Es la base principal del famoso chocolate, golosina de gusto y consumo internacional. Su origen es mexicano.
El chocolate no sólo se consume como alimento y bebida, sino que tiene propiedades que lo convierten en un recurso multifuncional, según divulgó el Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México.
En el mundo prehispánico, el cacao se consumía en bebidas amargas y refrescantes enriquecidas con otros ingredientes, como el maíz, el chile, la vainilla, las flores o el achiote, recordó el recinto académico fundado por el expresidente Lázaro Cárdenas.
Suiza es el mayor consumidor de chocolate del mundo, con un promedio per cápita de 11,9 kilogramos al año, explicó el Politécnico, mientras que cada mexicano consume alrededor de 750 gramos anuales.
El chocolate también tiene presencia en el famoso mole, uno de los guisos más icónicos de la gastronomía mexicana por su combinación, entre otras cosas, de los sabores picantes con los dulces.
México tiene alrededor de 40 siglos aprovechando el cacao, de acuerdo con la directora y fundadora del Museo del Chocolate, Ana Rita García Lascuráin, consultada por el Politécnico.
La cultura olmeca heredó el empleo del cacao a la civilización maya, que desarrolló una comprensión divina del cultivo, agregó la especialista.
“Los mayas tenían una diversidad de saborizantes para enriquecer la planta, como la vainilla y todo tipo de especies”, señaló.
Sin azúcar en el continente americano antes de la llegada de los españoles, el cacao mexicano tenía una gran variedad de colores y presentaciones diferentes a la tablilla de chocolate que reconocemos actualmente, mezclada con endulzantes y leche, apuntó García Lascuráin.