Jake y Callum Robinson estaban surfeando cerca de Ensenada con Jack Carter, otro joven de nacionalidad estadounidense. Nadie localiza a los tres hombres, de 30 años, desde el pasado sábado.
Al grupo Talk Baja llegó esta semana un mensaje inusual. Este foro de Facebook, que tiene más de 120.000 miembros, es una comunidad de habla inglesa donde los integrantes comparten normalmente consejos para recorrer la península de Baja California, en México. Las publicaciones van desde avisos de huracanes, lugares para surfear o recomendaciones de camping para caravanas. Sin embargo, a las 10 de la mañana de este miércoles, Debra Robinson, una mujer australiana, escribió: “Me dirijo a cualquier persona que haya visto a mis dos hijos. No se han puesto en contacto con nosotros desde el sábado 27 de abril”. Jake y Callum Robinson estaban surfeando en Punta San José, cerca de Ensenada, con su amigo Jack Carter, de nacionalidad estadounidense. Ni esa noche ni las siguientes llegaron a su alojamiento a dormir. Nadie los ha vuelto a ver.
El mensaje de Robinson disparó las alarmas. La mujer explicaba que, entre sus motivos de preocupación, está que Callum Robinson, de 33 años, es diabético, por lo que necesita medicación. El mayor de los dos hermanos vive en San Diego, donde trabaja como jugador de Lacrosse. Ahí había llegado a visitarlo Jake, de 30 años, que es médico en Australia. Ambos son originarios de Perth, una ciudad en la costa oeste australiana. Los Robinson iniciaron el pasado jueves junto a su amigo Jack Carter, también de 30, un viaje de surf hacia México. Es un trayecto de apenas dos horas entre California y Punta San José, donde los jóvenes estaban surfeando ese sábado.
Los tres tenían una reserva de un Airbnb cerca de Rosarito. Se trasladaban en una camioneta Chevrolet Colorado con placas de California, con el número 70189W1, según ha facilitado su madre. La familia había contactado con el alojamiento y los jóvenes no habían llegado. Tampoco Callum regresó a su puesto de trabajo esta semana. También pararon por completo cualquier publicación en redes sociales de los tres hombres. “Parte de la preocupación es que han estado viajando por Estados Unidos y habían publicado con bastante regularidad sobre su viaje hasta el fin de semana”, ha dicho un amigo de los jóvenes a ABC Radio Perth este jueves.
Además, el medio australiano WA Today ha reportado que un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio había confirmado que se está prestando asistencia consular a la familia, mientras trata de viajar hacia México. El Gobierno australiano aconseja a los ciudadanos que visiten México “que actúen con mucha precaución debido a la amenaza de delitos violentos en el país”. La web gubernamental Smartraveller afirma que los delitos violentos relacionados con el tráfico de drogas están muy extendidos en el país, y que se han producido tiroteos, ataques con granadas y atentados con coche bomba en lugares públicos. Además de prestar especial atención en las fronteras septentrionales de México y en la costa del Pacífico.
La desaparición de los dos hermanos ha conmocionado a los medios de comunicación australianos, que están estos días comparando las tasas criminales entre ambos países. “Se registraron 28.701 incidentes criminales por 100.000 personas en 2022 en México. Para ponerlo en perspectiva, la tasa en Australia en 2022 era de 2.118 por 100.000 personas”, incide un artículo de ABC titulado “¿Qué sabemos de la Baja California mexicana, donde han desaparecido dos australianos?”.
Hace nueve años que los dos hermanos australianos, Dean Lucas y Adam Coleman, desaparecieron en Baja California. Los surfistas viajaban en una caravana que fue encontrada calcinada en Sinaloa. La policía encontró los cuerpos de los dos hermanos al interior. Las autoridades detuvieron a tres sospechosos del crimen, quienes declararon que habían asesinado a los jóvenes, de 33 años, después de que se resistieran a un robo. En México, los homicidios superan los 30.000 al año, y hay registro de más de 100.000 personas desaparecidas. El 95% de los crímenes nunca se resuelve.