El presidente mexicano reiteró que no hay nada oculto ni nada a cambio en las negociaciones sobre el caso Cienfuegos.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó haber llegado a un acuerdo con EEUU que garantizaría el retiro de cargos del exsecretario de Defensa de México (2012-2018), Salvador Cienfuegos Cepeda, a cambio de la captura de un jefe del narcotráfico.
El 20 de noviembre la agencia Reuters informó que México se comprometió a arrestar a un líder de un poderoso cártel del narcotráfico en virtud de un acuerdo con el fiscal general de EEUU, William Barr, para retirar los cargos contra Cienfuegos.
Sin embargo, este 23 de noviembre López Obrador negó esta versión durante su rueda de prensa matutina.
“No es que se haya amenazado (a EEUU), ni mucho menos lo que dice una agencia de estas famosas, Reuters, especializada en finanzas, se equivocaron porque insinuaron de que nos mandaban al general Cienfuegos para que nosotros les mandáramos a un jefe de una banda del crimen organizado”, dijo el jefe de Estado.
El presidente mexicano reiteró que no hay nada oculto ni nada a cambio en las negociaciones sobre el caso Cienfuegos.
López Obrador agregó que desconocía el origen del reporte.
“Quién sabe quién les filtró esa información, que era una práctica arraigada y perversa, que se filtraban informaciones para generar desconcierto y quitar fortaleza a las instituciones mexicanas y para poner en entredicho al Gobierno de México y al país”, agregó el gobernante.
La fuente, quien solicitó el anonimato por no estar autorizada a declarar sobre el tema, agregó que el delincuente “ha traficado grandes cantidades de fentanilo” un poderoso opiode sinténtico.
Sin amenazas
El presidente también desmintió que su administración haya amenazado al Gobierno de Donald Trump con expulsar a los agentes de la agencia antidrogas estadounidense (DEA), si no era repatriado Cienfuegos, quien fue acusado de vínculos con el narcotráfico y lavado de dinero.
“No amenazamos como dicen algunos, ha habido una buena relación de cooperación de confianza, esto [la mencionada versión] surgió de manera extraña, aunque no hay nada casual”, prosiguió López Obrador
El 19 de noviembre, el canciller Marcelo Ebrard dijo que EEUU violó un acuerdo sobre cooperación con la DEA de 1992, al no informar a México de las pesquisas que duraron años, ante lo cual planteó dos caminos: “o se repara esa violación al acuerdo que existe, o entonces nosotros pondremos sobre la mesa revisar toda la cooperación, es lo que México hizo”.
López Obrador relató que las autoridades federales mexicanas “no teníamos información; por eso, cuando me informan oficialmente, me llamó a dudar de cómo estaba elaborada la investigación; por eso pedí que revisar el marco en que se da la cooperación con las agencias de EEUU, y pedí que enviaran elementos de prueba”.
Reiteró que el Gobierno mexicano actuó con cautela debido a que la detención ocurrió dos semanas antes de los comicios presidenciales estadounidenses.
“Actuamos con prudencia porque se da en víspera de las elecciones y decidimos esperar que pasaran las elecciones, por los canales y vías diplomáticas se hicieron los trámites que corresponden, cuando se tiene un gobierno independiente, libre y soberano”, subrayó.
La Fiscalía liberó al general Cienfuegos a su llegada a México, y comenzó una investigación con base en el expediente de la DEA y la Fiscalía de EEUU.
Según la fuente citada por la agencia británica, “las propuestas (…) son del fiscal general Barr”, presentadas durante una de las dos llamadas sostenidas a principios de noviembre con el canciller Marcelo Ebrard.
Ebrard dijo a periodistas la semana pasada que su gestión fue para “defender a nuestras Fuerzas Armadas, defender la dignidad de México, pero de ningún modo permitir impunidad”.
Salvador Cienfuegos Cepeda fue detenido el 15 de octubre pasado en el aeropuerto de Los Ángeles, California (oeste) y trasladado para ser procesado en la corte de esa ciudad estadounidense.
El 18 de noviembre la jueza federal de Brooklyn, Carol Amon, concedió la petición del Gobierno de Estados Unidos de desestimar los cargos de narcotráfico y lavado de dinero contra Cienfuegos. Luego de renunciar a sus derechos, el general mexicano aceptó regresar a su país bajo la custodia del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos.
