El gobierno de Vladimir Putin prohibió las exportaciones de productos como vehículos, equipo médico, madera, trigo, cebada, centeno y maíz.
Rusia ya había adelantado que las sanciones de Occidente y Europa por la invasión a Ucrania era una declaración de guerra económica, y advirtió con prohibir exportaciones. En efecto, hoy formalizó la amenaza.
El gobierno de Vladimir Putin prohibió las exportaciones de una serie de productos hasta por lo menos finales de este año. La suspensión contempla equipos de telecomunicaciones, médicos, vehículos, productos eléctricos, otros forestales como la madera, y agrícolas, como el trigo, la cebada, el centeno y el maíz. En total la lista incluye 200 productos.
El ministerio de Economía de Rusia defendió la decisión alegando que eran “una respuesta lógica a las impuestas a su país”. Aseguró que las sanciones eran “acciones hostiles”.
La economía de Rusia se ha visto afectada duramente luego de los castigos financieros aplicados por Estados Unidos y la Unión Europea, que han conllevado a que el gobierno de Putin esté al borde del default al no poder pagar los cupones de sus bonos de deuda soberana.
El rublo, la moneda rusa, ha caído casi 60% desde la aplicación de las sanciones, luego de que las reservas internacionales se vieran comprometidas con parte de los activos congelados en el extranjero. El Banco Central de Rusia debió subir la tasa de interés 20% para evitar corridas bancarias.
Estados Unidos, además, prohibió las importaciones de petróleo ruso, y Reino Unido anunció que tomará la misma medida para finales de año.
Antes de que Rusia anunciara la prohibición de exportaciones de hoy, el precio del trigo ya se había disparado. Entre Rusia y Ucrania representan el 29% del suministro global de trigo en el mercado; las dos nacionales también tienen una alta participación en la plaza mundial del maíz, alrededor del 19%.
Rusia, además, está por aprobar una ley para nacionalizar los activos de empresas extranjeras que se hayan ido del país.
Varias transnacionales como Caterpillar, Sony o Unilever anunciaron su retirada de Rusia. Y más recientemente la primera firma de Wall Street, Goldman Sachs.