La investigación en la que aparece Anaya forma parte de una presunta red criminal más amplia en la que también habrían participado el expresidente Enrique Peña Nieto y el exsecretario de Hacienda Luis Videgaray.
El exdirigente del Partido Acción Nacional, Ricardo Anaya, podría ir a la cárcel después de que se judicializara la denuncia que presentó en 2020 el exdirector de Pemex Emilio Lozoya. En ella se le acusa, junto a otros funcionarios públicos, de haber recibido sobornos para la aprobación de la reforma energética pagados por Odebrecht.
Anaya habría recibido una bolsa deportiva con 6,8 millones de pesos, en 2014, de manos de su excolaborador Osiris Hernández, quien habría servido de enlace con Norberto Gallardo Vargas, exmiembro del extinto Estado Mayor Presidencial y encargado de la seguridad de Lozoya.
“En específico, Luis Videgaray Caso me instruyó a entregarle 6 millones 800 mil pesos a Ricardo Anaya Cortés, quien había estado insistiendo en reunirse conmigo”, se lee en la denuncia. Con base en esta información se abrió la denundia, según informó el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto.
La investigación en la que aparece Anaya forma parte de una presunta red criminal más amplia en la que también habrían participado el expresidente Enrique Peña Nieto y el exsecretario de Hacienda Luis Videgaray. Ellos habrían recibido casi 100 millones de pesos, abril de 2013 y agosto de 2014, para sobornar a los legisladores para que votaran por la reforma energética.
Las pruebas con las que cuenta la Fiscalía General de la República (FGR) para llamar a declarar a Ricardo Anaya son:
- tres declaraciones del exdirector de Pemex Emilio Lozoya;
- cuatro de personas que participaron o conocieron de las entregas del dinero;
- las declaraciones de exdirectivos de Odebrecht;
- recibos de pagos;
- transferencias bancarias y un video.
Los escándalos de Ricardo Anaya
Uno de los primeros escándalos de Ricardo Anaya ocurrió en 2016 después de que salieran a la luz detalles de la posesión de una casa en Atlanta, Estados Unidos, y del nivel de vida que mantenía su familia en dicha ciudad, los cuales no correspondían con los ingresos que percibía.
En 2018, el panista estuvo involucrado en varios presuntos casos de corrupción, entre ellos la compra-venta de una nave industrial por parte de una empresa fantasma, creada por uno de los prestanombres del empresario Manuel Barreiro, a quien dijo no conocer, pero un video reveló lo contrario.
Apenas el pasado 23 de agosto se publicó que la familia de su esposa, Carolina Martínez, se habría enriquecido de manera desproporcionada de la mano del asenso político del opositor.