López Obrador desestimó el conflicto con los mandatarios estatales. Igualmente, sugirió que sus reclamaciones tienen origen en intereses electorales.

El conflicto entre el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y los 10 gobernadores que forman parte de la Alianza Federalista (Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León y Tamaulipas) se agudiza en el marco de la discusión del Presupuesto de Egresos para 2021.

Mientras la Alianza Federalista se opone a los recortes en el gasto federal para 2021 y la eliminación de 109 fideicomisos, el mandatario federal ha descalificado los amagos de los gobernadores de romper con el pacto federal en caso de que su administración no atienda las demandas de ese grupo.

Los gobernadores consideran que sus opiniones en cuanto a las materias de impuestos y los recursos que el Gobierno federal prevé destinar a sus entidades el siguiente año no son escuchadas por el presidente. Sin embargo, el 27 de octubre advirtieron que, de no establecer puentes firmes y de respeto entre el Gobierno federal y las entidades, “se pondrá en riesgo la consistencia y razón de ser de nuestro pacto federal”.

“Como estados libres y soberanos defenderemos nuestra dignidad ante el demérito, ataque y confiscación de lo que nos pertenece. Es momento de alzar la voz ante los atropellos cotidianos de una exacerbada visión centralista que borra las agendas locales. Pedimos al Gobierno central que se ponga en nuestros zapatos y que otorgue con equidad y justicia lo que por derecho nos corresponde a estados y ciudadanía”, expresaron en un mensaje conjunto.

Poco después, López Obrador desestimó el conflicto con los mandatarios estatales. Igualmente, sugirió que sus reclamaciones tienen origen en intereses electorales.

“Estamos en temporada de elecciones y entonces se están agrupando [los mandatarios de la Alianza Federalista] en contra nuestra, pensando que así van a tener votos. Nosotros consideramos que esto es normal, es legítimo, respetamos esas posturas”, mencionó.

Asimismo, el presidente recordó que no existe ninguna posibilidad para que la Alianza Federalista rompa con el pacto federal mexicano por sí sola. Sin embargo, sugirió a los gobernadores consultar a sus ciudadanos para conocer su opinión sobre este tema.

“Si tienen vocación democrática, tendrían que preguntarles a los ciudadanos de los estados que gobiernan. Les recomendaría que apliquen el mandar obedeciendo”, indicó.

En respuesta, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, anunció que hará una consulta a los jaliscienses para preguntarles en torno a la permanencia del estado en el pacto federal.

“En Jalisco le tomamos la palabra, en Jalisco vamos a iniciar […] la ruta para hacer una consulta a los ciudadanos para saber si están de acuerdo en que nuestro estado permanezca en esta relación abusiva con la Federación”, adelantó.

​Por su parte, los gobernadores de Tamaulipas, Nuevo León, Michoacán, Aguascalientes y Guanajuato, Francisco Cabeza de Vaca, Jaime Rodríguez, Silvano Aureoles, Martín Orozco y Diego Sinhué Rodríguez, utilizaron sus redes sociales para preguntar si sus entidades deben continuar en el pacto federal mexicano.

​Ante esto, Andrés Manuel López Obrador expuso que su administración no debe nada a los gobiernos estatales de la Alianza Federalista. Además, recordó que la Constitución mexicana impide a los estados romper unilateralmente con ese acuerdo, por lo que se requeriría una reforma en la Carta Magna para ese fin.

“Algunos gobernadores están planteando de que se rompa el pacto federal, o el que tengan más recursos, más presupuesto. Yo explicaba de que esto tiene que ver con la Constitución, que no es un asunto personal. No es conmigo, es con la Constitución”, comentó.

El pacto federal de México

El pacto federal se refiere a la organización política de México, el cual establece que los estados que forman a la Federación son soberanos y están unidos mediante un acuerdo nacional en sus tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal.

Este acuerdo otorga soberanía a los estados y, a su vez, reconoce a un Gobierno federal como representante de todos ellos.

“El Pacto Federal fue concebido para promover el desarrollo equitativo de todos los miembros de la Federación, nunca para perpetuar contrastes y rezago”, señala el artículo 40 de la Constitución mexicana.

En este pacto, la población ejerce su soberanía a través de los poderes de la Unión: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Todos ellos, en sus representaciones federal y local, deben asumir corresponsablemente acciones a fin de mitigar las disparidades en el desarrollo entre los estados y los municipios de México.