento de riesgo. “Si cada día te dicen que tu idea no vale, al día 30 lo acabas pensando”, reconoce Espinosa. Una vez que la ‘startup’ da sus primeros pasos, se suman otros retos que pueden provocar estrés, como aprender a gestionar una empresa, desarrollar el producto, contratar empleados, cerrar rondas de inversión y hacer crecer la compañía.
“Una determinada personalidad puede ser un buen amortiguador en facetas de riesgo”
Entender los factores que afectan al desarrollo de problemas de salud mental es el primer paso hacia su solución. Y las vacaciones de verano pueden ser un buen momento para que los emprendedores establezcan objetivos para reforzar su bienestar psicológico antes del arranque del nuevo curso. Los expertos explican cómo lograrlo.
Introspección: desarrollar la inteligencia emocional y desconectar
Rafael San Román, psicólogo de la ‘startup’ de bienestar emocional para organizaciones y empleados asegurados, ifeel, considera que “los factores externos, como la inflación o la incertidumbre geopolítica, y los internos, como los propios rasgos de la personalidad, influyen en el bienestar mental de los emprendedores”. Enfrentarse a esos desafíos y trabajar en el desarrollo personal son algunas claves para avanzar. “Tener una determinada personalidad puede ser un buen amortiguador de riesgos”, reconoce San Román.
Tener un propósito también ayuda a lograr el bienestar. Por ello, Espinosa recomienda “encontrar el motivo último de por qué haces lo que haces”. Esta pasión tiene mucho que ver con el concepto de la cultura japonesa ‘ikigai’, la motivación vital. Tal y como se explicó hace unos meses en un BBVA Open Talks, evento organizado por BBVA Open Innovation, esta filosofía determina que, para ser feliz, uno debe encontrarse a sí mismo: disfrutar el momento, tomarse la vida con calma, equilibrar la carrera profesional con el descanso y mantenerse activo.
Sin embargo, aprender a desconectar es difícil cuando la responsabilidad del éxito parece depender por completo del emprendedor y la pasión por el proyecto se lleva al extremo. “No por mucho madrugar amanece más temprano, pero el emprendedor tiene miedo de que no amanezca y por eso no puede dormir”, advierte San Román.
La psicóloga Emma Iglesias, explica por qué esa desconexión es necesaria. “El bienestar emocional es como una silla, para que haga su función y sea estable necesita cuatro patas y el respaldo. Ocurre lo mismo con la salud mental: no podemos depender únicamente de una pata. Nuestra vida no puede centrarse solo en el trabajo, necesitamos descansar”, afirma. Carlota Mateos corrobora ese consejo. Tras la pandemia, se ha visto obligada a afrontar otros duros momentos profesionales: “Los resolví con calma porque había hecho previamente el trabajo de autoconocimiento, relajación y serenidad necesarios”.
“Nuestra vida no puede centrarse solo en el trabajo, necesitamos descansar”
La gestión del rechazo es otro de los desafíos para el emprendedor, como mencionaba Espinosa. Por ello, aconseja “huir de la aprobación externa” y aprender que “fracasar es una señal de que se está innovando”. Y añade: “Nunca se sabe si es un fracaso o si se ha sembrado una semilla que dé sus frutos con el tiempo”.
Rodearse bien para ser más resiliente
Durante el trayecto en busca de la solución innovadora, existe un factor clave: la compañía, ya sea de los cofundadores del proyecto, de mentores o de personas del entorno personal que puedan ofrecer su apoyo. “Buscar compañía y consejos para salir del pozo tiene mucho que ver con ser resiliente”, destaca Espinosa. Por ello, los emprendedores pueden trabajar en potenciar esa resiliencia.
Por su parte, Gabor Balogh, fundador de Trucksters, compañía de transporte de mercancías por relevos que ha realizado un piloto con BBVA Open Innovation y colabora con BBVA, destacaba en este artículo la importancia que para él ha tenido compenetrarse con los otros dos cofundadores: “Las personas no somos máquinas ni generamos resultados constantes y, cuando uno está en un valle, otro puede estar en un pico”.
“Es muy importante saber identificar qué está en tu control y qué no”
Rodearse bien no solo resulta útil en momentos vulnerables, sino que contar con un buen equipo es clave para el negocio. Por ello, el emprendedor no debe trasladar su incertidumbre y estrés al resto de profesionales y tiene que cuidar el bienestar mental de su equipo. Mostrar empatía, ser capaz de negociar y contar con un pensamiento sistémico son algunos consejos para ser un buen líder. También aprender a delegar por el bien de uno mismo y de los demás. “Es muy importante saber identificar qué está en tu control y qué no”, indica Espinosa. Saber identificar la carga de trabajo que se puede asumir es otra habilidad de inteligencia emocional útil para los emprendedores, coincide San Román: “Todos tenemos un límite y conviene no alcanzarlo”.
Emprendimiento y salud mental, una relación de equilibrio
El equilibrio entre la vida profesional y personal a la hora de participar en la carrera emprendedora evita llegar al borde del precipicio, un punto en el que el retorno es más complicado. En ese caso, es recomendable acudir a un profesional que pueda ayudar a resolver los problemas antes de que se agraven más e incluso lleguen a desarrollarse trastornos.
Como más vale prevenir que curar, en época estival cobra aún mayor importancia el descanso. Las vacaciones pueden ser un buen momento para reflexionar sobre la importancia de la salud mental antes del arranque de un nuevo curso y sobre cómo cuidar el bienestar. Recargar las pilas es un paso clave para asumir nuevos retos con energía e ilusión.