Choque entre SM y salarios contractuales en los últimos 5 años solo han conseguido “que los de abajo alcancen a los de arriba”, afirma el presidente del organismo.
La “fuerte alza salarial” que ha presumido el gobierno federal (253% desde el 2019), ha resultado ser una falacia, pues los salarios contractuales, “esos que están por arriba del Salario Mínimo”, se han venido a la baja abruptamente, dijo este viernes el presidente del Centro de Estudios Económicos de Baja California, Luis Roberto Valero Berrospe. Solo en el 2023, mientras el mínimo avanzó 20%, los contractuales crecieron apenas el 0.98%, lo que ha derivado en una “recomposición miserable” de la población trabajadora, enfatizó.
Indicó que esta semana se anunció que ya se trabaja en el aumento al Salario Mínimo, “con toda la carga política de costumbre”, pero no se ha tomado en cuenta a quién ha beneficiado y a quién ha perjudicado esa política salarial, porque al final del día los indicadores muestran un escenario de terror cada vez que ha habido incrementos desde el 2019.
El aumento salarial, explicó, va dirigido a los trabajadores cuyo contrato está basado en un salario mínimo, pero a quienes trabajan por un salario superior no les beneficiará en nada pues dependen de la renegociación contractual que logren con la empresa, en la mayoría de los casos vía los sindicatos.
Y es aquí donde se da la confusión, subrayó Valero Berrospe, pues mientras que el gobierno dice que el aumento al Salario Mínimo es para mejorar la situación de quienes menos tienen, a pesar de su alza el mínimo se ha convertido en sinónimo de un salario de supervivencia en un entorno de miseria salarial.
El economista destacó que el resultado de una política salarial mal planeada es que los de abajo alcanzaron a los de arriba, con cifras históricas a la baja entre quienes ganan más de 2 Salarios Mínimos que cayeron en la entidad 83%, de casi 900 mil a poco menos de 151 mil trabajadores, desde el cuarto trimestre del 2018. El aumento de quienes ganan 1 Salario Mínimo fue de 386% (de 99,971 a 485,449 trabajadores) y el de los de 1 a 2 Salarios Mínimos de 132%, de 507,957 a 1 millón 175 mil 388 individuos.
Calificó de preocupantes los resultados, pues el salario del sector formal que se paga en Baja California no alcanza ni los dos Salarios Mínimos, y a pesar del incremento, el porcentaje de los trabajadores en pobreza laboral creció; en el segundo trimestre del 2023 el porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria está por encima del que se tenía al segundo trimestre del 2019, con cerca del 20 por ciento.
El presidente del CEEBC externó que quienes pactan los aumentos salariales, normalmente no tienen idea de la estructura empresarial del país, y no toman en cuenta que una alza desmedida repercute negativamente en las empresas por el incremento de sus costos y deben decidir si quitan prestaciones a los trabajadores o los despiden, empujándolos a la informalidad.
En Baja California el 99.5% de las empresas son micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) que generan el 60% del empleo y en el lapso de enero a agosto del 2023 se ha registrado el segundo mayor cierre de empresas en 13 años.
Ante este panorama, Roberto Valero Berrospe destacó finalmente que la historia muestra el por qué las políticas de tipo keynesiano, son las más acertadas para impulsar una auténtica reactivación económica, basada en políticas públicas integrales y más allá de los salarios mínimos, para lograr un salario digno generalizado.