Puedes beneficiarte de las uvas si las comes dos o tres veces a la semana. Están disponibles durante todo el año y son un tentempié perfecto.
Además de deliciosas, las uvas son muy nutritivas y también tienen muchos beneficios para la salud. En este artículo te contamos por qué deberías añadir estas bayas a tu dieta diaria.
Refuerzan el sistema inmune
Durante la pandemia, es muy importante tener un sistema inmunológico fuerte. Las uvas son una increíble fuente de vitamina C que desempeña un papel clave en reforzar el escudo natural de nuestro organismo.
La vitamina estimula la producción de los glóbulos blancos, las células sanguíneas que nos defienden de las infecciones y enfermedades y garantizan una recuperación más rápida.
“Si tenemos un sistema inmune fuerte, nuestro cuerpo es más capaz de luchar contra y de prevenir cualquier enfermedad súbita y a corto plazo”, cuenta el nutricionista Anthony DiMarino.
Previenen la diabetes
Estas bayas nos ayudan a controlar la presión sanguínea, y es que son ricas en potasio y muy bajas en sodio. También aportan mucha fibra que puede ser de gran ayuda a quienes sufren de elevados niveles de colesterol en la sangre: un estudio demostró que las personas que tomaban tan solo tres tazas de uvas tintas al día por ocho semanas tenían niveles más bajos del denominado colesterol malo.
“Se pueden comparar con un barrendero que entra en tu torrente sanguíneo y lleva todo el colesterol hacia el hígado, donde es procesado”, explica DiMarino.
Las uvas tienen un índice glucémico muy bajo, por lo que pueden formar parte de una dieta saludable. También son capaces de aumentar la sensibilidad del organismo a la insulina.
Son buenas para el cerebro
Las uvas se destacan por tener altas cantidades del poderoso antioxidante resveratrol que es muy beneficioso para la salud del cerebro. Este nutriente presente en los frutos rojos protege nuestro cerebro del estrés oxidativo y la inflamación y mejora la función cognitiva y la memoria. También ayuda a prevenir el Alzheimer y el Parkinson.
Las uvas también ayudan a combatir el insomnio, pues son ricas en la hormona del sueño melatonina. “Son un snack perfecto para comer por la noche. No aportan muchas calorías y pueden ayudarnos a conciliar el sueño”, afirma DiMarino.
Cuidan de los huesos
Ricas en la vitamina K, calcio, magnesio y potasio, las uvas contribuyen a mantener unos huesos fuertes y ayudan a prevenir la pérdida de dientes, la caída del cabello, las fracturas óseas y los calambres musculares.
Este alimento también reduce el riesgo de desarrollar osteoporosis, una enfermedad que suele afectar a las personas de edad avanzada y se caracteriza por una disminución de la densidad de los huesos.
Son una fuente de la juventud
El resveratrol presente en las uvas estimula el gen SirT1, conocido popularmente como el gen de la longevidad y vinculado a una mayor esperanza de vida.
El gen frena el acortamiento de extremos de los cromosomas (los telómeros) que se produce naturalmente con el envejecimiento.Pero, ¿qué tipo de uvas es el más beneficioso para la salud? DiMario explica que lo más importante es optar por la forma más natural de la baya en lugar de comer pasas o tomar zumo. El dietista aconseja añadir uvas crudas a tus ensaladas favoritas o smoothies.
“Por supuesto, puedes beneficiarte de las uvas si las comes dos o tres veces a la semana. Están disponibles durante todo el año y son un tentempié perfecto”, concluye.