Hacían lo que querían. Incluso fabricaban delitos”, acusó López Obrador.
México ya no está dispuesto a poner en juego su soberanía a cambios de que los servicios de inteligencia de otros países operen en su territorio, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La unidad antinarcóticos que establecieron Estados Unidos y México desde 1997 estaba infiltrada por el narcotráfico y sus altos mandos actualmente están siendo juzgados o están presos por diversos delitos. Por ello, fue suprimida.
Así lo aseguró el mandatario federal mexicano durante su conferencia de prensa del 21 de abril, días después de que agencias como Reuters informaron sobre la desaparición de este cuerpo de élite integrado por agentes estadounidenses y policías mexicanos entrenados por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA).
“[La eliminación de la unidad bilateral antinarcóticos] sucedió hace más de un año con el cambio de políticas, porque nosotros mantenemos cooperación con organismos internacionales encargados de seguridad, pero procuramos que se respete nuestra soberanía. Y antes [los agentes de esta unidad] entraban y salían por el país, ellos mandaban. Hacían lo que querían. Incluso fabricaban delitos”, acusó López Obrador.
El cuerpo de seguridad desintegrado por el Gobierno mexicano se llamaba Unidad de Investigaciones Sensibles (SIU, por sus siglas en inglés). Según el diario mexicano Milenio, se trataba de una unidad de máxima confidencialidad que fue creada por ambos países para combatir a los cárteles de la droga y el crimen organizado.
Desde 1997, la SIU se consolidó como uno de los mayores símbolos de cooperación bilateral en asuntos de seguridad. La prensa mexicana reportó que, entre los logros más importantes de dicha agencia, está la captura de Joaquín Chapo Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa, en 2016.
Sin embargo, López Obrador sostiene que la SIU no consiguió nada significativo en la lucha contra el narcotráfico durante los tres sexenios en los que operó: Ernesto Zedillo (1994-2000), Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018).
“[El expresidente Felipe] Calderón debe explicar por qué permitió que instituciones del Estado mexicano se pusieran al servicio de agencias extranjeras”, comentó el presidente de México ante periodistas.
“Ya no es el tiempo en que estaba Calderón y Sarukhán de embajador y entraban y metían hasta armas. Ya no es el tiempo de los operativos como Rápido y Furioso. [Ya no se hacen] acuerdos para introducir armas desde Estados Unidos como una estrategia que resulta increíble, por elemental, que consistió en colocar sensores en las armas para detectar quiénes iban a usar esas armas y, así, detener a los delincuentes. [Hicieron eso] cuando el Gobierno estaba infiltrado por completo”, agregó el jefe de Estado.
López Obrador aseguró que no conoce las identidades de los altos mandos de la SIU que han sido juzgados o que están presos en la actualidad, aunque no negó que uno de ellos fuera Genaro García Luna, mejor conocido como “el zar antidrogas de México” por haber sido uno de los artífices de la guerra contra el narcotráfico, impulsada por el expresidente Felipe Calderón.
El exjefe de la policía mexicana y exsecretario federal de Seguridad es acusado en Estados Unidos de haber recibido millones de dólares del crimen organizado.