La narcocultura llegó a los jóvenes y, literalmente, los hizo alucinar. Cada vez es más común ver en redes sociales a jóvenes auto denominándose como alucines, seguidores de la narcocultura.
Por: Tlacuacheblue
El narco lo inició todo
El fenómeno del narcotráfico en México es bastante añejo, podemos rastrearlo a inicios del siglo pasado en el norte del país, específicamente en Sinaloa, cuando aparecieron los primeros cultivos de opio y marihuana.
Desde entonces, hemos normalizado vivir con altos índices de violencia y poco a poco personajes como Jesús Malverde, El “Chapo” Guzmán, Amado Carrillo “El señor de los cielos” y Rafael Caro Quintero comenzaron a ser respetados e idolatrados por algunos sectores de la población.
Para algunos, la lucha que estos grupos tienen en contra de las fuerzas gubernamentales simboliza el descontento ante las desigualdades e injusticias sociales que aquejan a gran parte de la población mexicana.
Como consecuencia, en el ideario colectivo se han fijado marcas culturales que hacen referencia al estilo de vida de los narcotraficantes.
Esto se expresa en la música a través de los corridos y el reggaetón, en la moda con marcas como Gucci o Balenciaga y hasta en la adopción de un argot específico.
Los Alucines: hijos de la narcocultura
Aunque este término “no ha logrado una total aceptación y disgusta a varios, pues afirman que no puede calificarse como cultura a esa forma de vida que gusta de los narcocorridos y que aspira al narcotráfico”, según Fernando Bustos Gorozpe. Lo cierto es que día con día más elementos y estilos de vida se ven influenciados por el narcotráfico.
Hoy en día pareciera que este fenómeno está tomando más fuerza entre la Gen Z y así han nacido los Alucines.
“Qué pasó pa’, anda la chavalada con el alucinómetro al 100. Ya se la sabe, la plebe pura marca registrada”.
De esta manera se le puede escuchar a los alucines para referirse al estilo de los demás. El alucinómentro se refiere a los elementos con los que suelen caracterizarse aquellos que son parte de este grupo social.
“Algo bien, pá‘”
Pero, ¿cómo se viste un alucín?
Hay quienes afirman que el alucín se relaciona con la cantidad de ilusión que hay en sus palabras y estilo de vida. Es decir, ser un alucín se trata más de aparentar que de ser. De hecho, entre este grupo de jóvenes suele hablarse de dos tipos de alucines: los de dinero y los sin dinero.
Esto es importante porque un rasgo que les suele caracterizar es la ostentación y el privilegio monetario. Por ello, es común que usen “pura marca cara” como Michael Kors, Carolina Herrera y Dolce&Gabbana. Sin embargo, también los accesorios como bolsas tipos belikines, gorras Goorin Bros, lentes negros y botellas de perfumes caros complementan los outfits de los alucines.
Y no hay que dejar de lado el estilo de corte Mullet con el que suelen identificarse. Este consiste en dejar el pelo de la nuca más largo de lo normal a manera de que sobresalga de las gorras de “animalitos bien” que utilizan.
Puro corrido belicoso
La música que los alucines escuchan también suele ser muy representativa. En cuanto a géneros, podríamos decir que los corridos y la música de banda son lo que más suelen escuchar. Pero preferirán aquellas canciones cuyas letras hablen sobre imágenes violentas. Como ejemplo, baste ver la letra de la canción Zona de guerra de Grupo 360:
“Escuadrón suicida De un avión me viento arriba Los cuatro en paracaídas Listos pa' la cacería En las casas caen arriba Municiones y armas, pilas Efectivo, adrenalina Listos pa' la cacería”
Conflictos armados, consumo de marihuana, derroche en marcas caras, relaciones familiares y excesos suelen ser los temas recurrentes de la música alucín. Pero para que te adentres un poco más en ella, te dejamos aquí un playlist con pura música bien, pá’:
¿Narcocultura light?
Al parecer, los alucines han traducido de una manera más soft los elementos que caracterizan a dicha cultura. Y gracias a las redes sociales cada vez es más común encontrar a más adeptos de este movimiento cultural.
Para Tania Meléndez Elizalde, académica de la FES Aragón, detrás de los alucines está el contexto actual del país, lleno de precariedad laboral y bajos niveles de escolaridad. En consecuencia, es fácil que los jóvenes vean en el narcotráfico y en sus personajes a unas figuras de superación profesional o una solución fácil para las difíciles coyunturas que vivimos actualmente.
Moda o estilo de vida, el fenómeno de los alucines cada día se vuelve más común entre los jóvenes de la Gen Z. Pero, ¿debemos prestarle atención como tendencia o como una apología a todos los problemas que aquejan a México actualmente?