La suspensión provisional es para el efecto de que el juez de control del Reclusorio Norte suspenda el procedimiento en lo que corresponde al extitular de la entonces PGR, una vez cerrada la etapa intermedia y hasta que sea notificado de la resolución del juicio de amparo.
El exprocurador general de la República, Jesús Murillo Karam, preso en el Reclusorio Norte, obtuvo una suspensión provisional en el juicio de amparo que interpuso contra la vinculación a proceso por los delitos de tortura, desaparición forzada de personas y contra la administración de la justicia de los que se le acusa en el caso Ayotzinapa.
La suspensión provisional es para el efecto de que el juez de control del Reclusorio Norte, Marco Antonio Fuerte Tapia, suspenda el procedimiento en lo que corresponde al extitular de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), una vez cerrada la etapa intermedia y hasta que sea notificado de la resolución del juicio de amparo.
La juez que le otorgó la medida cautelar dio un plazo de 48 horas para que las autoridades responsables rindan su informe y programó la audiencia incidental para el 28 de septiembre, fecha en la que resolverá si le otorga al exgobernador de Hidalgo la suspensión definitiva.
Además, la juzgadora admitió a trámite el juicio de amparo que interpuso el extitular de la PGR contra la resolución del 20 de agosto con la que se le impuso la medida cautelar de prisión preventiva justificada.
Fueron elementos de la Policía Federal Ministerial quienes ejecutaron la orden de captura cuando Murillo Karam salía de su domicilio en las Lomas de Chapultepec.
De acuerdo con la FGR, el exfuncionario enfrenta imputaciones por los delitos de desaparición forzada, tortura y obstaculización de la justicia.
En enero de 2015, el exprocurador General de la República determinó la verdad histórica para explicar la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, la cual estaba basada en las declaraciones de presuntos integrantes del grupo criminal conocido como Guerreros Unidos.
Murillo Karam apuntó que los jóvenes fueron detenidos por policías municipales de Cocula para después ser entregados a integrantes del grupo delictivo Guerreros Unidos, presuntamente liderada por el expresidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa y Sindonio Casarrubias.