Este 9 de octubre se cumple un mes desde el desborde de la violencia en Culiacán y varios municipios más de Sinaloa, derivado de la disputa existente entre Los Chapitos y La Mayiza.

Las investigaciones sugieren que la facción alineada a familiares de Ismael ‘El Mayo’ Zambada decidió confrontar a Los Chapitos a raíz de la aparente traición que llevó a la detención del capo en Estados Unidos.

A lo largo de cuatro semanas , las y los habitantes del estado se han visto obligados a interrumpir su vida cotidiana por el temor a ser víctimas colaterales de algún enfrentamiento, a que sicarios los despojen de sus vehículos o a sufrir el robo de sus pertenencias y mercancías, en el caso de los comercios.

Datos proporcionados por la Fiscalía General del Estado (FGE), el Gobierno de Sinaloa y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) refieren que entre el 9 de septiembre y el 8 de octubre de 2024 se registraron al menos 195 personas muertas en el estado.

Esta cifra contempla las víctimas por homicidio doloso y los fallecimientos ocurridos durante enfrentamientos armados entre civiles y autoridades. Según expuso el gobernador Rubén Rocha Moya, hasta el 6 de octubre se habían contabilizado 19 decesos durante choques armados entre presuntos criminales y las fuerzas de seguridad. No obstante, no especificó si dicho número incluye también las bajas de elementos del Ejército Mexicano.

Durante el último vez, la ciudadanía ha atestiguado varios episodios de violencia que hacen evidente la pugna entre ambas facciones del Cártel de Sinaloa. En diversas escenas, los cuerpos de víctimas de ejecución han sido abandonados junto a objetos —como sombreros o cajas de pizza— que son referencias directas a La Mayiza y Los Chapitos.

En este contexto, hubo un plazo de siete días, a finales de septiembre, en el que la Policía Municipal de Culiacán suspendió por completo sus labores debido a que sus agentes fueron sometidos a un procedimiento de inspección de arsenal.

La revisión, encabezada por el Ejército, provocó que los uniformados fueran encuartelados entre el 25 de septiembre y la noche del 2 de octubre. En ese lapso, células criminales aprovecharon la falta de vigilancia para cometer robos y saqueos a comercios locales, lo que obligó a muchos negocios a cerrar sus puertas.

A raíz de esto, el alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil planteó que una parte del personal policiaco regresara a las calles, sin armas, para inhibir estos delitos. El 2 de octubre, 120 agentes municipales y de la Policía Estatal desplegaron un operativo de vigilancia en 20 patrullas y 20 motopatrullas oficiales en la colonia Centro.

Durante la conferencia matutina del 9 de octubre, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo fue cuestionada sobre las acciones que el gabinete de seguridad federal pondría en marcha para contrarrestar la oleada de violencia en Sinaloa.

El día 8, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y el de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) se reunieron en Sinaloa con el gobernador Rocha para evaluar la situación.

“Estuvieron con el gobernador e incluso platicando con la ciudadanía. Hay un destacamento de la Guardia Nacional (GN) y se va a reforzar, se va a modificar en lo que requiera la propia operación a partir de lo que el general [Ricardo Trevilla Trejo] visualizó”, expuso Sheinbaum Pardo.