López Obrador consideró que en el país existía una relación entre el Gobierno y algunas empresas, principalmente españolas, que solapaba diversos actos de corrupción.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reiteró en su conferencia de prensa del 28 de septiembre que sus antecesores tuvieron un claro favoritismo hacia las empresas españolas, particularmente Repsol y OHL.
“En la época del presidente [Felipe] Calderón, la empresa favorita era Repsol, de España; y en la época del presidente [Enrique] Peña, la empresa favorita, OHL, de España”, comentó.
Al destacar los avances sobre los compromisos adquiridos al iniciar su administración, López Obrador consideró que en el país existía una relación entre el Gobierno y algunas empresas, principalmente españolas, que solapaba diversos actos de corrupción.
“¿Qué pasaba en el país? Venían sobre todo empresas españolas —y aclaro: todo mi respeto, admiración y cariño al pueblo español, para que no se vaya a malinterpretar—, había una relación donde participaban los Gobiernos y empresas que venían a cometer con impunidad actos de corrupción, venían a saquear a México”, indicó.
Los comentarios contra Repsol y OHL han sido reiterados en varias ocasiones.
El 10 de junio, por ejemplo, el mandatario mexicano aseguró que su compromiso por combatir la corrupción en la administración pública también tenía como objetivo ayudar a las empresas mexicanas. Entonces, reprochó que Calderón (2006-2012) y Peña Nieto (2012-2018) otorgaran a las compañías todos sus contratos de obra pública.
“Todos los contratos para Repsol, todos los negocios para Repsol. Ahora ya no”, acusó entonces.
Del mismo modo, el 29 de julio López Obrador denunció que los contratos a favor de Repsol y OHL sirvieron para saquear el erario de México.
“Durante el Gobierno de Calderón tenía como empresa contratista favorita a Repsol, empresa española que si se le hace una auditoría técnica administrativa se encontraría que saquearon la hacienda pública“, criticó.
De OHL, recordó que en el Gobierno de Peña Nieto fue acusado porque, a pesar de realizar los procesos de licitación, se sabía por adelantado que la constructora española sería la beneficiada de los contratos de obra pública. Asimismo, expuso los “desastres” heredados por la administración pasada en las obras para el aeropuerto en Texcoco, además de los retrasos en la construcción del tren México-Toluca.