La psicóloga clínica, Aurora Figueroa destacó que la reacción de los menores dependerá esencialmente del manejo de los padres en este proceso.
El impacto del divorcio en los hijos es un tema de gran relevancia y sensibilidad en la sociedad, pues su reacción dependerá en su mayoría del manejo que los padres hagan durante la separación, problema al cual se debe estar preparado.
Aurora Figueroa, psicóloga clínica, ofreció una serie de recomendaciones para ayudar a los padres a manejar este difícil proceso, de manera que minimice el daño emocional a sus hijos.
“Es crucial cómo se les comunica la noticia y cómo se comportan los padres durante y después de la separación. Los hijos no deben ser involucrados en las discusiones ni utilizados como moneda de cambio o chantaje, declaró.
Destacó la importancia de que los padres eviten convertir a los hijos en confidentes o receptores de sus emociones negativas, pues termina por confundir más al menor y complica su proceso de duelo, llevándolo a la etapa de la ira, con conductas agresivas y rupturas de vínculos con uno o ambos padres.
En cuanto al tema de la convivencia, Figueroa recomendó que el menor permanezca con la figura con la que tenga un vínculo más fuerte, la cual frecuentemente termina siendo la madre, siempre y cuando esta persona tenga las herramientas necesarias para continuar con la crianza.
‘‘Es fundamental que el menor también tenga momentos para convivir con el otro padre, para no impactar negativamente en el vínculo ya formado y continuar creando memorias y experiencias’’, aclaró.
Asimismo, la psicóloga señaló que cualquier edad puede verse afectada por el divorcio, pero la adolescencia es una etapa particularmente vulnerable y el impacto del mismo puede ser mayor si no se maneja adecuadamente, al tratarse de una etapa compleja para una persona.
“Si los padres identifican que su hijo ya muestra un impacto negativo, sería ideal acudir a un profesional de la salud para recibir acompañamiento durante este proceso, o incluso si ya se decidió separarse, recibir asesoría sobre cómo abordarlo”, manifestó.
Para finalizar, Aurora Figueroa instó a los padres de familia a separar los problemas de pareja de la dinámica familiar, pues desde el dolor, las personas tienden a dañar lo que más ama en el mundo, que son los hijos.
En conclusión, el manejo consciente y adecuado del divorcio por parte de los padres puede marcar una gran diferencia en la salud emocional de los hijos. Con las herramientas adecuadas y el enfoque correcto, es posible minimizar el impacto negativo y preservar el bienestar de los menores.