El músico conocido como Puff Daddy o Diddy afrenta casi 150 demandas por abusos y permanece en la cárcel a la espera de juicio acusado de tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer la prostitución.
El cantante y empresario Sean Combs, de 54 años, está en una cárcel de Brooklyn a la espera de juicio acusado de tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer la prostitución. El músico ha sido acusado por alrededor de 150 personas —entre ellas varias menores de edad— de abusos, acoso sexual y violaciones, y enfrenta penas que le pueden llevar a pasar el resto de su vida en prisión. A estas alturas y tras casi un año de denuncias muy explícitas, algunas de ellas refrendadas con imágenes (como el vídeo de CNN en el que se ve cómo persigue y pega sin piedad a su entonces novia, Cassie, mientras ella trata de huir de un hotel), escasos defensores le quedan al ganador de tres premios Grammy. Poco más que sus hijos. Y ellos han salido ahora a hablar en favor de su padre por primera vez.
Combs tiene siete hijos de entre 33 y 1 año de edad, nacidos de distintas relaciones con cuatro mujeres. Algunos de ellos acudieron el pasado 10 de octubre a la corte neoyorquina a ver a su padre en el día que se fijó la fecha del juicio (que, inicialmente, tendrá lugar el 5 de mayo de 2025). Entonces estuvieron presentes Justin Dior, de 30 años, Christian (llamado King), de 26, y las gemelas Jessie y D’Lila, de 17. Ahora a ellos se les han unido Quincy Taylor, el mayor, de 33 años, y Chance Combs, de 18, para firmar una carta pública de apoyo a su padre, la primera que lanzan de forma conjunta. Solo queda fuera, por motivos obvios, Love Sean Combs, todavía un bebé de 20 meses, nacida en diciembre de 2022.
En el comunicado, que han remitido a algunos medios y que también han colgado en sus cuentas de redes sociales, afirman que este pasado mes ha sido “devastador” para su familia. “Muchos nos han juzgado tanto a él como a nosotros basándose en acusaciones, teorías conspirativas y falsas narrativas que han entrado en una espiral absurda en las redes sociales”, aseguran. “Permanecemos unidos, apoyándote en cada paso del camino”, le dicen a su padre. “Nos aferramos a la verdad, sabiendo que prevalecerá, y nada quebrará la fuerza de nuestra familia”. En mayúsculas, terminan con un “Te echamos de menos y te queremos, papá”.
De los siete hijos de Combs, cuatro de ellos fueron fruto de su relación con la modelo Kim Porter, fallecida en noviembre de 2018, y otros tres de distintas relaciones del rapero y productor. Quincy, el mayor de los siete, era hijo biológico de Porter y de un cantante, pero Combs le acabó adoptando. Justin, el segundo y tres años menor, es fruto de una relación de Combs con la estilista Misa Hylton. Christian, el tercero (26 años), es el primer hijo biológico de Porter y Combs. La cuarta, Chance Combs, es la primera chica, y la única que tuvo el artista con la empresaria Sarah Chapman, y cumplió la mayoría de edad el pasado julio. Cinco meses después de ella, en diciembre de 2006, nacieron la quinta y la sexta, las gemelas D’Lila y Jessie, las más pequeñas de la unión entre Combs y Kim Porter. La séptima, Love Sean Combs, es hija de Combs y de la experta en ciberseguridad y modelo Dana Tran y nació hace algo menos de dos años.
Hasta el momento, los jóvenes (todos mayores de edad, a excepción de las gemelas, a las que les faltan dos meses para cumplir los 18 años) solo habían hablado en favor de Kim Porter, pero no se habían pronunciado con respecto a su padre. El pasado 24 de septiembre, los cuatro hijos de la modelo, que murió de una neumonía a los 47 años, hablaron acerca de los “muchos rumores falsos y dañinos sobre la relación” de Porter y Combs, y de la muerte de Porter: “Sentimos la necesidad de confrontarlos”. Por entonces se especulaba con que un libro de 60 páginas en Amazon eran unas supuestas memorias inéditas de Porter, donde se incluía información sobre encuentros sexuales y abusos de Combs. “Las afirmaciones de que nuestra madre escribió un libro son sencillamente falsas. No lo hizo. Y cualquier persona que afirme tener un manuscrito está tergiversando”, aseguraban en un comunicado Quincy, Christian, Jessie y D’Lila Combs.
“Nuestras vidas quedaron destrozadas cuando perdimos a nuestra madre”, afirmaban entonces. “Ella era nuestro mundo. Y nada ha sido igual desde que falleció. Si bien ha sido increíblemente difícil aceptar que nos la hayan arrebatado tan pronto, la causa de su muerte se aclaró hace mucho tiempo”. El motivo es que, cuando Porter murió, algunos medios sensacionalistas especularon acerca de un posible abuso de sustancias, algo que se aclaró y descartó rápidamente. “Nuestra madre debería ser recordada como la mujer hermosa, fuerte, buena y cariñosa que era. Su memoria no debería quedar manchada por horribles teorías de la conspiración”. En esa ocasión, tan solo mencionaban el nombre del magnate de la música caído en desgracia, al que hoy sí han salido a defender.